Engañando al amor (t.A.T.u Fanfic)

Cap 10

Ella se sonrió.

-Me alegra saber que sigues teniendo tus prioridades. Sí, he hecho ejercicios. Y llevo mucho tiempo en ello, ya no era aquella niña de la que todos se reían debido a su aspecto.

¡Oh!-no pudo decir más. Sólo podía mirarla mientras ella se dirigía al cuarto de baño de su habitación.

-¿Quieres ducharte?

Yulia no sabía que pensar. Lena era como una extraña para ella, una extraña muy sexy...

La deseaba. ¡Oh, sí, la deseaba terriblemente!

¿Pero en que acabaría todo eso?

Porque una relación con la antigua Lena sabía que podría terminar en matrimonio e hijos, porque esa Lena la amaba de verdad. Pero con esa nueva Lena todo era diferente. Era dura, fría, no podía comprenderla. ¿Katia, la habría dejado por otra? ¿La habría convertido en una mujer que odiaba a su propia raza?

Se había valido de ese matrimonio fingido para besarla, y para forzarla...

Aunque a decir verdad no la había forzado a nada. Ella la había dejado, incluso la había alentado.

¿Cuándo había despertado el interés sexual de la pelinegra? ¿De dónde venía la llama? ¿La química?

Llevada del poder de aquélla situación, Yulia la siguió al baño.

Se quedó de pie allí, observando cómo la pelirroja terminaba de sacarse la poca ropa que le quedaba encima.

No había ningún indicio de excitación por parte de la pelirroja. ¿Cómo podía ser después de lo que había ocurrido entre ellas?

-¿Te gusta lo que ves, Yulia?- dijo la pelirroja.

-Sí...-dijo ella con la garganta y la boca secas, aunque no era precisamente una puritana.

Lena sonrió cínicamente. Y se acercó a ella.

-¿Entonces, que esperas?-preguntó-.

Apuesto a que con Daria no has sido tan tímida la primera vez. ¿O es que quieres que te desvista? ¿Te gusta que tus amantes te desvistan? ¿Es eso?

Yulia estaba anonadada. Le habría gustado mandarla al diablo, demostrarle que no iba a dejar que la trataran así. Pero en cambio, rodeó el cuello con sus brazos, se acercó a Lena quedando apoyada en la punta de sus pies, debido a la diferencia de estatura entre ellas, la miró a los ojos y la beso, apretándose contra su cuerpo.

-Sí- dijo ella. Me gusta que mis amantes me desvistan.

Lena sentía su excitación elevarse cada vez mas al sentir ese pequeño pero bien formado cuerpo tan cerca. Así que la pelinegra iba a tomar el control de la situación, ¿no? La pelirroja intentó refrenar su deseo una vez más, y se quitó los brazos del cuello. Luego se separó unos centímetros y le desabrochó la blusa.

Cuando tuvo ante ella, esos pechos pequeños estuvo a punto de perder el control, pero reunió fuerzas y siguió con el cierre de la falda hasta hacer resbalar la prenda hasta el suelo.

Yulia se quedó solo con sus pantaletas. Los dedos de Lena recordaron lo que habían estado tocando antes mientras se las bajaba. Era demasiado para ella, para su reprimida piel que había deseado siempre a esa pequeña morena.

Lena se alejó para abrir la ducha. Se fijó que la temperatura del agua fuera la deseada y mientras aprovecho para guardar la compostura perdida casi por completo momentos antes.