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Y ya nos encontrábamos el uno del otro disfrutandose.

Estaba apagada, con esto de su hermano, ya se convertiría en el segundo fallecimiento del año por su familia.

Y eso la ponía emotiva y nostálgica. Al dormirnos, quien cayó primera fue ella, yo no. Me encontraba despierto y con poco sueño.

No sabía que debía hacer para que ella se enamorará de mi o básicamente, poder mostrarle mi amor.

{...}

Cristal se levantó temprano y se fue a la universidad. Y yo tomé camino hacía Ciudad Valdebebas.

Marcelo me preguntó intrigado que había hecho la noche anterior y le expliqué. Terminó golpeándome, decía que ya debia declararme.

Pero sabía que este no era el momento, atravesaba una etapa dura en su vida.

Pasé la mañana cómo acostumbraba y después recibí una llamada de Marian, mi hermana.

Cristal tuvo un accidente en física, la han llevado al hospital...

Salí corriendo sin importarme la práctica y mucho menos quedar afuera de la convocatoria.

Atravesé la ciudad y llegué al hospital. Observé a mi hermana y a un chico quien pude identificar: Denis Suarez.

–Él es... Denis Suarez –Dice mi familiar pero se notaba tan coqueta al lado de él–

–¿Te gusta?

–Es amigo de Cristal, no me puede gustar –Dice y me crucé de brazos– ¡Bien! Ganas está vez, si dices algo de eso, yo diré lo que sientes por Cristal.

Amenazó. Pero mi hermana exageraba las acciones, tendía a decir cosas que no eran y las personas le creían, lo peor de todo.

Así que callé y no conté nada.

Denis era un ser muy simpático, pero sabía que no estaba aquí por solo preocuparse por la gijonesa.

En mi sentido común, le gustaba Cristal.

–Ya pueden ver a Cristal –Dice el doctor y entramos en la sala de emergencias donde, en unas de esas habitaciones se encontraba la chica de mi sueños–

–¡Denis! –Exclamó al verlo y lo abrazo– Hola Marco...

Se dignó a sonreirle y eso me mató.

Ella cómo que también sentía algo por él.

No era normal que ambos se tuvieran el mismo cariño.

Me quedé hasta la noche esperando lo que diría el doctor.

–Cristal se puede ir, tendrá el yeso por una semana, podrá venir en la siguiente cita a quitárselo.

Marian se había ido y quedábamos Denis, ella y yo.

–Si quieres te puedes ir con él... –Digo, asegurándome que ella diría que se vendría conmigo–

–Está bien –Besó mi mejilla– Nos vemos luego, Marco.

Este era el fin.
Ya no podía sentir esto por alguien que mantenía ese sentimiento por otro ser.

Llegué a mi casa y llamé a Clarisse y Marcelo, necesitaba sus consejos.

–¿Cómo es eso? ¡Ella debe sentir algo por ti, no cualquier mujer demuestra que necesita a un chico!

Y Clarisse lo miró indignada –¿Qué?

–Eres un idiota. Yo siempre te decía que te amaba sin que te necesitará y así –Se cruzó de brazos– Yo no salía con amigos tontos para hacerte celar.

–¿No lo hacías?

Y empezó aquella discusión por celos entre los dos. Coloqué un cojín en mi cabeza y me entristecí más.

Ya debía olvidarme de Cristal.
Ese era el fin.

Sé mi favorita [Marco Asensio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora