Cap 11

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bueno, para los que leen todas mis historias saben que no podré postear más hasta el día martes así que les dejaré capítulo doble para que no me extrañen ni quieran matarme XD 


LENA llevó la bandeja del desayuno al dormitorio. Apretó los labios al ver a Yulia desnuda aún.

Su adorable pelo negro ya no estaba confinado en aquel moño que llevaba el día anterior. Estaba desparramado sobre las sábanas color crema. Parecía una postal de erótica decadencia.

Si su madre la hubiera visto...

Pero la señora Volkova estaba dormida, bajo los efectos de aquella pastilla seguramente. No era demasiado tarde. Sólo las ocho de la mañana.

Lena dejó la bandeja en la mesilla y observó la deliciosa curva de su espalda. No pudo resistir la tentación, y se inclinó a besársela, antes de recorrerla con la punta de la lengua.

—¡No! —se quejó ella, apartándose de la pecosa.

Luego se puso de frente. Los ojos estaban cerrados aún.

La pelirroja se emocionó al ver su cuerpo pequeño, tan perfecto y hermoso.

Yulia siempre se había quejado de sus pechos pequeños y de su baja estatura, pero para ella estaba bien. Lena adoraba la forma de sus curvas, le encantaba el modo en que sus pechos se ajustaban a su mano.

Ponía de manifiesto lo pequeña que era la morena en comparación con ella.

Se le encogió el corazón al recordar el modo en que había actuado con ella la noche anterior. No se sentía orgullosa de ello. Había empleado la fuerza, pero ella no se había opuesto firmemente. Ella había querido entregarse también.

Y la pelirroja había deseado tanto todas esas cosas durante años... Bueno, ahora podía decirse que las había hecho casi todas, pero eso no había mermado su pasión o su amor. La amaba más que nunca. ¡Diablos! Deseaba que fuera suya para siempre. ¡Quería que fuera su esposa de verdad!

Pero Lena sabía que Yulia nunca sería suya. Ni de ninguna otra persona para siempre. Tenía que conformarse con haber compartido aquello con ella al menos. Su abandono con ella no era nada del otro mundo, ni esos momentos en que la había visto totalmente entregada a su persona. Cualquier mujer en su lugar habría pensado que ella la amaba para permitir esa intimidad.

Pero Lena sabía la verdad.

Una serie de circunstancias le habían permitido dar en el talón de Aquiles de Yulia, el sexo, y ella se había dejado llevar.

Cuando ella se sentía sexualmente atraída por una mujer siempre se obsesionaba por esa persona. Fuera y dentro de la cama.

Pero siempre por un tiempo. Luego empezaba a ver que la mujer no era perfecta. Algunas veces era la pareja la que la dejaba, probablemente porque ella lo propiciaba, y otras veces ella misma producía la ruptura.

Lo extraño era que la que más le había durado había sido una que no la trataba demasiado bien. Una vez, la muy desgraciada, se había jactado de su éxito con las mujeres, diciendo que era debido a que las trataba mal.

A Lena le desagradaba personalmente esa teoría. Pero, ¡daba resultado! ¿Qué había conseguido la buena Lena con Yulia?

Nada. En cambio cuando se había comportado como una mujer egoísta que no tenía nada que perder, ella había caído en sus brazos. Era perverso. ¿Pero quién era la pelirroja para cuestionar el camino hacia el éxito en la atracción sexual?

Engañando al amor (t.A.T.u Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora