No viven sin mí.

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Autora POV.

Seis días habían pasado ya. Las cosas iban mal. Magnus pasaba encerrado en la habitación de invitados. Jace había entrado en coma por dos días y al despertar los doctores decidieron que dejarlo sedado era lo mejor opción para que su cuerpo se recupera de forma rápida. Alec se sentía dolido y frustrado, no podía hacer nada por Jace, y Magnus no le hablaba, ni siquiera lo dejaba acercarse.

Jace POV.

Desperté, todo mi cuerpo dolía y se sentía entumecido, la cabeza me daba vueltas sin parar y yo solo quería gritar, más no encontraba mi propia voz. Alguien a mi lado se acercó para ayudarme a tomar agua. Al alejar el vaso pude sentir unos labios gentiles dándome la bienvenida, reconocería esos dulces besos en cualquier parte. Era Clary, correspondí de inmediato. Sus palabras vinieron a mi mente;

"Jace, tienes que despertar. Amor, iré por ti al mismo infierno si quieres pero debes prometer que volverás conmigo, por favor."

Su cuerpo fue arrebatado de mis brazos ciegos con brusquedad y pude ver la melena negra de Izzy. Seguramente ella había sido la culpable.

-Jhonatan Christopher Lightwood, ¿Cómo se te ocurre hacer algo así?- Gritó al tiempo que me apretaba en un abrazo.

No respondí, en su lugar mire la habitación, buscando a Alec y Magnus más solo di con Simon.

"No debí haber dejado que me acompañaran. No debí haberte dejado solo. Prometo ya no hacerlo nunca más"

Las palabras de mi hermano rebotan en mi cabeza.

Magnus llorando, prometiendo no lastimar a nadie más es lo siguiente que hay en mi mente.

Maldición. Juro que si el jodido se suicidó lo resucitaré para matarlo a golpes... Y luego volveré a resucitar para Alexander.

-¿Alec y Magnus?- Logró preguntar en un hilo de voz. Mi garganta arde. La cara de todos cambia de felicidad a preocupación.

-Están... Bien.- Clary es la primera en hablar.

-Magnus se ha encerrado en su habitación desde el incidente, no deja que nadie se acerque, ni siquiera Alec.- Sigue Simon.

-Si... Alec ha estado mal.- Agrega.

-Pues ya no más.- Digo levantándome.

Autora POV.

Jace entró sin previo aviso al hogar de su hermano. Un solo pensamiento dando vueltas en su cabeza "Por Raziel, espero no llegar en medio de una reconciliación pasional." Al no encontrar a nadie en la sala ni en la cocina optó por dirigirse al pasillo, necesito al menos diez minutos para mentalizarse y abrir la puerta del cuarto. Muchas cosas habían pasado por su mente en el camino pero realmente se llevó una gran sorpresa al ver a Alec, o más bien lo que quedaba de él, tendido en la cama, comiendo helado de chocolate granizado, pañuelos regados por doquier y sin rastro de Magnus.

-¿Qué demonios te pasa?- Le pregunto el rubio a viva voz, entre preocupado y enojado.- No importa me cuentas al rato... ¿Dónde está Brillitos?

-Cuarto de invitados, al fondo.- Respondió su hermano sorbiendo los mocos atónito.

Jace camino apresurado al cuarto indicado y abrió sin una pizca de delicadeza. Magnus se encontraba sentado al borde de la cama, sus ojos perdidos y su cuerpo rígido. El rubio se sintió ofendido por un instante. Su cuñado ni siquiera notó su maravillosa presencia.

-Ha estado así desde el incidente...- Simon hablo desde el pasillo, a medida que se acercaba.

Jace se acercó a la cama y le dio una bofetada al moreno, haciendo así que volviera a la realidad. Magnus ni bien enfocó la vista en el rubio se abalanzó sobre él. Sus mejillas rápidamente se encontraban húmedas, de sus labios brotaron miles de disculpas. Sin decir palabra alguna Jace tomó a Magnus por el brazo y literalmente lo arrastró al cuarto que debería estar compartiendo con el ojiazul.

-¿Acaso no puedo dormir un par de días? Miren cómo están las cosas... Luego dicen que tengo demasiado ego. Yo solo digo la verdad. Ustedes no viven sin mi. Admítanlo- En ese momento nadie sabía si Jace los estaba regañando o simplemente hacía un berrinche digno de un niño de seis años. Al no oír respuesta alguna Jace siguió con su 'discurso'.

-Miren, he escuchado sus promesas, he sentido la sinceridad en ellas. Pero me despierto y me encuentro con esto... Arreglen las cosas. ¡Ya!- El rubio salió del cuarto seguido de su hermana, cuñado y novia.

-¿Estás bien, Magnus?- Susurro el ojiazul con la mirada fija en el balde casi vacío.

-Si... Alexander benar-benar menyesal. Itu bukan maksud saya untuk menyakiti Anda, itu bukan maksud saya tidak siapa pun. Maafkan aku. (Alexander realmente lo siento. No fue mi intención hacerte daño, no fue mi intención lastimar nadie. Lo siento.)

Alexander a pesar de no entender las palabras de su novio, pudo darse cuenta de su significado. En sus ojos había un brillo especial. Arrepentimiento, culpa y tristeza. Tristeza. Alec no resistió y abrazó a su chico, calmando su corazón y el del contrario. Pasados unos dos minutos el abrazo se hizo menos apretado, más no se rompió. Las pálidas y ásperas manos de Alec dibujando patrones en la piel morena de la espalda de Magnus. Las enjoyadas manos del asiatico en el enredado pelo de Alec. Sus labios unidos en un beso tierno y suave. Sentimientos compartidos sin necesidad de palabras.

Amor Tras Las Rejas #MalecAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora