22.
25 de Julio, 2014.
En algún lugar de Londres; Reino Unido.
Abro mis ojos encontrándome en una enorme habitación. Intento mover mis brazos y manos pero estos se encuentran sobre mi cabeza y atados al cabezal de la cama. Jadeo asustada e intento deshacerme tirando con desesperación, pero, me rindo al ver que este es imposible de deshacer. Parpadeo varias veces, para sólo dejar que las lágrimas corran por mis mejillas.
Thomas y Alice.
Fui una idiota al no darme cuenta pronto de la situación.
¿Quién más que Thomas sabe mis gustos de flores?
Abraham no es detallista, por lo cual no se molesta en preguntar. Debí suponerme en ese mismo instante que se trataba de él y sólo él. Respiro hondo y detallo la habitación buscando una posible salida.
Pero no, nada.
El lugar es grande, e inclusive, la cama a la cual estoy atada es enorme. Hay un balcón, dos ventanas y una enorme puerta de madera a la izquierda. Intento por segunda vez luchar contra las ataduras, pero este en vez de aflojarse solo logra ajustarse más y provocar con su roce posibles quemaduras en mis muñecas.
—Por favor, no luche o podría hacerse daño —dirijo mi mirada a la puerta y me encuentro con un muchacho que no ha de tener más de veinte años con una bandeja de comida en las manos.
Lleva un lindo cabello rubio cortado en capas. Sus orbes verdes me ven fijamente con miedo y vergüenza. Su tez, nariz y hasta labios me recuerdan a Alice.
—El señorito me ha pedido que le dé de comer —murmura por lo bajo rodando los ojos y coloca la bandeja sobre la mesa de noche que se encuentra al lado de la cama. Toma la pequeña silla que está frente al tocador, la posiciona frente a mí y se sienta.
Le miro y me es inevitable no pensar en mi Ethan. Tiene esa mirada tierna y encantadora de mi hermano menor, el cual de seguro ya se debe de haber enterado de mi secuestro. Sus ojos se ensanchan al ver como las lágrimas descienden nuevamente por mis mejillas, lágrimas que brotan por mi hermano, mi familia y mí Abraham.
—No me imagino tu dolor, Princesa —dice, y lleva su mano a mi rostro para deslizar su pulgar sobre mis mejillas y así limpiar mis lágrimas—. Le he de confesar que odio hacer esto, nunca estuve de acuerdo con mi hermana pero... Si no lo hago no terminará bien.
—¿Hermana?
—Sí. Me llamo Shawn y soy hermano de Alice —intenta sonreír pero solo logra hacer una mueca—. Y admito que no me siento orgulloso de serlo.
—Yo tampoco me sentiría muy orgullosa de serlo —él ni siquiera logra verme una segunda vez a los ojos. En cierta parte lo entiendo, es decir, si es Alice es su única responsable por desgracia debe obedecerla hasta la mayoría de edad—. Entonces... ¿Me alimentarás?
—Uhm, sí —le muestro una pequeña sonrisa y suelto una risita viendo sus mejillas sonrojar—... Eres bonita.
—Gracias.
—Princesa...
—¿Sí, Shawn?
—La ayudaré a salir de aquí.
Y tan solo sus pequeñas palabras le han regresado vida a mi mundo ya marchito.
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La Obsesión del Príncipe
Romance"Porque Abraham está loco por Kathren" 2022-EN EDICIÓN- ¡Dale mucho amor al Katham, por favor!