Pensamientos de una bruja.

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Tyna

Dos semanas habían pasado desde que al ciudad fue atacada y aún no nos podíamos mover. La razón era comprensible, si, pero eso no significaba que no fuera estúpida: se estaban preparando.

Según ellos no irían en caza de Aurien sin un buen equipo. Era lógico, sabíamos que aun tenia por lo menos otros siete títeres y Verty era excesivamente poderosa, pero la tardanza ya era mucha, a este paso Hill se nos adelantaría demasiado. Si continuaba así, lo mejor seria partir sola.

—¿Siguen enojadas? —Sarel apareció junto a mi, interrumpiendo mis pensamientos.

Me encontraba mirando a Aria en medio del campo de entrenamiento, ella agitaba furiosamente la espada que mi hermano le había dejado, casi se podía ver a su oponente invisible, contra el que dirigía toda su ira acumulada, seguramente el pobre poseía el mismo rostro de Hill o quizá el mio.

—No las puedes culpar —continuo—. Incluso yo me siento molesto porque no nos incluyeran en sus planes.

—¿Tu lo hubieras dejado ir? —le pregunté, aún con la vista fija en Aria.

—Admitire que hubiera protestado de que se fuera solo, pero al final accedería, ya que tú eres mi prioridad.

—¿En serio? —lo miré, incrédula. Pero supe que decía la verdad al ver su mirada seria—. Bueno, pero ¿y ellas?

—En eso concuerdo con ustedes, seria difícil que lo dejaran ir, pero cada una por diferentes razones.

Sarel miro hacia donde se encontraban Clarisse y Sirien. Ellas estaban sentadas en una especie de banca hablando en voz baja, al principio la ira de Clarisse había alcanzado también a la elfa, pero la perdono sorprendentemente rápido.

—Es extraño —le comente a Sarel cuando vi que las dos se juntaban un poco más. Estaba segura que estaba enamorada de Hill.

—Ese es el problema que tienes tú y el señor Hill, aunque en él se nota mucho más —me respondió Sarel—. Aria definitivamente tiene sentimientos de gran afecto hacia él, lo mismo se podía decir de la señorita Sarah. Clarisse, por otro lado, siente lealtad, confianza y gratitud, aunque también posee un fuerte deseo de protegerlo. Creo que aun no se decide si tratarlo como su maestro o como su hermano pequeño. Y no la puedo culpar si siente ansiedad, ¿cuantas veces no se ha desmayado o estado a punto de morir?

"Yo a veces también me siento con esa ansiedad, el es mi amigo, por eso quería preguntarte, ¿como se encuentra?

—¿A que te refieres?

—Te conozco lo suficiente para saber que no lo dejarlas ir sin un salvaguarda o algo para seguirle el rastro.

—Bueno, si —suspire—. Le di mi báculo con algo de mi magia dentro para tener una conexión mas fuerte, pero esta se esta haciendo más pequeña conforme se aleja. Esta vivo y sano, es lo único que puedo decir por ahora.

—Creo que eso es suficiente por el momento, ¿no crees?

—Si... —otro suspiro. Ya me estaba arrepintiendo de dejarlo ir solo, Sarel tenia razón, el idiota tenia la costumbre de meterse en demasiados problemas.

—Has crecido —me dijo Sarel con una sonrisa.

—-¿De que...?

—Disculpe, ¿es usted la señorita Fell? —una voz proveniente de nuestra espalda nos interrumpió. Ahí se encontraba un joven moreno con la cabeza cubierta por una tela. Creo que era uno de los invitados que iba con nosotros en el barco, aunque no puedo estar segura. Nos les preste mucha atención.

Theria Volumen 2:  El señor de la tormenta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora