Eiren:
Esos ojos grises que tanto se impregnan en mis pensamientos están ahí, esperando una reacción de mi parte. Su mirada es tan frívola que la idea de moverme se va al caño. Yazgo paralizada, cada nervio de mi cuerpo se ha activado y me ha convertido en un manojo de ellos. Soy levemente consiente del modo en que mi cuerpo se estremece al permanecer vulnerable ante su mirada.
Desde la primera vez que ojeé sus luceros supe que eran aterradores de una manera impresionante, ahora, se ven tan terroríficos que parece irreal. Luego de mis quince años, esa fatídica noche en la que recibí el peor de los castigos, no volví a sentir aquella sensación de terror como la que ahora siento. Incluso, es más abrumador que en aquella cena con los Edín.
Le temo, me da miedo.
Las manos me tiemblan y él se percata de ello, su cínica sonrisa se ensancha y se voltea dándome la espalda para ayudar a la chica que cayó de bruces al suelo. Mi atención se dirige hacia esa persona y me erizo al ver sus ojos vacíos, carentes de emoción.
¿Qué acaba se pasar?
Jarel la toma por sus muñecas y la alza para proseguir a examinar su rostro con esmero.
— ¿voy a estar bien? —balbucea ida, soltándose de su agarre para pasar sus antebrazos por el cuello de este.
Una punzada oprime mi pecho y frunzo el ceño al sentir un sabor amargo en mi paladar.
—lo estarás —pronuncia con su voz áspera.
La fémina asiente y se aleja de él para salir del cuarto de baño.
El pavor que siento asciende a otro escalón al encontrarme a solas con Jarel. De por si me sentía intimidada, en esta oportunidad estoy al borde de la locura. Se gira para quedar frente a mí a unos dos metros de distancia. Aquella bruma que se carga el ambiente cuando estoy a su alrededor llega, sofocándome y obsequiándome un efecto de agobio.
— ¿Qué le hiciste? —emito tras aclararme la garganta.
Alza una ceja al escucharme y se cruza de brazos.
— ¿te importa?
—Se veía mal —replico, encogiéndome de hombros cuando avanza tres pasos hacia mí. Me alarmo cuando el aura pesimista que desprende inicia su deambular por mi cuerpo. Logra inquietarme su cercanía y no es porque se trate de él como tal, cada individuo que desconozco y trata de aproximarse a mi cuerpo tiene que presenciar como este reacciona desprevenidamente —detente —le advierto, notando que su caminar no se detiene.
Retrocedo y maldigo cuando la puerta es el obstáculo que me frena. Esta situación es inaudita.
...y para agregar más estrés, mi vejiga protesta y deja a ver que un esfuerzo en vano y no podré quejarme cuando me haga encima.
— ¿me temes? —cuestiona, mirándome con malicia.
Observo la distancia que nos separa y noto que un paso más y lo tendría ceñido a mí.
Trago saliva y me pierdo en su físico, como si su semblante tuviera algo que me hiciera sentir hipnotizada aun cuando deseo no verlo. Sus grisáceos me escudriñan y me hacen sentir incomoda, pero no se si llamarlo incomodidad, lo que percibo es una sensación que anteriormente no había experimentado y es tan extraña.
¿Por qué se me erizan los vellos de mi piel y me recorre un escalofrío de pies a cabeza?
Inconscientemente, bajo un poco la mirada en un intento de no observar sus pavorosos ojos y quedo sorprendida por las sensaciones que me invaden al captar sus labios entreabiertos, tan rojizos y bonitos que me hace recordar a mi yo más joven... Una Eiren sin miedo, solo cautivada al tener a un hermoso chico a mis narices.
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Indagando su oscuridad✔. EDITANDO
Misterio / Suspenso"Y él, el guerrero que guardaba posesiones y demonios jamás llegó a sentir otra vez, esos sentimientos no existían en su ser. Mientras tanto, ella pensaba todo lo contrario, supuso que al tratarla como una reina podía dar la vida por ella". ⚠️🚫"NO...