Cap 9

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bueno, a disfrutar!!! no olviden sus votos y comentarios ;)


Disfrutó como nunca y empezó a ver las ventajas de aquella situación.
Cuando separo su boca de los labios de la pelinegra, se encontró con la sorpresa de que ella la miraba con una especie de extraño respeto. Era una mirada a la que no le sería difícil acostumbrarse, decidida, la tomo firmemente aprovechando ese momento de que Yulia había bajado toda barrera y la volvio a besar. Incluso esa vez fue temeraria y se atrevió a deslizar su lengua entre los dientes de ella. Rogando fervientemente que ese extraño respeto durase unos segundos más.
Pero fue un beso breve, porque la sensación de sus labios en la boca de la morena la empujó a una corriente de deseo mareante y peligrosa...
Supo entonces que no sería la última vez que la besaría esa noche.

-¡Qué romántico! -dijo la madre de Yulia cuando Lena terminó el beso.
-Di una sola palabra, y te aseguro que le diré la verdad. ¡Te lo juro! -susurro la pelirroja cuando Yulia recuperaba el aliento.
Yulia no dijo nada, pero le habló con la mirada.

-¿Por qué no se va a la cama, Larissa? -dijo Lena, debe de estar muy cansada, Yulia y yo estaremos bien. Tengo que agradecer su visita: servirá para que Yulia le encuentre algún sentido a nuestro matrimonio. Antes de que llegara aquí, Larissa nuestro matrimonio era un desastre.
-¡Ya veo!
-No hice nada con Daria el fin de semana pasado, mamá -insistió Yulia, en un tono que recordaba al de una niña traviesa que intentaba defenderse de una acusación aunque la hubieran pillado con las manos en la masa.
Lena nego con la cabeza, ¿Es que no paras de mentir?
-Yo...simplemente intentaba poner celosa a Lena, hacerle sufrir en carne propia lo que se siente cuando ves con otras a la mujer que amas.
Como si ella supiera lo qué era eso, pensó Lena, ¡Si ella jamás había amado a nadie en toda su vida!
-Me parece que son unas tontas. Son demasiado grandes ya para jugar este tipo de juegos.
-Estoy de acuerdo, Larissa -dijo Lena, y no habrá más juegos. Lo prometo.
-Me parece muy bien -un bostezo tomó por sorpresa a Larissa y se disculpó.
-Vaya a la cama, Larissa
-Sí, estoy cansada. Y me he tomado una pastilla para dormir justo antes que llegaras. Pero no más discusiones, por favor. No podría soportarlo.

Lena se acercó a la morena por detrás, tomándola por la cintura y la atrayéndola hacía su cuerpo
-Estaré demasiado ocupada besándola para que eso ocurra, -dijo ella acercando su rostro hacia el hombro de la morena.

Hazlo Lena, parece funcionar. No recuerdo nunca haber visto a Yulia tan sumisa y dejen de una vez por todas de estarse peleando como dos niñas de segundaria, ahora si me disculpan la cama me llama.
-Buenas noches Larissa que duerma bien.
-Sonríe- le dijo la pelirroja casi en un susurro, mientras mantenía la sonrisa estúpida que fingía.
-Bianca sonrió y le deseó buenas noches a su madre.

Apenas Larissa cerró la puerta de su habitación de invitados, Yulia se soltó de los brazos de Lena y le dijo furiosa.
-¿Cómo te atreves?
-No grites Yulia, tu madre puede oírte...
Ella la agarró por un costado del vestido y la llevó a la cocina.
-¡No tienes derecho a contarle nada sobre daría y acusarme de infiel! Sé que crees que yo no tengo moral, pero te equivocas ¡Y yo nunca, jamás seria infiel!
-¡Oh! ¡Bien! Me alegro mucho saberlo, Yulia, especialmente ahora que estamos casadas.
-No seas ridícula, sabes perfectamente que no estamos casadas.
-Sí, lo estamos por quince días. Y voy a disfrutar de las ventajas igual que padeceré los inconvenientes.
-¡Qué! ¿Disfrutar de las ventajas? -repitió la pelinegra poniéndose totalmente pálida -¿Qué quieres decir con eso?

Lena no estaba totalmente segura, pero se le estaban ocurriendo algunas muy buenas ideas.
-¿Qué crees tú que quiero decir con ello? Puede ser que ya no este enamorada de ti Yulia Volkova, pero sigo teniendo fantasías contigo. Ya que no puedo tener a Katia ni a ninguna otra mujer mientras está tu madre aquí, haré el amor contigo.

