D-day | parte 2.

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Tenía el corazón latiendo, prácticamente, en la boca.

Las manos le sudaban y el cuerpo apenas respondía a lo que quería hacer.

Al menos eso debería sentir, pero en realidad no era así. Solo le costaba respirar y su pulso se mantenía dentro de lo soportable. Jongdae estaba bien, y lo estuvo también cuando tomo el valor para comenzar a hablar.

-recibí la invitación, así que vine-

Suelta con una sonrisa en los labios y luego baja la mirada, la mantuvo unos segundos en el suelo, pero en realidad no vio el porqué de seguir así, no habia hecho nada malo hasta el momento y todo lo que tenía por decir no debía decirse así, mirando al piso y con las manos en un nudo detrás de su espalda.

-quiero que sepas que no vine con intenciones de arruinar nada, solo quería disculparme por lo de aquella vez-

Ya tiene la vista al frente para ese momento y las manos a los costados de su cuerpo. Junmyeon lo está mirando también, aún tiene una mueca de intriga en su rostro, pero no parece enojado.

-era, era solo eso-

Finaliza ya sin ganas ni razones de decir nada más. De que le serviría de todas formas. A nadie más que a él parecía importarle toda aquella situación.

-nunca creí que podrías haber venido solo para arruinar las cosas, es por eso que te envié esa invitación. Quería que estuvieras aquí-

Lo escucha hablar. Su voz llega como un baldazo de agua fría antes de que si quiera hubiera abierto la puerta para marcharse. En un momento pensó que en realidad esa invitación habia sido un error, pero esas palabras, todo lo que acababa de decir Junmyeon, quitaba esas ideas de su cabeza.

-y sobre lo de aquella vez, realmente no importa-

Y es ahí cuando esa picazón en el pecho se desvanece. Porque a él no le importaba, ni sus disculpas ni lo que a él mismo parecía importarle. Porque ese beso no habia significado nada, según lo poco que podía entender hasta ese momento. Según las pocas ganas de razonar que tenía.

-a ti puede no importarte, pero yo sigo sin olvidarlo. Puede que ahora no sea nada, pero más adelante-

Intenta hablar. Esta de frente a la puerta aun, dándole la espalda a Junmyeon. Quiere voltear, quiere que lo oiga y lo vea a la cara cuando suelte eso último. Aunque no se esperó que al voltear lo viera justo delante suyo, con el rostro a pocos centímetros y una sonrisa delicada en sus labios.

-de que se trata esto-

Murmura mientras voltea el rostro, sintiendo sus mejillas enrojecerse por la repentina cercanía.

-realmente no me importa porque no hiciste nada malo Jongdae-

-entonces porque-

No entiende. No compre porque siempre busca confundirse y menos lo hace cuando levanta la vista justo a los ojos de Junmyeon y se encuentra con el color chocolate que los caracteriza, con las pestañas rectas y los labios apretados en una línea.

-vuelve a la fiesta ahora-

Murmura sobre su rostro, tan cerca, tan pegado a sus labios que cuando lo ve cerrar los ojos la tentación, las ganas de besarlo le ganan de ante mano y en menos de lo que espera esta ahuchando las manos sobre las mejillas del otro para atraerlo hacia si y besarlo como si nada importara más que eso.

Lo beso con el miedo de ser rechazado rasguñando su cuerpo, con lágrimas amenazando con escapar de sus ojos sin permiso, con el dolor de la desesperación desvaneciéndose en su pecho. Lo beso con dolor, con miedo, lo beso y se sorprendió cuando sintió sus labios amoldarse a los suyos y abrirse después para dejar que suceda.

Una Aventura Gay S.A. || Chenmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora