Capítulo 16. "¿Perdón?".

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Sousuke se encontraba caminando de un lado al otro, haciéndole creer a sus amigos que pronto llegaría al otro lado del mundo de tanto caminar en aquel pobre sitio. Tomó nuevamente su móvil y marcó el número ya memorizado de su pareja. Pero, nuevamente nada. Solo el maldito contestador, que acababa con su poca paciencia.

Como ya hacía más de 3 horas, Sou no se movió de la casa de sus amigos. Rei estaba leyendo uno que otro montón de papeleo que tenia sobre la mesa. Nagisa servía una nueva taza de café a todos. Haru miraba con tristeza al moreno que caminaba frente a él, con un móvil a punto de morir por tanto ser exprimido por su respectivo dueño.

─Sou deberías tranquilizarte, ya te llamará. -sonrió con cautela Nagi, mientras le entregaba su taza de café.

─Lose, pero aun me molesta que ni siquiera responda para saber si esta bien. -suspiro, recargando su cuerpo en el amplio y cómodo sofá, junto a él se encontraba aquel pelinegro que tan frágil le parecía ahora.

─Perdona Sousuke, esto es mi culpa. -se disculpó por décima octava o décima novena vez el pelinegro.

─No digas tonterías. Creo que es mejor que me valla. Por cualquier cosa quiero que me llamen. Haru, si Rin se comunica contigo, no dudes en decirmelo. -estiró su mano y revolvió un poco el cabello del nombrado. ─No permitiré que esto se quede así. -el pelinegro asintió y sonrió como afirmación ante su delicada sugerencia.

Sin más que decir, el moreno se retiró de la pequeña casa de sus amigos y marcó su camino de regreso a casa.

Cuando pasaba por aquel extenso parque a metros del lago, se le ocurrió caminar un poco por allí, y procurar respirar un tanto de esa relajante naturaleza. El viento estaba algo fuerte, muy placentero para sus secos pulmones. Como si fuera el destino, una vanca del parque estaba más solitaria que él mismo en esos minutos, por lo que decidió sentarse y tratar de llenar un poco ese espacio tan vacío. Mirando a lo lejos el lago, meciendo en un vaivén sus aguas oscuras por la noche, reflejando una parte de la luna que busca querer esconderse por completo entre las nubes. Pensando en qué maravilloso sería congelar ese momento, para siempre.

...

En aquel departamento, su primer hogar, su primer lugar donde podían expresarse aquel amor tan lleno de inocencia y buenos momentos más que malos. Makoto caminaba recorriendo su departamento, con impaciencia como algo de miedo por que llegara quien era dueño de las pertenencias que estaban en aquel cuarto y con quien compartió horas antes aquella cama.

El castaño había tenido muchas horas para pensar en todo lo que había sucedido. Las verdades de las que se había enterado, casi las terminaba de analizar, preparándose para poder aceptarlas. Pensar y pensar sobre todo aquello no le hacía bien, pero comenzaba a entender muchas cosas que había ignorado. Recordar, darse cuenta de lo que estaba a simple vista, pero su subconsciente no quería dejarle ver.

Flash Back.

Faltaba poco para el fin de semana, y Mako se encontraba entre la espada y la pared. Por un lado estaba el querer pasarse todo el fin de semana con su amigo y primer amor, Haruka, y por el otro estaba la extraña situación de que el pelinegro le había cancelado. Pero, que por escuchas descubrió que saldría con alguien más, eso le rompió el corazón aquel día, aunque quería descubrir quién se había robado a su amor no correspondido de sus planes premeditados hacía una semana atrás.

Los pasaron y las horas para que sea sabado estan en continuo movimiento. Como la hora de salida de mi instituto, y como siempre el castaño se dirigió en cubierto al instituto a unas 4 cuadras de allí, en el cual asistía su flamante y grandioso amigo Haru.

Tú amor, me lastima... (SouxMako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora