Crimen

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~ mil palabras

Mi vida era tan feliz. Un trabajo estable, una pareja amorosa, un mejor amigo que me apoya incondicionalmente y padres que eventualmente perdonaron mis errores y me aman tal cual soy.

Tengo mi propio departamento - aunque sigo pagando las cuotas - un buen auto y aún vivos los recuerdos de mis viajes por el mundo.

Y con una carta, sentí que esa vida perfecta se derrumbaba. Una carta de despido.

《Lamentamos vernos en la obligación de notificarle la terminación de su contrato laboral con nuestra institución 》decía.

¿La razón? Una acusación - que para mi permanecerá anónima - de acoso sexual.

Sí. Una de mis estudiantes alega que le hice insinuaciones indebidas, cosa que nunca pasó, pero no tengo como probar mi inocencia de la misma manera que ella no tiene forma de probar que en verdad sucedió. Es por esta razón que no se involucrarán las autoridades, pero la mera sospecha de que yo sea un pervertido es suficiente para que quieran mantenerme alejado del cuerpo estudiantil antes de que el escándalo arruine la reputación de la institución.

Ningún padre va a querer a su hija estudiando con un profesor que podría tal vez, quizás, de pronto, propasarse con ella; aunque yo jurase por mi inocencia, una vez que la duda fue plantada en sus mentes, van a juzgarme como si fuese culpable. Eso lo entiendo, es lo normal y lo mismo que yo haría con tal de proteger a mi hija si tuviese una.

Lo que no entiendo es por qué una de mis estudiantes diría algo como eso ¿Con qué fin?

Más adelante en la carta me informan que la acusación, al ser extra oficial - aunque no entiendo exactamente eso que significa en este contexto - no se dará un debido proceso de investigación y no quedará consignada en mi historial. Esto último me permite respirar medianamente tranquilo con la esperanza de que esta injusticia no me hará imposible ser contratado en otros lugares, y queda claro que la estudiante en cuestión, si  hizo las cosas de esta manera con intención, lo hizo nada más que con el propósito de obtener mi despido... ¿Para qué?

Ahora no tengo un trabajo estable, ni como pagar las cuotas del apartamento. 

Es gracioso, porque son solo dos de las muchas cosas que hacen de mi vida algo tan maravilloso, solo dos de una larga lista de bendiciones, pero son suficientes para hacerme olvidar todo lo demás, para hacerme creer que mi vida se ha arruinado.

Fue suficiente para hacerme sentir destrozado por un momento antes de recordar que la vida sigue. Conseguiré un trabajo nuevo, mis padres aún me aman, mi amigo sigue siendo mi amigo y mi novio mi novio.

Pero aunque una parte de mi insiste en que todo estará bien, no puedo evitar maldecir al aire por esta injusticia. Soy gay por amor al cielo ¿qué clase de insinuaciones iba a hacerle yo a una jovencita? Cualquiera que me conozca consta de mi inocencia, y eso incluye a varios del cuerpo docente de la institución, pero no hablarán en mi defensa a costa de sus propios trabajos.

¡No es justo! ¡Yo no soy un criminal! No soy un pervertido, ni un aprovechado ni nada, no merezco esto.

"Mira esto como una oportunidad" - trata Jongdae de consolarme cuando termino de contarle todo - "Una oportunidad de volver a donde perteneces. Siempre te gustó más trabajar con niños que con jóvenes, ahora podrás hacerlo" - me dice.

Suspiro cansado. Tiene razón, no todo es malo, y haré lo que me dice pero no dejo de pensar en lo injusto que es todo.

"Vente a vivir conmigo, será como en los viejos tiempos" - trata de animarme y me saca una leve sonrisa. Nos sentamos a discutir ya con más calma mi plan de acción ya que debo ser responsable con lo poco que tengo de ahorros en lo que consigo un nuevo empleo.

"¿Crees que a Luhan le molestará?" - pregunto de la nada.

"¿Tu novio? No creo que se enoje porque un amigo te de una mano cuando lo necesitas... a menos que sepa de lo nuestro" - agrega dudoso, pero yo niego. Jamás le he contado a Luhan de mi corta aventura con Jongdae, ni siquiera he llegado a aclararle el malentendido de mi divorcio y ahora que nuestra relación va tan bien, no quiero pensar en decírselo nunca.

Pero eventualmente tendré que hacerlo y lo se, un amor si bien puede iniciar con engaños y mentiras, no puede crecer alimentado de estas. Si quiero estar con él a la larga, debo mostrarle primero quien soy en verdad y no puedo más que esperar que lo acepte. Que me acepte. Que me ame.

"Aún no sabe nada, pero creo que voy a contarle" - le comento a mi amigo.

"¿Estás seguro de que es el mejor momento? Justo ahora necesitas apoyo, Min, no pelearte con tu novio por una vieja aventura" - me aconseja.

"No me refiero a nosotros, voy a contarle toda la verdad" - sentencio con determinación.

"¿Lo de tu homosexualidad?" - me pregunta y yo asiento con la cabeza. Jongdae hace varios meses, casi desde el inicio sabe lo de mi sexualidad. Cuando noté que nos volvíamos amigos cercanos no quise guardarle un secreto de esa magnitud así como no se lo quiero guardar a Luhan. Jongdae reaccionó muy bien, en realidad; al ser bisexual, comprendió mi temor a salir del closet en mis años de juventud y me aceptó sin problemas - "Espero que resulte como tú quieres, Min, de verdad" - me apoya con una sonrisa y una palmada en el hombro. Eso espero yo también, Dae, eso espero.

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Tamarisco 🌸

Destroy you [Xiuhan/Lumin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora