Radioactive ✇Toval✇

✇ I T ' S A R E V O L U T I O N ✇

V  A  L

Cuando la puerta de seguridad se cerró detrás de mí lo primero que sentí fue miedo.

Enfrente mío, con el arma que los había representado por más de una década en la mano y otras más guardadas entre la ropa, estaban los dos encargados de cada área usando sus respectivas sudaderas con la capucha puesta así como enmascarados tal cual era su costumbre incluso en las rutinas diarias más simples.

Aquel al cual llamaban Operador comenzó a hablar desde la cabina en la que siempre se les encontraba a él y su desconocido compañero, lejos de la vista de todos, obteniendo así la mejor vista de todas. Sus palabras no me interesaban en absoluto ya que no eran nada más que la absurda repetición del porqué esta pelea se llevaría a cabo y cuál sería el costo de mi derrota.

Tobías se había esforzado en entrenarme lo mejor que pudo en el poco tiempo que tuvimos, sin embargo ni aun así me sentía a la altura de combatir contra el par de sujetos que llevaban prácticamente toda la vida juntos y que se conocían tan bien que eran capaces de coordinar sus movimientos para no tener un punto débil fácil de encontrar al cubrir el otro las flaquezas de su compañero.

Tragué pesado y me coloqué en posición de defensa, tal cual el castaño me había enseñado e hice una leve mueca cuando el contador comenzó a retroceder hasta que finalmente llegó a ceros y una alerta dio inicio a la pelea.

Creí que la estrategia que Toby había planeado me resultaría de ayuda y que si la seguía tal cual se esforzó en mostrarme, el triunfo estaría asegurado, sin embargo esas no fueran más que burdas ilusiones de quien solo había sobrevivido a su única en el cubo gracias a ser conveniente para el plan de otro.

Duré exactamente un minuto con quince segundos ilesa. Al minuto con cincuenta las heridas en mis brazos, piernas y cabeza ya comenzaban a sangrar.

Aunque tenía una buena idea de los buenos que serían peleando, jamás pasó por mi mente que juntos era básicamente una máquina imparable de matanza.

Toby ya me había contado como muchos años antes de que el mundo se fuera por el caño, los tres trabajaban para el Operador y se tomó el tiempo de dejarme bien claro que entre los tres habían acabado con la vida de más de un centenar de personas sin siquiera vacilar. La palabra compasión carecía de sentido para ellos y ahora creía lo que el faltante del trío de asesinos me había dicho:

«Una vez que estés dentro y ellos comiencen a pelear de verdad olvídate de la posibilidad de pedir un descanso o un poco de compasión. Las personas como ellos o yo no nos detenemos hasta que vemos el cuerpo sin vida de nuestro objetivo... Nuestro deber es hacer todo lo que sea necesario para cumplir la orden que nos fue dada, la única manera en la que podrás hacer que paren es matándoles. Ellos jamás se darán por vencido. Así que cuando estés dentro dependerá de ti aguantar con vida hasta que logremos sacarte del cubo, una vez que la revolución ya haya comenzado»

Porque sí, yo era la carnada que atraería la atención de los más fuertes para que la insurrección pudiera comenzar desde los rincones más oscuros de la prisión y nadie en el área del cubo podría detenerla ya que cuando se enteraran de ella, para entonces los rebeldes ya los tendrían acorralados y sin salida alguna más que darse por vencidos.

Sin embargo, yo misma tenía demasiadas dudas acerca de mi capacidad de salir vida del cubo.

Estaba acorralada a menos de un metro de la reja electrificada que delimitaba el cubo y frente a mí, sin dejarme sitio alguno para escapar se encontraban Masky y Hoodie, acercándose a cada paso más a mí hasta que finalmente no tuve a donde más hacerme y me limité a cubrirme lo mejor posible de los nuevos ataques que arremetieron contra mí, pero no me esperé en ningún momento que el de la chaqueta mostaza me lanzara contra la reja, causando que chillara de dolor al sufrir una fuerte descarga eléctrica.