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Mikey se había molestado bastante porque perdió su trabajo, pero afortunadamente Gerard no estaba despierto para presenciar su arranque.

Frank se quedó esa noche de nuevo, y cuando despertó la mañana siguiente salió del cuarto de Gerard para contarle a Mikey.

"¡Sin su ayuda me gastaré toda mi paga con las cuentas!" Mikey exclamó, lanzando las manos con dramatismo. "Él lo sabía joder-"

"Mikey." Frank lo interrumpió suavemente, no quería molestarlo más. "Necesitamos pensar positivo aquí, si no se estresa por el trabajo, será más fácil que se limpie, será-"

"Frank, no va a limpiarse." Mikey suspiró, recargando la cabeza en sus manos. "Ama demasiado las drogas, y por más que quiera creer que puede hacerlo, no puedo."

Eso encabronó un poco a Frank, porque sabía que si Gerard escuchaba a Mikey diciendo algo así se consideraría débil e incapaz, y ahí es cuando los adictos tendían a volver al hábito.

Se abstuvo de expresar eso, mejor decidió mencionar el primer logro de Gerard.

"Ayer estuvo todo el día sobrio." Habló calmado, viendo los ojos de Mikey agrandarse en sorpresa.

"¿L-Lo hizo?"

"Lo hizo." Frank asintió. "Y creo que si hoy también puedo mantenerlo lejos, estará muy cerca de poder resistirlo."

"¿Cómo harás eso?"

Frank no respondió de inmediato, intentó desesperado pensar en una forma de explicarlo sin sonar loco.

"Voy a encerrarnos en su cuarto."

"¿Cómo esperas hacer eso? El seguro está dentro del cuarto."

"Con tu ayuda..." Frank murmuró, de nuevo no quería sonar loco. "Si atas algo a la perilla, y lo amarras por el pasillo, no podrá abrir."

"No sé qué tan bien funcionará." Mikey murmuró, cruzándose de brazos.

"Vale la pena intentarlo, y me dio permiso de hacer lo que sea necesario para que las deje, así que haré esto. Aunque no le diré que va a pasar, así que cuando se despierte lo dejaré comer e ir al baño, lo que sea que haga normalmente, luego cuando estemos adentro tú harás lo de la perilla."

Mikey estaba muy vacilante para aceptar, pero estaba desesperado entonces, así que a regañadientes lo hizo.

-

"Hey, nene." Frank sonrió cuando Gerard entró a la sala con el cabello revuelto. "¿Cómo dormiste?"

"Bien hasta que te fuiste." Gerard rio tímido, sonrojándose cuando Frank se levantó para saludarlo con un beso. "¿Qué tal tú?"

"Yo dormí maravilloso." Frank sonrió, sosteniendo la mano de Gerard mientras caminaban hacia el sofá donde estaba Mikey.

"Buenos días, Mikey." Gerard habló bajito, el acto inusual se sintió extraño para él. "¿Dormiste bien?"

Mikey estaba sorprendido, Gerard nunca lo saludaba, jamás, y aunque haya hablado con él la noche anterior, seguía sorprendido.

"Lo hice." Mikey sonrió genuinamente, mirando un momento a Frank como agradecimiento. "Gracias por preguntar."

Gerard solo asintió quedo, no tenía una respuesta para eso; con el tiempo eso cambiaría, se dijo a sí mismo.

Sin embargo, pronto notó que tenía que decirle a Mikey que perdió su trabajo, obviamente no sabía que Frank ya había escupido las noticias.

Una Nueva DrogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora