02. ¿Fue real?
La molesta alarma suena como todos los días y mamá se adentra a mi habitación para abrir las persianas y permitir que los rayos del sol terminen de despertarme. Son acciones tan monótonas que me despabilo con el mismo desánimo de siempre.
La única anomalía que diferencia esta jornada de las otras, es aquello que no para de circular por mi cabeza desde hace ya cinco días. Lo sucedido hace una semana después de la cita con la psicóloga me mantiene ida por unos segundos. Definitivamente, fue aterrador. El hecho de haberme topado con aquel individuo que causó estragos en mi sistema en todos los sentidos posibles, me agobia.
— ¿preparada para un nuevo día? —cuestiona efusivamente, despejando los pensamientos de mi mente.
Frunzo el ceño y con pereza me deshago del calentito cubrecama.
—mamá por favor, no empieces —refunfuño porque la conozco, ella tiende a animarme todas las mañanas y su esfuerzo siempre resulta ser en vano —No entiendo cómo puedes estar animada tan temprano —farfullo.
Me estiro y hago tronar mis huesos, ganándome una mirada disgustada de su parte.
—No seas mal educada —reprende, se apoya de su pierna derecha y se cruza de brazos —estos son los milagros de una buena taza de café por las mañanas, si gustas te preparo un poco mientras te alistas.
—no, paso. Me gusta estar así —comento y no es mentira, me agrada sentirme con somnolencia, de ese modo se me facilita dormirme en la clase de cálculo.
Es magnífica la sensación que me cargo al tener un gran suéter de algodón con los audífonos puestos con música lenta y relajante. Los párpados se me van haciendo pesados y picosos, empiezo a escuchar todo más lejano y prestarle poca atención a mi alrededor. De esa manera, con tan solo unos segundos, mi campo de visión se sume en una absoluta oscuridad, dando por acabado el martirio que se vive al escuchar el habla de la tediosa profesora de matemáticas.
— ¡Eiren! —exclama mi madre, haciéndome dar un respingo.
Joder, estaba quedándome dormida.
— ¿Qué?
— ¿A qué hora te acostaste ayer por la noche? No te quiero seguir viendo con el teléfono en la madrugada, amaneces con esas inmensas ojeras —replica, saliendo de la alcoba no sin antes mandarme una mirada de advertencia —te quiero lista en cinco —dicho eso, sale dando un portazo.
Dejo salir un suspiro cansino porque mi mamá puede ser intensa cuando se lo propone.
Después de alistarme, tomar la mochila del cuarto e ingerir un gran desayuno, salgo de casa y emprendo mi andar hacia la parada del transporte. Mamá no tuvo tiempo para llevarme ya que mi padre volvería del tercer turno y quería esperarlo con los brazos abiertos.
El ambiente se torna agitado al llegar a la universidad. Ya no tengo la tranquilidad y el silencio que tenía en mi camino, ahora todo es parloteos, bisbiseos y empujones a la hora de atravesar el estrecho pasillo. El gentío sonríe abiertamente, saludándose como si no se vieran desde hace años cuando solo fue un fin de semana.
Una mano aprieta fuertemente mi antebrazo y me hace dar una media vuelta en mi propio eje. Hablando de parloteos...
— ¡Eiren Janit! ¿Te habías olvidado de mí? —pregunta, haciéndose la ofendida.
Sonrío un poco y ruedo los ojos.
—no me llames por mi segundo nombre, no me...
—Janit, Janita, Janit ¿Cómo estas Janit? ¿Qué has hecho Janit? —Le tapo la boca con la palma de mi mano y niego lentamente al oírla.
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Indagando su oscuridad✔. EDITANDO
Misterio / Suspenso"Y él, el guerrero que guardaba posesiones y demonios jamás llegó a sentir otra vez, esos sentimientos no existían en su ser. Mientras tanto, ella pensaba todo lo contrario, supuso que al tratarla como una reina podía dar la vida por ella". ⚠️🚫"NO...