Desde la oscuridad podíamos escuchar como las criaturas entraban en la pirámide.
Para huir de los Nogs, nos adentramos a unas catacumbas bajo en suelo de aquella sala, la trampilla que servía como acceso fue encontrada gracias a Mirya, ya que ella se dio cuenta que estaba oculta bajo el altar cuando estaba examinando algunos rastros en el suelo y símbolos en las paredes.
Cuando le pregunte a Mirya si era seguro entrar y de ser así porque los antiguos habitantes no habían huido por ahí, ella me respondió que las momias no habrían podido escapar, incluso si hubiesen encontrado la entrada, pues en aquel entonces debía estar sellada con magia también, había rastros a su alrededor. Eso también indicaba que podría ser una salida.
-O una trampa -murmuro Defnei, tan bajo que solo yo, quien estaba junto a él, lo escuche.
Kinn cubrió los ojos de Delia mientras la ayudaba a entrar en la habitación para que no viera el espectáculo de las momias.
Aunque eso podría haber sido inútil, ya que desde el principio ella pareció intuir que algo estaba mal, para consolarla un poco la tome de la mano y la guíe a la trampilla, donde Defnei la ayudó a bajar.
No hablábamos, Kinn nos había advertido que los Nogs tenían un oído muy agudo y si llegaran a escucharnos encontrar la trampilla no les tomaría mucho. Incluso así teníamos el tiempo contado, tarde o temprano encontrarían las catacumbas y si para entonces no habíamos salido, sería nuestro fin.
Las catacumbas eran diferentes a la pirámide, los túneles estaban hechos de roca y ninguna luz iluminaba los pasillos. Aunque no se podían ver bien, el las paredes logre distinguir, gracias a la pequeña piedra mágica que llevaba Defnei, extraños patrones romboidales que se repetían cada cierto intervalo, no sabría como definirlos, pero me daban la impresión de que eran una especie de mapa.
Los túneles se ramificaban de cuando en cuando, si Mirya no hubiera estado ahí seguramente nos habríamos perdido, ella se guiaba por algunas señales en las paredes que a los demás nos parecían simples marcas de arañazos. Creo que, solo por si las dudas, una vez salga del embrollo en el que estoy estudiare algo de arqueología de esté mundo.
Seguimos caminando por lo que me parecieron horas hasta que llegamos a unas escaleras talladas en la roca viva y que ascendían hasta un lugar desde donde se podía ver un poco de luz.
-¿La salida? -pregunto Defnei en voz muy baja.
-Puede -respondio Kinn-. O puede que sea otra habitación del templo.
-No -intervino Mirya-. Los patrones en las paredes indican que ya hemos llegado hasta la periferia de la ciudad. Además es lógico, hemos recorrido mucho como para seguir bajo el templo.
-Bien, iré primero... ¡Demonios!
El ruido de rasguños y gruñidos interrumpió a Kinn, a diferencia de la ultima vez ahora provenían de algún lugar tras nosotros, muy cerca. Al parecer los Nogs al fin habían encontrado la entrada a las catacumbas, pero incluso entonces se escucharían mas lejos.
Fue entonces que me di cuenta: se habían acercado sigilosamente y solamente ahora que ya tenían su presa segura, atacaban.
-¡Ya no hay tiempo¡ ¡Defnei! ¡Delia! ¡Suban ustedes primero! ¡Mirya! ¡Hill! ¡Siganlos!
El sonido de las garras se escuchaba cada vez mas cerca, Kinn desenvainó la espada que llevaba en su cintura y tomo una posición de ataque, mientras los otros miembros del grupo comenzaban a subir.
Claro que no lo iba a dejar solo, también prepararé mi espada y me coloque junto a él. Kinn me miro con el entrecejo fruncido, pero no me dijo nada.
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Theria Volumen 2: El señor de la tormenta.
AventureContinuación de "Theria, un nuevo mundo". Después de separarse de sus compañero para dirigirse a Sa'lore, Hill se adentra en las montañas Kev'a, morada en ruinas de una civilización antigua. Mientras tanto, Tyna, Aria, Sarel y Clarisse viajan en com...