D-day | parte 1.

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Jongdae tenía el trasero plano, literal.

Llevaba esperando a Jongin desde el mediodía y ya había pasado como una hora y media de eso.

¿Dónde estaba el sujeto?

No tenía ni la más mínima idea, lo que si, era que si no se le ocurría llegar en unos minutos más, tenía que, obligatoriamente, elegir entre ir a la boda solo o directamente no hacerlo.

Y porque querrán saber.

Bueno, resulta que a Jongdae no se le había ocurrido otra cosa más ingeniosa que confirmar su asistencia, firmando con su nombre y maravillosamente el nombre de su "pareja".

Si, así como lo habían escuchado. Su pareja.

Jongdae tenía fallas en la cabeza, en eso estamos todos de acuerdo. Aunque en este punto el pobre infeliz ya excedía el límite.

¡quien se creería que su pareja era Jongin!

El mismo se había hecho burla por siquiera pensar en esa idea. Pero aquí lo tenemos, con una confirmación de asistencia firmada con su nombre y el de Jongin, quien, para su desgracia, ya habiendo pasado como una media hora más, aun no llegaba.

-mina, acabo de Joderme solo. ¿Puedes creerlo? -

Me lo esperaba. Esa podría haber sido la respuesta de esa gata o gato, si realmente fuera capaz de hablar. Pero pensaba eso si, y siempre que Jongdae metía la pata, se abofeteaba mentalmente porque si fuera capaz de hablar le había dicho tantas veces que su planes e ideas era la cosa más estúpida que había en él.

En síntesis, Jongdae era un mal creador de planes y como nadie estaba ahí para decírselo, el seguía y seguía jodiendola como siempre.

Aunque ese es un punto a parte de a lo que quería llegar con todo esto.

Porque ahora Jongdae está haciendo más cosas de las que debería hablar. Como por ejemplo el que ahora estuviera caminando de un lado para otra a punto de arrancarse los pelos de la cabeza por lo alterado que estaba.

Y Jongin seguía sin llegar.

🎆

Se había despertado tarde.

Esa iba a ser su excusa en el momento en que viera a Jongdae. Le creyera o no, eso le iba a decir. Aunque la verdad fuera otra, porque viendo desde un lado más sano, decir que se había quedado dormido era menos vergonzoso que admitir que en realidad se había quedado encerrado en el baño de su propia casa.

¿Cómo había pasado?

Ni el mismo podía explicarlo, solo sabía que la puerta se cerró y el seguro se puso por arte de magia, eso le había pasado ya otras veces y siempre había una llave guardaba junto con su crema para afeitar.

Esta vez no estaba ahí, no había nada ahí y lo único que le quedo fue llamar a gritos a alguien para que viniera a ayudarlo desde la ventana que daba a la calle.

El portero lo oyó, le abrió y de ahí en adelante lo único que hizo fue cambiarse en una velocidad olímpica para después salir corriendo a la casa de Jongdae, quien probablemente lo estaría esperando más nervioso que la propia novia de la boda a la que irían.

Aunque poco le importaba pensar en eso en realidad. Ya tenía la excusa preparada y así mismo la soltó cuando por fin llego a la puerta y luego de tocar, Jongdae le abrió.

- ¡estamos tarde! ¡A mí que me importan tus putas excusas! -

Estaba alterado se dio cuenta, aunque no lo culpo.

Una Aventura Gay S.A. || Chenmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora