¿Así se siente el amor?

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Alexander POV.

Desperté con los acaramelados brazos de Magnus en mi cadera. Se sentía tan bien y tan mal. Mis hermanos siempre dicen que el amor no se fija en lo que se ve por fuera, dicen que ser diferente no está mal. Mi madre me apoyó en todo momento. Pero mi padre es diferente, él cree que las personas como yo estamos enfermos, que necesitamos ayuda, que no merecemos ser felices, que solo servimos para avergonzar y destruir familias.

"Si hay alguien en esta familia que está enfermo y nos avergüenza es él. El fue quien destruyó esta familia al crear otra con una niña que no tiene vergüenza ni dignidad. Él es el único que no merece ser feliz, ni siquiera merece la vida. Tu no eres una vergüenza, tú me enorgulleces, mucho."

Mi madre siempre repetía esas palabras pero estoy seguro de que a pesar de que me ama también la decepcione. Ella esperaba que como el mayor de mis hermanos fuera el perfecto ejemplo a seguir, pero en cambio hice todo mal. No pude evitar que se llevaran a mi hermana, incite a mi hermano a incumplir la ley, herí a muchas personas y soy un maldito error de Dios.

"Los homosexuales son un error de la naturaleza, no deberían existir, mucho menos obtener felicidad. Alexander, promete que tú nunca serás como esas niñitas mal hechas, tú serás un hombre hecho y derecho sin importar que."

Las palabras de mi padre retumban taciturnas mi cabeza. Magnus despierta con una sonrisa, sus brillantes y peculiares ojos me miran fijamente, las palabras de mi padre desaparecen en su primer pestañeo lento, confiado. Un cosquilleo en mi estómago se hace presente. Magnus besaba mi mejilla. Su tacto quema de una manera adictiva.

-Bueno días ángel.- Su voz aterciopelada y ronroneante me hace pensar cosas que no debería. Su ceño se frunce.

-¿Estas bien Alexander?- Pregunta.

-Si, sólo estaba pensando.

-¿En que?

-Nada importante... Gracias por dejarme dormir contigo.- Respondí- Necesitaba un descanso de las pesadillas- Agregué en un susurro.

-¿Quieres hablar sobre ello?

-No... ¿Crees que realmente estamos enfermos?

La cara de Magnus se volvió un poema, su mueca de confusión se mezcló con una pensativa de manera sumamente cómica.

-Es decir... ¿Crees que por tener preferencias diferentes a los demás estamos mal? ¿Habrá felicidad para nosotros? ¿La merecemos?

-¡No!... Es decir ¡Si!... Alexander, todos merecemos felicidad, los sentimientos y las acciones que conllevan al amor, de cualquier tipo, son irracionales pero eso no quiere decir que somos malos o que estamos enfermos. Solo que nuestro camino va a ser más difícil para llegar a ser más fuertes.... Eres el más puro y bello ángel, ¿Sabes? La mayoria de las religiones dicen que sentirse atraído por una persona del mismo sexo está mal, que las personas que piensan diferente no son buenas, yo creo que si Dios existe no se equivoca, creo que crea ese tipo de personas para poner a prueba al ser humano que dice ser perfecto, dios como todos aprende de sus errores y cada vez crea mejores personas, por cada homofóbico, una persona que está a favor de la diversidad, dios si comete errores pero el problema es que esos mismos errores están convencidos de que ellos están bien y los demás no, cuando la verdad es que las peores personas son las que no ven más allá de lo exterior o lo material.- Sus palabras me dejaron boquiabierto.

-¡Señoritas!- La voz de un guardia nos sacó de nuestra burbuja. Ambos lo miramos, aún dentro de la misma cama, juntos, abrazados.

-Tienen cinco minutos, el director los quiere ver en su oficina.- El hombre se dio la vuelta, parado junto a la reja, esperando pacientemente a que nosotros hiciéramos caso. Mi reacción inmediata fue buscar la mirada de Magnus, para encontrar respuestas pero él estaba de la misma manera.

Autora POV.

Los ocho estaban parados en fila frente al escritorio del nuevo director, que, por cierto, aún no llegaba.

-¿Alguien tiene idea de por qué estamos aquí?- Preguntó Simon.

-No.- Respondieron todos casi al unísono. En ese preciso instante, un hombre alto, de tez oscura y ojos marrones entró a la habitación, vestía un elegante traje y una gran sonrisa.

-Luke- Gritaron Simon y Clary al mismo tiempo, corriendo a los brazos del recién llegado.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó la pelirroja.

-Te dije que haría hasta lo imposible por sacarlos de aquí.- Respondió mostrando todos sus dientes, todos se miraron confundidos. ¿Él era el nuevo director?

-Verán hablé con mi jefe en la estación y pedí permiso para crear una investigación a fondo junto con el detective Jem Carstairs, él es un especialista en cuanto al Círculo, nuestra investigación dio frutos y por ahora ustedes son los que pudimos demostrar son 100% inocentes... Bueno excepto los Lightwoods, ustedes no son inocentes pero fue básicamente en defensa propia, lo cual es... Casi lo mismo. La sala quedó en silencio.

-¿Ni siquiera un gracias?- Cuestionó divertido el hombre mayor.

-¿No es una broma?- Interrogó Santiago.

-No. -Todos se miraron entre sí, para luego volver la vista a Luke. -¡Son libres!

-Oh gracias...- Inmediatamente Raphael abrazo a Doth mientras los otros seis se abalanzaban sobre Luke. Magnus por primera vez en la vida se sintió totalmente feliz, había conocido a un hermoso ángel que le había devuelto la esperanza, sin saberlo le demostró que aún podía enamorarse, había conseguido limpiar su nombre y quizá podría vivir la vida que siempre soñó.

-Bien, bien, bien. Chicos, escuchen, Raphael, no encontré a tu familia para que venga por ti pero si quieres llamar a alguien eres libre de hacerlo, si no el autobús pasará en dos horas Doth, Magnus si quieren quedarse en nuestro país deben ir pasado mañana a la oficina de migraciones, sus nombres están con prioridad así que los atenderán en cuanto lleguen, pueden llamar a alguien para que vengan por ustedes o ir en el autobús. Lightwoods su madre vendrá por ustedes en una hora.... En la salida les darán sus pertenencias. Clary y Simon, si me esperan yo los llevaré a casa.

Magnus POV.

No podía creer lo que escuchaba, era libre, obtendría mi residencia. La brillante sonrisa de mi ángel aún no se borraba, sus fuertes y pálidos brazos, sobre sus hermanos. Su mirada fija en mi. Sus ojos tenían un brillo especial, Isabelle le habló al oído y él se sonrojó, es tan hermoso cuando lo hace. No sé en qué momento se acercó, estaba tan cerca que rozaba mis labios, jamás me sentí nervioso por besar a alguien, pero en ese preciso instante sentí que me fallaban las piernas, mi respiración se tornó pesada y mis manos sudaban. Sus labios se fundieron con los míos, tan suaves como el algodón, dulces como la miel y adictivos como la purpurina. Escuché los gritos ahogados de Isabelle, Doth y Clary, la risa de Jace y Simon, un susurro de Raphael y la carcajada de Luke. Nos separamos y me sorprendí al ver que su sonrisa era aún más grande.

Amor Tras Las Rejas #MalecAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora