One Life (Justin Bieber y tú)

Capítulo 3.-La voz que tanto añoraba

Habían pasado dos días desde que Fredo me había dicho que Justin había vuelto,dos días en los que nada había vuelto ser lo mismo.

Sólo de pensar que él se podía volver a cruzar en mi camino me venía abajo,porque aunque yo ahora me había hecho más fuerte,él siempre lograba derribar todas esas murallas que le separaban de mi. Aunque eso no podía volver a pasar. Además,él era un mentiroso compulsivo,pero yo como era tonta,le echaba de menos y tenía muchas ganas de verlo,sobre todo ahora que le tenía tan cerca,¿Cómo le habrían sentado estos dos años?¿Estaría muy cambiado?Joder,las ganas de verle se apoderaban de mi cada cada vez más. Una vez leí una frase que ahora tomaba sentido para mi de una forma extraordinaria "Siempre habrá alguien que sea tu debilidad",y aunque me costaba asimilarlo y reconocerlo,Justin era mi debilidad,la única persona que me hacía vulnerable ante todo lo demás. Aunque para él el sentimiento nos sería igual. Estos dos años me había intentado convencer a mi misma de que Justin nunca más volvería,pero justo dos años después estaba aquí para hablar conmigo y eso sólo hacia que mi cabeza se volviera loca,¿Porqué justo ahora?Las preguntas se formaban sin ninguna dificultad en mi cabeza,lo malo era que sólo había una persona que me las podría responder,y por mucho que me jodería si no me explicaba porqué lo hizo no podría seguir adelante con mi vida.Me vestí y salí de casa dispuesta a verle y que me explicara todo,absolutamente todo lo que según él había pasado,aunque yo no me dejaría caer en sus trampas,sabía como era y sabía que era capaz de todo por conseguir lo que se proponía. En mi caso lo que se propuso fue enamorarme,ilusionarme,utilizarme,follarme y dejarme como una tonta cuando más lo necesitaba,cuando más necesitaba de esos besos que tanto me gustaban y de ese amor y esa comprensión que tanto había disfrutado. Supongo que las personas aprenden a madurar a base de hostias,y la mía fue demasiado fuerte,lo suficiente como para demostrarme a mi misma que el único amor que se tiene y se consigue de verdad es el de uno mismo. Siempre me pregunté como sería enamorarse de verdad,como sería morir por una persona que te diese la vida con una mirada,siempre soñé con tener a alguien como Justin a mi lado,porque,aparentemente todo era perfecto entre nosotros,era como una típica seríe de adolescentes con el típico hombre o adolescente por el que todas las chicas se morían. Todo parecía magnífico y a la vez surrealista porque por una vez alguien,un hombre de verdad de hubiera fijado en mi,pero aún así todo era perfecto  hasta que claro,algo falla,algo que por muy pequeño e insignificante que parezca hace que todo se vaya a la mierda.

Llegué a la puerta de Fredo y puse la palma de mi mano sobre ella sin llegar a llamar,esa puerta era el acceso a una casa donde yo pasé los mejores meses de mi vida. Ahora parecía mentira que todo eso se hubiese evaporado,pero era así,él se fue a Canadá,y con él se fueron mi corazón,mis sentimientos y mi alma.

Respiré hondo un par de veces y llamé al timbre. Dos o tres segundos después se escuchó una voz ronca y masculina decir "Ya voy". La voz de alguien al que yo conocía muy bien,la voz de alguien que me hizo la mujer más feliz del mundo. La voz de él. La voz de Justin.

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