~ 1.3 mil palabras
Fue a propósito.
Soy perfectamente consiente de que tener relaciones sexuales a nada mas llevar mes y medio juntos es algo que cualquiera llamaría apresurado, lo hice sabiéndolo para probar su devoción a mi antes del siguiente paso.
No es en todos los casos que se me pide estar con alguien de mi mismo sexo por lo que considero que nuestros niveles de experiencia estaban relativamente a la par. Para ninguno fue algo nuevo y totalmente desconocido, pero tampoco es una sensación a la que nos hayamos acostumbrado todavía.
Sería necio por mi parte querer negar lo placentero que fue, aunque doloroso en un principio. Me derretí en sus brazos sin reservas como admito no haberlo hecho en años y nunca con un objetivo.
Sus toques fueron todo aquello que siempre supe que serían: determinados más que tímidos y pacientes más que descontrolados; fue suave pero pasional y me transmitió eso que yo necesitaba que me trasmitiese. El amor y la devoción que a pesar del poco tiempo juntos, ya guarda por mi.
Y es porque lo disfruté como nunca, porque sabía que lo disfrutaría como nunca, que lo he hecho tan pronto. Un Xiao con la cabeza fría se habría tomado su tiempo y no habría tomado ese riesgo ya que cabía la posibilidad de que dichas insinuaciones tan temprano en la relación lo ofendiesen y alejasen.
Pero mi cabeza no estaba fría, mi cabeza estaba en las nubes rosas del amor y sabía que si le daba más tiempo, no habría manera de realizar tal acto sin involucrarme emocionalmente. Aún así no la hubo, no puedo decir que desprendí mi mente y corazón de mi cuerpo esa noche pero aún estoy - a duras penas - en la capacidad de racionalizarlo después. De decirme que hice lo que hice en el momento y forma que lo hice porque era la estrategia más conveniente y no porque me comían las ganas de probar su cuerpo; de marcar su cuello y acariciar donde antes no había podido, de sentir sus manos recorrer todo mi cuerpo y el húmedo calor de su boca al rededor de lo prohibido, moría por sentirlo dentro hecho uno conmigo y escuchar lo agitado de su respiración, sus gemidos.
Pero las mentiras que me digo a mi mismo guardan una luz de verdad. Sí es cierto que debo terminar con este trabajo pronto antes de que sea demasiado tarde, antes de volverme un loco de amor sin remedio y cometer una estupidez.
Es por eso que estoy aquí detrás de un muro en lugar de en sus brazos; grabando y fotografiando a un muchacho vestido con un hoodie que cubre por entero su rostro, un asistente temporal que por un muy bajo costo me hace el favor de entregarle un sobre a una ansiosa joven que lo recibe mientras mira a todas partes, procurando que no la vean.
En el sobre hay una carta prefabricada por mi ya que no puedo ser tan descuidado de permitir que la chica escriba su propia carta a su manera - no me pagan por vaguedades y cosas a medias -.
Una carta en la cual se acusa al maestro de catedra Kim Minseok de haberle hecho insinuaciones inapropiadas a una universitaria de segundo semestre. Una joven - aunque ya mayor de edad - que le suplica apenada al rector que por favor despida al profesor; una carta donde le dice que no quiere problemas ni que la cosa pase a mayores, aclarando que nunca la ha tocado y no busca que lo juzguen legalmente, solo que se siente incómoda teniendo que verle casi a diario y recibir su clase como si no pasara nada.
Está redactada de manera tal que parece que la chica tiene miedo de acusar a su profesor por temor a represalias, como es común en las victimas de abuso y acoso.
Es increíblemente convincente y lo máximo que puedo hacer por él sin descartar la misión. Conseguirá su despido como el cliente desea, pero no tendrá cargos legales ni se consignará en su historial, esto le permitirá conseguir un trabajo en el futuro sin complicaciones y siempre y cuando le rompa el corazón antes de que eso suceda, habré hecho lo que vine a hacer.
Cuando el cliente recibe mi reporte de avances, se muestra no muy convencido, alegando que podría ser más severo y claro que podría. Podría haberle acusado de propasarse con una menor y causarle problemas laborales de por vida, cargos penales e incluso rechazo social pero no voy a hacerlo.
"Si quiere que haga más, tendrá que pagarme más. Conseguir a una chica dispuesta a levantar falsos cargos de violación no es barato, ya que su propia libertad está en juego si se prueba lo contrario" - es lo que le digo al cliente cuando protesta y nada de eso es mentira y no se que haría si el cliente se muestra dispuesto a pagar extra.
No sería capaz de destrozar la vida del hombre a quien amo, no por completo.
La segunda vez que hacemos el amor, la carta ya ha sido enviada. Mi corazón pesa de saber que los dedos que se enredan en la sedosa cabellera son los mismos que sostuvieron la pluma con la que escribí tan tóxicas mentiras; la lengua que danza coqueta con la suya en una lucha de poderes es la misma que humedeció el borde del sobre que llevaría dentro la sentencia.
Lo beso y acaricio con la mente en otro lugar, gimo de placer pero las lágrimas no son por el dolor, lloro porque mientras Minseok seca con dulzura esas saladas gotas y me susurra que el dolor pasará, que me preparará mejor la próxima vez para que no me duela, no puedo dejar de pensar que nunca habrá una próxima vez.
Minseok me estimula queriendo distraerme del supuesto dolor, sin entender que lloro porque estoy pensando en aquellas cartas, aquella que el rector de seguro ya ha leído, aquella que va a arruinar a este hombre que con tanta paciencia se mueve despacito para no herirme, y aquella que el rector le ordenará a su secretaria redactar, su despido.
¿Por qué lo he hecho?
Si con tanta fuerza me arrepiento ¿Por qué no he regresado el dinero y rechazado el encargo?
El orgullo no me deja, el orgullo y la amargura; el recordar cada día que Minseok no es perfecto, que me contrataron para vengarme de él porque algo ha hecho mal, a alguien ha herido; fue un hombre infiel, merece esto, estoy siendo benévolo. Son cosas que me repito a diario pero que nunca termino de creerme.
Minseok termina soltando un gemido ronco de puro placer, llenando el condón que ambos acordamos en usar a pesar de nuestra exclusividad, por lo cual no me entero de su orgasmo hasta que sale de mi, entonces abro mis ojos para encontrarme con un rostro confuso.
"¿No... no te ha gustado?" - pregunta casi dolido al ver mi falta de reacción antes de comenzar a disculparse como si fuese su culpa, sin saber que fue mi mente tan distraída la que no me permitió disfrutar por entero de todo el placer que este hombre se esforzó tan devotamente por darme. Se traga el orgullo de macho por no haber logrado darme un orgasmo antes de llegar al suyo y opta por ayudarme a terminar con una sensual felación, una que me esmero en disfrutar como se debe pero aún con su lengua jugando coqueta con la enrojecida punta de mi intimidad, soy incapaz de alejar de mi cabeza lo que será de nosotros.
El siguiente paso, hacer pedazos su corazón.
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Jacinto púrpura 🌺
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Destroy you [Xiuhan/Lumin]
Fanfiction"Hace dos meses fui contratado para arruinar a Kim Minseok" Kim Minseok es un buen hombre con la clase de enemigos rencorosos que un "buen hombre" no debería tener, ha cometido errores y el karma fue pagado para arruinar su vida. Lu Han es s...