La Muñeca De Sebastian ( Sebastian Y Tú)

MS - Chapter T W E L V E

-Señorita? - Sebastian se acercó a mi quitando mi bordado -

-Hey! Lo estaba haciendo muy bien!- me quejé

-Primero, ya es la séptima margarita que borda en apenas media hora, al menos borde como humana - encarné una ceja - bien, no era para eso que vine - reí, tiró el bordado a un sillón cerca y se acercó a darme un beso en los labios, acarició mi mejilla -

-Vas a dejarme los labios rojos - le dije luego de que me los mordiera -

-mejor, es una buena opción para no usar productos que puedan dañar su piel - me sonrió - bien, Ammm - se puso nervioso - yo... Me gustaría saber si puede ayudarme con algo-

-¿Tienes una erección ahora? De verdad? -susurré, rió -

-No, aquello puedo controlarlo- me dijo - es que... El Señorito... No lo entendería - suspiró

-está enojado contigo y no te dejó vestirlo y quieres que vaya yo a ayudarlo - me miró -

-Sip, eso exactamente, pero quiero darle unos consejos - asentí y salí de la habitación rápidamente antes de que tuviera aquella charla-

Toqué dos veces y entré, Ciel estaba en la cama, boca abajo, solo tenía un pantalón corto y una camisa. Reí.

-Puedes ir así si quieres - dije, me miró -

-Yo lo haré solo - me contestó, fui y me senté, acerqué temerosa mi mano a su cabello - cuidado con lo que harás. Piénsalo mejor - sonreí y acaricié su cabeza - quita tu mano y piensa de nuevo -

-No le hables a tu madre así - rió y se cubrió la cabeza con la almohada-

-Serás mi madre en dos horas, las chicas tardan mucho en vestirse - comentó -

-Yo no, soy una muñeca, ¿recuerdas?- asintió -

-Sí, yo... - suspiró, parecía nervioso - Yo me dije que... Sebastian ya no estaría tan pendiente de mí si tenía a una chica, así que... Lo animé a que te hablase - rió seco y me volteó a mirarme más fijo, parecía triste - al parecer, estuvo menos pendiente de mí de lo que pensé, y ahora...

-Ciel, no hace falta que lo digas - aseguré - Tranquilo - dije algo preocupada -

-Descuida, tenía que decírtelo, y tú te quedarás con él permanentemente así que necesito desahogarme - suspiró - me quitaste toda la atención que tenía desde que me convertí en esto - no sabía qué decir, una lágrima rodó por mi mejilla, él se sentó a mi lado - Hey, no has hecho nada malo -

-Te quité a Sebastian - lloriquee - aún eres un niño Ciel, necesitas amor y atención - rió -

-No tengo cinco - contestó suave -

-Pero eres un niño de igual manera, tienes 14 - sonrió -

-Oye, me estás diciendo bebé - reí -

-No, te digo niño -

-Es lo mismo - se encogió de hombros -

-Entonces ¿eres un bebé? - reí -

-Pfff, sí, claro - lo abracé - o-oye... Espacio personal! -

-Yo te daré amor Ciel, toda la atención que necesites, no te preocupes - lo besé en la mejilla - también haré que Sebastian te de cariño - trató de alejarse -

-Oe! Ya basta! Solo bro-bromeaba! Sky... Por favor no lo llames - susurró lo último -

-Lo obligaré, no te preocupes - sentí una risa pero se obligó a callar, movió sus manos y me abrazó - mi lindo nene - rió - los seres vivos son los únicos que pueden tener hijos - dije con un nudo en la garganta- sin embargo, yo no puedo tener ninguno con Sebastian - lamenté -

-No llores, no sé qué decir cuando una mujer llora - sonreí, lo besé de nuevo en la mejilla y en la cabeza varias veces sintiendo el olor a eucalipto - ya basta, demasiado amor - reí -

-¿Ya no me lastimaras como decías antes? - negó -

-No te haría daño, Sky - me sonrió - Sebastian me mataría- reí -

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Lo ayudé a vestirse, me reí varias veces observando el traje de colores pasteles que debía de usar.

Y... Aprendí nuevas palabras, palabras que... No diré nunca, prefiero el viejo ¡rayos y centellas!

-Listo! - sonreí.

-Me veo ridículo - se quejó -

-Te ves adorable! - lo beso de nuevo- ay creo que me desmayaré- sonrió por no reír -

-Tu papel como madre será en veinte minutos, ve a vestirte - asentí y me fui de la habitación rápidamente.

Entré a la mía, Sebastian estaba en la cama, sentado, cuando me miró, se paró rápidamente y se acercó.

-Qué ocurrió? Porqué tardó tanto?-

-Por nada - negué, él encarnó una ceja -

-Dígame - demandó

-Sebastian, sabías que no puedo ponerme un vestido sola? - cerró los ojos agachando la cabeza - podrías ayudarme? - suspiró -

-Bien - dijo con ganas y se acercó -

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-Concéntrate Sky, no me pierdas de vista, sólo mírame de reojo y no reacciones - asentí nerviosa, miré a...