Lena disfrutó de la mirada atónita de Yulia.
-No te atreverías -dijo casi en un susurro
¿No se atrevería Lena?
-Pruébame -se rio sarcásticamente la pelirroja
-Pues no te lo permitiré
-¿No? -Lena alzó una ceja y le pasó la mano por un seno.
Ella retrocedió, pero Lena se dio cuenta que su pecho había reaccionado por debajo de la camisa blanca. Ella nunca solía usar brasier

La respuesta de Yulia la estremeció, aun sabiendo que no era una respuesta dedicada para ella especialmente. Lena sabía que la morena era una mujer muy sexual.
Yulia nuevamente lo miraba como si no la conociera.
-Yo...yo no te quiero así -dijo la morena, como quien se intenta convencer a sí misma.
-Lena solamente sonrió. Aquella mujer ya no tenía el poder de herirla diciéndole esas palabras, había pasado la línea del amor al odio una vez más, y la experiencia le había parecido más desafiante e interesante de lo que había pensado. La pelirroja podía hacer que ella la deseara, se sintió completamente segura.
Pero sabía que, si se lo mencionaba, la pelinegra lucharía contra sus sentimientos y contra ella, Yulia era tan cabeza dura como orgullosa.
Lena se encogió de hombros.
-No importa, simplemente recuéstate y piensa en la salud y la felicidad de tu madre. O piensa en la mía. Después de todo, yo soy tu mejor amiga, ¿No? Y tú me quieres mucho. Al menos eso me has dicho muchas veces, supongo que no querrás verme sufrir por tus mentiras ¿Cierto?
-¿Sufrir? -pregunto ella.
-Contrariamente a tu opinión, soy una mujer activa sexualmente, que contempla una quincena de celibato con un sentimiento similar al horror, si quieres que deje de andar por ahí, tendrás que mantenerme contento en la cama.
-Debí decirle la verdad a mamá -dijo la morena
-Quizás. Pero ya es tarde
-Nunca es demasiado tarde -dijo la pelirroja.
Lena le miró esos hermosos labios color rojo y pensó cómo le gustaría probarlos de nuevo.
-¡Oh! Pienso que sí, Yulia -dijo Lena, al momento que la tomaba desprevenida entre sus brazos y probara nuevamente sus besos.

Yulia no podía creer lo que estaba ocurriendo.
Lena la estaba besando y ella estaba disfrutando. No, en realidad estaba demasiado confundida como para disfrutar relajadamente.
Pero sin duda su cuerpo estaba respondiendo positivamente a la pasión de los labios de Lena y al abrazo de su cuerpo, se estaba derritiendo en sus brazos y estaba sintiendo dentro de ella una lengua demasiado experimentada y la morena incluso quería más.
Lena empezó a avanzar lentamente lo cual hizo que la morena retrocediera hasta que se toparon con el sofá al cual la recostó, sin dejar de besarla.
Yulia estaba cautivada por aquella excitante nueva pelirroja, jamás había pensado que podía sentirse así y mientras su mente intentaba adaptarse a esa inesperada faceta de Lena, su cuerpo seguía respondiendo con instintivo deleite. A la morena siempre le había gustado que las mujeres tomaran parte activa al hacer el amor, que la arrastrasen con pasión esa pasión femenina que le encantaba.

Lena acomodo el cuerpo de la pelinegra al lado del suyo, su boca seguía hambrienta, y la hacía perder la noción de todo. Yulia la deseaba cada vez más, necesitaba sentir su cuerpo contra el de ella, por lo que estiro su pierna derecha entrelazándola con la de la pelirroja, en cuanto una de las manos de Lena comenzó a deslizarse por aquella hermosa y suave pierna, en lo único que podía pensar era en la excitación que sentía. Yulia tenía toda su concentración en aquella mano que se movía lentamente por su muslo, gimió suavemente cuando sus dedos finalmente llegaron al borde de su pantaleta. Separaron sus bocas y respiraron pesadamente, Lena hundió su cabeza en el cuello de la pelinegra mientras su mano seguía esa loca carrera.
En ese momento, la pelirroja buscaba pliegues húmedos y lugares sensibles que respondieran a su tacto, Yulia comenzó a contorsionarse placenteramente
<<Tócame aquí, y aquí, y aquí>> <<¡Oh, si, asi!>>, <<¡Por favor, no pares!>>.
Pero Lena paro, quito la mano, y se puso de pie después de arreglarse la ropa fríamente, luego se arregló su desordenado cabello.

-Aquí no-dijo ella, mirando la cara de la desconcertada y sonrojada morena. Y de este modo, no.
Se fue a la habitación principal antes de que ella fuera capaz de decir nada, Yulia aun tenía el corazón agitado, y el cuerpo implorante de deseo. La siguió, Lena se quitó el vestido; luego la colgó en closet, no parecía afectada por lo que acababa de pasar entre ellas, como si fuera algo normal. Pero no era normal.

-Lena... yo...- dudo momentáneamente la morena distraída al verla sacándose la ropa interior.
Unos hombros blancos y pecosos... y esos grandes y hermosos senos, Lena camino unos metros y tiro la ropa al cesto que había en un rincón, con ese movimiento Yulia descubrió algo interesante.
-¿Has estado haciendo ejercicios? –preguntó asombrada, y molesta, como si ella no tuviera derecho a hacer esas cosas a sus espaldas.

Engañando al amor (t.A.T.u Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora