Propuesta
Sebastian a veces no entendía como era que podía compartir sangre con alguien como Emily.
La octava entrega de la saga de rápidos y furiosos se acaba de estrenar en los cines, y le había propuestó a su hermana que ambos fueran a verla, pero Emily se había negado tan pronto como le había preguntado
Sabía que estaba comportándose como un niño, pero acaban de llegar a la ciudad hace un par de meses, y su vida consistía en trabajo y más trabajo, por lo que no había tenido tiempo de hacer amigos o conocidos en esta ciudad.
Bueno, en realidad si había alguien, pero Sebastian era demasiado cobarde como para pedirle salir.
-¿Por qué tan enojado con el mundo?- cuestionó Michael de manera divertida al observar la manera en la que Sebastian lanzaba las cosas sobre la banda movediza. Sebastian levantó la vista, sus ojos azules fijos en los ojos miel del cajero. Soltando un suspiro bajo la mirada y murmuró la respuesta.
-Es algo infantil, pero no tengo con quien ir a ver una película al cine, y mi única esperanza me dijo que no- la mirada de Michael expresó confusión, algo parecido a la desesperanza, y finalmente comprensión, pero Sebastian se negaba a levantar la vista, por lo que todo esto le pasó desapercibido.
-Yo bueno, si quieres claro, podríamos, ya sabes, ¿No? bueno es que- Sebastian finalmente posó sus ojos en Michael, el cual se había sonrojado y tartamudeaba tratando de soltar una frase de manera atropellada – ¿Quisieras ir conmigo?- cuestionó Sebastian confundido y aturdido, sintiendo un nudo de nerviosismo instalarse en su estómago y con su cerebro recriminándole de no haber mantenido la boca cerrada.
Pero contrario a sus pesimistas pensamientos, Michael asintió con una de sus típicas sonrisas, pequeñas, tímidas y adorables –El sábado en el cine Regal, a las seis, ¿Esta bien?- pregunta Sebastian de manera rápida, pero Michael le entiende perfectamente y asiente con energía.
-Nos vemos el sábado entonces- murmura el cajero entregándole a Sebastian su ticket de compra –Hasta el sábado- se despide Sebastian, tomando sus cosas y saliendo del establecimiento.
Llegando a casa, preparara la comida preferida de Emily, y cuando esta llegue de la universidad, Sebastian se dijo a si mismo que la abrazaría, porque gracias a su rechazo, consiguió invitar a Michael al cine.
Y cuando Emily pregunte porque tanto cariño tan repente, Sebastian le dará un beso en la frente y le dará las gracias.
Dejando a Emily aún más confundida que al principio.
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El chico de la tienda
Roman d'amourPara Sebastian, el hacer la compra de la casa era una tarea que siempre le había fastidiado. Pero no podía quejarse o decir algo al respecto, porque cuando se mudó a la ciudad de Seattle en compañía de Emily, su hermana pequeña, ambos se habían divi...