Sus pedidos son ordenes.

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En la sala Jace tuvo que soportar las bipolaridades de su hermana Isabelle, caricias, gritos y más caricias. Normal. Simon como se había hecho costumbre intentó ayudar, distraerla con sus comentarios inentendibles, más no lo logró. Solo se pudo salvar de ella prometiendo que moriría luego de haberla enterrado. Más tarde la pareja salió de su habitación. Su cabello desordenado, labios hinchados y una gran sonrisa. Cabe decir que el ojiazul estaba más rojo que un tomate radioactivo. Luego de que Alec pidiera disculpas por no haber estado en el hospital al momento de que su hermano abriera los ojos, Magnus propuso ir a tomar un café.

-Me encantaría ir con ustedes pero si no les molesta, tomaré una pequeña... Siesta. ¿Clary, me acompañas?

-Eh... Claro.

-No rompan nada.- Hablo el moreno desde la puerta de entrada. Su rostro demostraba que no era para nada un juego.

En poco tiempo la habitación de invitados se llenó de suspiros y uno que otro jadeo entre tiernos besos y suaves caricias.

Clary parece una niña pequeña y frágil pero Jace tiene que reconocer que cuando la chica quiere, es muy ruda.

Al momento de que sus cuerpos aterrizaron en la mullida cama, la timidez desapareció dando paso a la pasión salvaje.

La chica tomó el control tanto del beso como la posición. Quedando a horcajadas sobre el rubio. Su bocas en una constante guerra. Leves gemidos al contacto de sus pieles ardientes. Besos y mordidas creando caminos de futuras marcas. Arañazos superficiales en la muy bien trabajada espalda del chico. Gemidos ahogados a la hora de fundirse en uno solo. Terminar la noche sudados, susurrando palabras de amor.

Al despertar el sol se colgaba vagamente por la ventana del lado derecho de la habitación. Suaves caricias sobre el brazo de delicada porcelana. Dulces besos de bienvenida. Grandes ojos verdes que se fijan en los dorados pensamientos del contrario.

-¿En qué piensas?- Genuina curiosidad en su voz.

-En ti, en mi, en lo mucho que han cambiado las cosas. En lo mucho que tú me has cambiado.

-¿Eso es algo malo?- La chica preguntó con timidez y preocupación.

-No.- Suspiró.- Es algo muy bueno- Afirmó él. Su vista perdida, se giró para mirar directamente a los grandes ojos verdes de Clary. Viajando por las espesas pestañas, sus rizos de cobre, sus mejillas rosadas y regordetas. Su piel celestial.

-¿Eres un ángel?- Se preguntó en un susurro a sí mismo.

-No.- Clary apenas llegó a escuchar pero su voz al contestar fue totalmente firme.

-¿Entonces esto es un sueño? ¿Una alucinación?

-No. ¿Por qué crees eso?

-Eres perfecta.- Respondió él con simpleza y un toque de obviedad.

-No lo soy. Solo... Tú sacas lo mejor de mi.

-Tu también haces que yo sea mejor en todo momento, día a día con cada cosa, hasta con el más pequeño detalle. Gracias por existir, por ser real y estar a mi lado.

Simon POV.

Salir con Isabelle era un sueño, salir con Magnus prometía maravillas, salir con Alec daba miedo. Pero salí con los tres. ¡WOW! eso no me lo esperaba. No sé cómo terminará el día pero estoy seguro de que pasarán muchas locuras.

Locura #1 Alec está riendo, si. ¡Se ríe! Y no solo eso ¡Se ríe a carcajadas! Magnus lo toma de la mano y se adelanta un poco.

Isabelle a mi lado se abraza a sí misma y me mira divertida.

Amor Tras Las Rejas #MalecAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora