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Día de fiesta. Había pasado la horas y ya me encontraba arreglando con mi vestido.

Clarisse se encargó de ser mi estilista de ese día. Si quería que volviera con Marco sería de una manera única.

No quería ilusionarme​ y hacer mentes que no debia. Podría pasar cualquier cosa. Marco podía o no acordarse de mi. Marco podía o no decirme que aún me amaba. Marco podía o no decir que ya no sentía nada por mi y centrarse en su nueva vida. Marco podía o no.

Y si acertaba la última hipótesis ya debía olvidarme y hacer una nueva página en mi historia.

Se trata de salud mental. Y de poder olvidarme de ese ser.

Me contacté con mi madre puesto que tenía tiempo que no conversaba con ella.

Al parecer a ellos, nunca les agradó Marco si no que preferían muchísimo a Denis.

Pero contarle a mi madre lo que hizo Suárez fue como un vaso de agua que le cayó.

–¡Vamos Cristal!

Me despedí de mi madre y me subí al auto con los Viera. Fue un transcurso divertido puesto que los pequeñines se disponían a imitar las acciones graciosas de su padre.

Por supuesto, al llegar me topé con jugadores que no precisamente jugaban en el equipo merengue. Fernando Torres, César Fábregas, Koke, Saul, Griezmann también se encontraba por esos lares.

–¡Llegó el payaso de la fiesta!

Creí que era Marco puesto que no lo logré a ver hasta que me fijé en Suárez.

Me miró y se zafó del agarre de Ramos quien ya se encontraba pasado de copas.

–¿Puedes contestar mis llamadas y mensajes?

–No he recibido ni una llamada ni un mensaje –Me solté y salí de la casa esperando que el patio se encontrará vacío pero no–

La música salía y aún así eso me estresaba puesto que Suárez arruinó mi noche en un abrir y cerrar de ojos.

–¿Puedes irte y acostarte con quien mejor te plazca? –Tomó mi mano, podía definirse como una escena dramática puesto que Suarez por lo visto no me dejará en paz–

–Si nunca escucharás mis palabras entenderás la situación ¿Entiendes?

–Está bien.

–Si me acosté con ella. No hay una razón coherente puesto que estaba a más de tres copas. Pero me siento arrepentido de lo que hice. ¿Crees que fue fácil acercarme al día siguiente a ti cuando te hice aquella maldad? Te diría que llore en el entrenamiento, que llore en mi casa sabiendo que tú, me dejarías... Me acerqué ayer al entrenamiento del Real Madrid porque supuse que estarías allí a esa hora. Bueno, no supuse, tuve que buscar a una persona que me dijera a qué hora saldrías de tus clases.

Me reí. Había sido tierno escuchar que quería saber dónde estaría a tal hora. Pero no. Lo que hizo estuvo muy mal.

–Denis, yo pensaré todo esto porque no ha sido fácil tener que soportar el hecho de que mes tras mes estuve para ti, y de una noche a la mañana no te ví en la habitación y me enteré que ni tus propios amigos sabían de tu existencia en aquel entonces –Suspiré llevando mis manos al rostro– Pensaré todo esto ¿Si?

Entre a la cocina de la casa que por cierto estaba totalmente vacía. Quería volver con Denis porque si sentía algo por él. Pero el plan que tenía de estar con Marco arruinaba las cosas.

Marco y Denis = polos opuestos.

Extrañaba a Marco y nunca me engañó. Sólo perdió la memoria y nunca se acordó de mi.

Mientras que Denis si lo hizo. Si me engañó pero ha tenido la valentía de decirme las cosas.

–Hola.

Me encontré con aquel moreno. Ya deberían saber de quién les hablo.

–Hola Marco –Sonreí– ¿Cómo está Marian?

–¿¡Por qué todo que me ve pregunta por ella!?

–Se supone que está embarazada ¿No?

–Si pero... –Bufó– Marian me desespera. No quería venir porque sabía que tomaría y que afectaría al bebé.

–Son tan bonitos juntos.

–Tu y yo quedaríamos mejor.

Sé mi favorita [Marco Asensio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora