Cada vez me incomodaba mas el vestido, me habías invitado a una cena del equipo, Melissa no podía venir ya que tenía que cuidar de la pequeña Gala, era una cena elegante y me costó mucho encontrar un vestido adecuado.
— Vamos a bailar— Me pediste, yo me negué, me daba vergüenza bailar delante de tus compañeros, aún así me convenciste.
Bailamos unas cuantas canciones y entonces sonó una lenta, puse mis brazos alrededor de tu cuello y tu hiciste lo mismo en mi cintura.
— ¿Te sigue dando vergüenza?— Asentí.— Está bien, cierra los ojos.
— ¿Para que?— No estaba segura de eso, ya era un desastre con los ojos abiertos.
— Cierralos— Cerré los ojos y siguió hablando.— Piensa que estamos en Barcelona, imagínate que vamos caminando por las largas calles a las 4 de la madrugada, tu madre te está llamando preocupada pero no le haces caso, en vez de eso, te pones a bailar al ritmo de aquella canción y yo hago lo mismo, parecemos dos lunáticos pero no nos importa, apenas tenemos 16 años y tu te has escapado de casa, me has pedido que te vaya a buscar y eso he hecho, vas un poco bebida pero eso no te impide seguir bailando, se que amas Barcelona pero te prometo que cuando pueda saldrás de este infierno en el que vives y nos iremos lejos, los dos juntos, yo como futbolista y tu como abogada, seguimos bailando hasta que tu madre se cansa de llamar y la música para, tu cara de fastidio es épica pero reaccionas y sigues bailando sin música, te digo que es tarde y que tenemos que irnos, no me haces caso y sigues bailando, te veo tan feliz que dejo que sigas bailando, me siento en la carretera y me quedo mirando el movimiento que hace tu pelo cuando saltas, tu enorme sonrisa y tus ojos cerrados, admiro tu fortaleza interior, te acabas de escapar de casa llena de moretones y sigues bailando, te sientes libre haciéndolo, es tu manera de desahogarte, te acercas a mi y me agarras de las manos para ayudarme a levantar, pasas tus brazos por mi cuello y yo los paso por tu cintura, juegas con el pelo de mi nunca mientras bailamos, nos acercamos lentamente y te beso, nuestros labios encajan a la perfección y en mitad del beso sonríes.
— Recuerdo esa noche, cumpliste tu promesa, me sacaste de aquel infierno— Seguíamos bailando como aquella noche de verano.
— Eramos unos críos, te apreciaba, apreciaba la forma en la que sonreías a pesar de todo, y lo sigo haciendo.
Y como aquella inolvidable noche, me besaste, era como si no hubiera nadie mas alrededor, solo estábamos nosotros.
Espero que te haya gustado bluecarrasco❣️
Tengo una novela de Max Meyer por si os queréis pasar.