Engañando al amor (t.A.T.u Fanfic)

Cap 1

bueno, este fanfic no es escrito por mí pero espero que les guste, tal vez algunos ya lo leyeron y los que no, pues disfruten ;) tengan buena noche! atte. Kmr_92

Lena dijo Yulia con ese tono persuasivo que ella conocía tan bien.
Yo...mmm bueno tengo un pequeño problema, y temo que necesito de tu ayuda.

Lena sintió como su estómago se revolvía al escuchar eso, se encontraba leyendo en su cómodo sillón y no andaba de buen humor que digamos ya que a veces esas largas horas que pasaba en la universidad podían ser tan tediosas que al llegar a casa no estaba de humor para escuchar los "problemas" de Yulia...

Pasaron muchas cosas por la cabeza de la pelirroja seguramente se había metido en algún problema por culpa de alguna chica, quizá algún tipo quería golpearla por solo haberla mirado de forma lasciva, ya que para ser pequeña tenía muy buen cuerpo ya que practicaba mucho deporte...Oh quizá pues había donado el dinero en alguna causa noble como lo había hecho anteriormente...

Yulia se encontraba nerviosa, más nerviosa que nunca y eso era muy inusual en ella nada ni nadie la ponía nerviosa nunca...

Lena volvió a sentir ese malestar en el estómago...- Por el amor de dios Yulia dime ya que a pasado para que estés así- le pregunto con un poco de desesperación fijando sus ojos grisáceos en los ojos de la mujer que había amado y odiado desde que la conoció en el colegio

Lena ese primer día de clases era molestada por unos niños mayores que ella, los cuales le gritaban una sarta de insultos por ser una ñoña rata de laboratorio, al momento de que uno de los chicos trato de meter la mano por debajo de la falda de su uniforme Yulia pasaba por el lugar y fue inmediatamente en su ayuda, desde ese momento Yulia se volvió el amor imposible de Lena y desde entonces se había transformado en su devota esclava. Y lo seguía siendo ¡Y ella lo sabía!

Yulia aún seguía parada delante de Lena con ese nerviosismo poco característico en ella, sabía que no debía hacerle caso pero que podía hacer Lena era débil en cuanto a temas de Yulia, por que sabía perfectamente que siempre terminaba convenciéndola con aquella mirada inocente.

Yulia se hincó frente a Lena tomando su mano, no es nada malo, de veras Lena- le dijo.
¿Y peligroso?-Contesto secamente.

Desde que la conoció siempre había sido un torbellino, y una aventurera sin igual, siempre estaba tratando de trepar al árbol más alto, siempre tenía que jugar los deportes que jugaban los chicos y terminar siendo la mejor de todos. Siempre había corrido más rápido, había saltado más alto y tirado más lejos que ninguno de sus compañeros, pero aun así se complementaban tan bien la una con la otra aportando su granito de arena en esa linda amistad.

Pero todo eso había cambiado cuando había empezado la escuela secundaria y la pubertad la había hecho quedarse atrás en ese campo y se habían empezado a notar las desventajas de altura, peso y tamaño. Yulia había dejado de crecer, y la naturaleza la había dotado de una figura de cuerpo delgado y delicados huesos. Pero aun así eso no era obstáculo para ella.

A Yulia le encantaban las chicas deportistas, si había algo que la volvía loca era una mujer con un buen y apretado cuerpo por el ejercicio, el cerebro no importaba solo la belleza, también le gustaban altas, lo que era paradoja, teniendo en cuenta su altura.

Y aunque Lena siempre fue mucho más alta que Yulia, y tenía mejor cuerpo del que Yulia creía, nunca reuniría los requisitos para cautivarla sexualmente. No había chispa en sus ojos cuando la miraba. No había química por parte de Yulia.

Lena lo sabía porque Yulia se lo había dicho con despiadada sinceridad, la noche que festejaba sus veintiún años, cuando ella había desperdiciado dos docenas de rosas tratando de cortejarla una vez más. Cuando le había confesado que estaba loca por ella, pero Yulia le había dicho que la quería mucho, pero que se trataba del amor que podía sentir por un hermano mayor o por su mejor amiga. Ella lo lamentaba, pero si ella no podía aceptarlo, tal vez sería mejor que se alejara de su vida.

Ella tenía razón, por supuesto, Habría sido mejor alejarse de ella, pero no lo había hecho, simplemente no podía hacerlo. Había seguido siendo su mejor amiga, dejándole un hombro en el cual llorar cada tanto, y dinero, cuando lo necesitaba desesperadamente.

No seas tonta- dijo Yulia, no es nada de lo que te estas imaginando, no me he metido en ningún problema peligroso del cual mi vida esté en peligro.
Como sabes lo que estoy pensando dice Lena acomodándose en el gran y cómodo sillón. Porque también te conozco Lena, además con lo único más peligroso que juego es con mujeres más grandes que yo.

No tienes que explicarme nada, Yulia
Ni que yo fuera tan... tan...
¿Loca? ¿Irresponsable? ¿Impulsiva?

Ella era todo eso, ni que decir de lo calida que era, lo natural, lo maravillosa, se dijo a sí misma.
Lena levanto el libro que tenía en la mano dejándolo a un lado de ella, para levantarse por un vaso de vodka y sintió como le quemaba la garganta, y luego el estómago, ella no tomaba pero a veces lo necesitaba y todo por culpa de Yulia.