The Things I Write Because I Love You [YoonKook]

Plan en acción💕

Jin se vistió como todo un caballero. No sabía qué era lo que quería hacer en su cita. Según Yoon Gi, debian ir a dar un paseo por ahí, alrededor del trabajo de Nam, disimuladamente, como si fueran una linda pareja. Yo, en cambio, le sugerí IR AL TRABAJO DE NAM. Sí, entrar allí...

Y se preguntarán, ¿dónde trabaja Nam Joon? Pues él era barman. Sí, sí, no se lo esperaban ¿eh?

Claro que eran cerca de las nueve ese día. Yoon Gi y yo fuimos de incógnito. Nos pusimos las capuchas y nos escondimos en unos arbustos cercanos. No había nada mejor, sobretodo porque mientras tanto me tomaba un café con un brownie.

Al rato Jin y Ken de Barbie llegaron. Ambos se dieron un abrazo muy poco masculino la verdad, y entraron.

Después no sé que pasó porque no podíamos ver nada, así que esperamos a que salieran y nos pusimos a comer tras el arbusto, agazapados.

[Narra Seok Jin]

Cuando entramos al bar, me temblaron las piernas. Ken era un buen amigo, le conté que quería salir para despejar mi mente de ciertas cosas y aceptó acompañarme a emborracharme, digo... A seguir el plan (el cual no sabía). Elegimos ir a la barra, claro. Y justo allí lo vi.

Me vino a la mente ese momento en que mis mocos volaron a su chaqueta y no pude más con mi desgraciada existencia. Agaché la cabeza avergonzado y le pedí a Ken que ordenara algo bien fuerte.

—¿Qué van a tom...? ¿Jin?

Ahí comenzaba el "aborten misión". Levanté la mirada muy apenado y lo miré. Sonreí como estúpido y lo saludé.

—H-hola... Que casualidad, no sabia que trabajabas en este bar tan famoso al que nunca antes vine, ha.

Me miró parpadeando varias veces y arrugó un poco su frente. Creo que me odiaba...

—Traiga dos bebidas bien fuertes, señor—Ken pidió amablemente y luego pasó su brazo por mis hombros —.Mi amigo necesita unos buenos tragos.

—Quizás no sea buena idea beber tanto, ¿no crees?—me miró seriamente como si me regañase. Luego miró a Ken—.No me digas "señor".

—Es que... Debemos celebrar que hoy es nuestra primera salida juntos— miré a Ken, buscando que entendiera mi mensaje con la mirada —.Después iremos a dar un paseo, ¿verdad?

—Claaaaro—me guiñó el ojo de una manera muy seductora.

Después de ese guiño miré a Nam. Estaba muy serio, me daba miedo. Pero esperaba que esa seriedad fuera por los celos y no porque estuviese molesto conmigo y mis mocos.

Al rato nos trajo unas bebidas, las dejó de mala gana frente a nosotros y luego se alejó. Ken se encogió de hombros y empezó a beber mientras me contaba su vida. La verdad es que lo veía bastante entusiasmado al hablarle, incluso me tocaba el brazo o la cara, cosa que nunca le pedí. Me sentí raro, es decir, era mi amigo y nunca se había comportado así.

—Oye, me gustaría salir más seguido contigo Jin.

—Uh...—agarré la copa y bebí hasta el fondo—Claro, como no. Saldremos como los AMIGOS que somos, ¿verdad?

—Claro, amigos—rió divertido y miró extrañado.

Tras unas copitas más, Ken cayó. Habló estupideces por un rato y luego su cabeza ya estaba sobre la barra... En cambio yo seguía un poco sobrio. Que suerte.

Intenté despertarlo porque sino mi plan de ponerse cariñoso se iba a ir al traste, pero no lo logré. Lo escuché roncar como un pequeño cerdito. Tuve que rendirme; hasta los planes me salían mal.

—Aish...—saqué la billetera y busqué a Nam con la mirada, pero no estaba por ahí.

Tuve que pedir la cuenta y pagué por Ken. Lo volví a intentar levantar, pero estaba frito. Si lo dejaba ahí quizás no pasaba nada, tampoco vivía tan lejos como para no volver caminando, además estaba entrando en depresión y cuando eso pasaba no tenía fuerzas. Así que me fui. Supongo que lo entendería, era mi amigo.

Salí entonces afuera y esperé en la puerta. Se suponía que Kook y Yoon Gi estarían por ahí esperándome para volver a casa si las cosas salían mal, pero los muy traicioneros no estaban.

Pateé el poste de luz que tenia cerca y maldije.

—¿Vas a dejar a tu cita abandonada?

Escuché su voz. Me tensé por completo y no me giré a mirarlo, no quería pasar vergüenza.

—No es mi cita...

—Ah, que suerte —se acercó a mi por detrás y tocó mi brazo— Porque me gustaría hablar contigo.

—¿Eh?—Abrí los ojos como platos y me giré rápidamente —¿D-e qué...?

—De lo mal que te traté la otra noche. De verdad lo siento, fui muy grosero contigo.

No podía creer que Nam estuviera disculpándose por lo que pasó. En realidad yo era el que debía hacerlo, pero él se había portado bastante mal también. Me había echado del auto... Negro desgraciado.

—Está bien, te perdono— no podía perder mi estilo, por supuesto.

—Estaba molesto por lo que pasó con mi novia. No me gusta pelear con ella... Y ahora estamos algo distantes.

—Oh, no me digas...—se me iluminó la cara. Oh sí, era real.is plegarias en las noches funcionaron.

Agachó la cabeza un poco apenado y aproveché, obvio. Le di unos toques suaves en su cabello con su mano, intentando no gritar de la emoción.

—¿Podríamos dar una vuelta?—me preguntó.

—¡Si, por Dios!—me exalté— Digo... Sí, claro.

Esa noche la lunita me miró con cara sonriente, o creo que bebí un poco de más.