-N-no... No... No saldré- comencé a retroceder-
-Shhhh, Señorita, Tranquilicese, solo debe apegarse, no la atacarán si está conmigo -
-N-no... Por favor, esperemos hasta mañana - negó acercándose -
-Ven aquí, saldremos con cuidado y nadie la dañará, ya se han ido unos cuantos y...
-Hay varios! - me cubrió la boca, me abrazó fuertemente y besó la comisura de mis labios -
-Eso es, saldremos lentamente, y verá que se irán- negué- está temblando, tiene frío? No, No debería, nadie la lastimará, hace frío fuera y es de día, se irán - susurró -
Caminó conmigo lentamente hacia la entrada, subimos las escaleras y abrió la trampilla.
-Cierre los ojos - lo hice, acarició mi mejilla suavemente apretándome contra sí, subimos y sentí ese sentimiento que siempre tenía cuando los Ángeles se aproximaban a... Tratar de... De... De convencerme -
-Sebastian Michaelis, qué Sorpresa- escuché y apreté asustada los labios - no pensé que te arriesgases de esa forma solo por un ángel -
-No soy... Un ángel - susurré -
-Si lo eres, Cariño, y vine a buscarte - solté una lágrima al escuchar aquello, sin embargo, Sebastian me sujetó con fuerza nuevamente -
-Uy, lo lamento, pero, nunca fue un Ángel, es un demonio, la cual se quedará conmigo el resto de la eternidad -
-Eso no pasará - lo sentí sacarme el guante, me tomó de la muñeca - Idiota, eres un imbécil, maldita sangre impura, cuanta impureza en tan poca cosa - habrá visto la marca -
-Fue un gusto verla, Señora Ángela -
Me cargó y sentí el viento en mi cara nuevamente.
Pasó un rato hasta que se detuvo, escuché el golpe seco de la puerta al cerrarse.
-Abra los ojos - me dijo al dejarme parada en el suelo, los abrí con miedo y miré a mi alrededor, sonreí - ve? No le ha... -
Lo abracé con fuerza, me tomó de la cintura para besar mi cuello y volver a alzarme, me besó en los labios mientras subía las escaleras conmigo, metió lengua para luego morder mi labio inferior juguetonamente, reí cuando llegamos al piso de arriba.
-Hey! Antes del Sexo vendrían?! - gritó el niño rubio al fondo del pasillo donde estaban Lía, Claude, Alois y Ciel, el cual estaba algo avergonzado... Como yo, básicamente.
-Sebastian bájame - susurré, al bajarme me separé un poco -
-Necesito su ayuda, la de los dos - dijo Ciel acercándose pero se detuvo, frunció el ceño - Qué esperan! ¿Qué suplique? Oh no, harán lo que diga - se metió para su despacho algo molesto -
Ya con todos dentro, aún Sebastian no soltaba mi mano, yo de igual manera jalé un poco.
-Que ocurre? - me susurró -
-Shhhh - Ciel miró a Sebastian.
-Bien - dijo, miró a Lía y luego me observó a mi apretando los labios - ambas acérquese -
Lía me sonrió saludandome con la mirada, sonreí, según Sebastian, ya debe estar libre.
-Al parecer, por la cara de felicidad de ambos Demonios - suspiró con fastidio - supongo, anhelo, y, espero que ambas hayan hecho el contrato de sangre por lo que ahora pueden quedarse aquí para el resto de la Maldita eternidad, por lo que deberé de fraternizar con Sky - sonreí, eso está mejor, además Ciel necesita algo de amor, está siempre amargado, uno que otro abrazo no le haría mal - contigo por suerte no - Lía abrió los ojos algo avergonzada-
-Ciel, por favor - lo miré impresionada y negué -
-Bien - dijo entre dientes mirándome algo seco- ambas actuarán como nuestras madres en la fiesta de Brunei Kluivert, el cual, ahora, es su verdadero nombre, el punto es que, nos van a querer llevar a nosotros a un lugar, a ustedes a otros y a ellos dos a otro - jugó con sus dedos - a los hombres los matan, a las chicas se les prostituye o se les venden los órganos y a los niños... Básicamente lo mismo - miró hacia otro lugar desviando su mirada de mi que por unos segundos persistió - tenemos que hacer lo siguiente, Alois y yo aguantaremos lo más que podamos en aquel lugar- infló sus mejillas y soltó el aire de pronto - cuando quieran llevarnos o sospechemos, los llamaremos y ustedes o cualquiera de ustedes dos - nos miró - solo vigila hacia donde nos vamos, luego... Supongamos que tratan de drogarlas, ustedes los cuatro caen - se paró del asiento achinando los ojos con fastidio, retrocedí un paso- SE CAEN! ENTIENDEN! COMO UN PUTO HUMANO NORMAL - miró a Sebastian, yo también, se acercó a paso rápido tragué en seco - escuchaste Imbécil? No hagas lo de la anterior vez porque juro que agarraré a Sky y le haré daño, me oíste? -
-Cómo ordene mi Señor - me miró de reojo -
-Ciel, pensé que congeniariamos - susurré - tú no me harías daño y lo sabes - decía acercándome lentamente queriendo tocar su hombro pero negó -
-Luego hablaré contigo - dijo y se volvió para ir con Alois el cual no hablaba mucho -
-Cuántos tenias? - preguntó Lia -
-14, insolente - suspiró, Ahg, es solo un niño, porque... - lo lamento, estoy bajo estrés- se cruzó de brazos mirándome- tendrán el permiso de...
-Tendrán el permiso? - se acercó Alois - eso es estúpido, exageren, cuando encuentren al culpable lo matan -
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La Muñeca De Sebastian ( Sebastian Y Tú)
Fanfic3 años más tarde. Ciel y Sebastian se van para un sitio, curioso, qué, según el niño, aquellos extensos perímetros de tierra, son perfectos para construir y para agrandar sus fábricas, con el sol a favor, aquellos dos van a pedir comprar esos terre...