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EDIT 17/02/21 ; NOTA : * para considerar, este fanfic fue escrito y publicado en 2017. Desde ya pido disculpas por errores de redacción y/o ortográficos, me encuentro editando. No lo he archivado pues hay quienes disfrutan de leerlo y en realidad recibe bastante amor hasta hoy!♡ ¡Gracias por leer y por su cariño!♡

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Su lonchera traía un pan integral perfectamente cortado : los bordes marrones fueron retirados. A su lado, había fruta picada, y se veía ubicada de forma estratégica, de modo que los colores de la frutilla y la banana acababan formando una carita sonriente. Jimin sacó de su mochila la pequeña caja de leche blanca. Con su comida sobre el regazo, y su bebida a un lado, el pelinegro se dedicó a comer su colación minuciosamente preparada.

No era extraño ver a Jimin solo en alguna de las bancas del patio. Nadie se preguntaba realmente porqué, tampoco es que fuese criticado o fastidiado por lo demás. Ninguno de sus compañeros podría decir algo malo del pequeño realmente. No. Solo es una de esas cosas que suceden. El chico de abultadas mejillas jamás pudo encajar en un grupo, y hasta ese momento se sentía bastante bien tal y como estaba. A sus doce años no tenía dudas en su cabeza, ni crisis existenciales. Debía admitir que en más de una ocasión deseó jugar con los demás, pero el bullicio y el hecho de estar rodeado constantemente de otros muchachos inquietos, le incomodaba.

Sí, estaba bien estar solo.

El camino a casa era bastante monótono. El pequeño jugaba a dar zancadas para ir pisando las hojas anaranjadas que caían de los árboles. Se escuchaba el crujido de ellas tras cada salto. Algo de chapoteo hacía coro cuando se encontraba con uno que con otro charco. Apenas llegaba a casa, exclamaba su entrada. Pasaba un segundo para que un perezoso gato apareciese, y se refregase contra una de las piernas de Jimin. Ahí era cuando el pelinegro lo tomaba en peso y de esa forma, iba en busca de su hermana mayor. A esas horas se encontraba atendiendo la pequeña tienda que poseían como uno de sus ingresos.

Su hermana diría "¡Oh! ¡Jiminnie-ah! ¿Llegaste más temprano?" El pequeño negaría y ella con una sonrisa, le sujetaría de las mejillas para besar sonoramente cada una de ellas. "La comida está lista, ¡ah! Y Miyu está en tu habitación, ha estado esperándote."

Miyu era una muchacha un año menor que Jimin. Su cabello era largo y castaño. Poseía una graciosa chasquilla, y siempre llevaba su pelo suelto. Generalmente cuando Jimin llegaba a casa, su amiga ya estaba instalada en su hogar. Ella asistía a una escuela especial, pues había llegado hace poco a Corea. Venía de Japón. Bien. Así eran las cosas : la pequeña había llegado a comienzos de otoño. Jimin no sabía porqué , ni tampoco era que preguntara mucho al respecto. Solo estaba consciente de que era callada y para Jimin, parecía agradable como para estar en compañía de ella hasta que daban las cinco de la tarde, cuando su madre venía a buscarla. Siempre silenciosa y atenta a sus acciones. De vez en cuando Jimin disfrutaba de enseñarle algunas palabras, y aprendía de Miyu también. Solía gesticular mucho, y cada día la muchacha sabía más.

Así que en el fondo, Jimin tenía una amiga. Una japonesa de chasquilla graciosa, la que el noventa por ciento del día, no mencionaba palabra. Pero él era feliz con eso. Y estaba bien de esa manera.

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Un chico sonreía tímido en la esquina del enorme salón. Jimin no puede evitar presionar su mejilla contra su ante brazo mientras su vista está estática sobre él. Está rodeado de muchos de sus amigos, y sin embargo todos los demás desaparecen de su vista. Jimin está tirado en su mesa, y se oculta en sus brazos mientras lo ve. Tiene una amplia y curvilínea sonrisa.

happily.┋  kth & pjm ; vmin (!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora