Notas anónimas

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—¿Quién te mandaría esto? —preguntó Lizzie, una vez sentados en una de las mesas de la biblioteca, cuando Albus les enseñó la nota que había encontrado en su cama.

—Obviamente debe de haber sido alguien de Slytherin —dijo Rose—, y tengo una buena idea de quién ha podido ser.

—Podría haberla dejado una lechuza —contradijo Lizzie—, así que podría haber sido de otra casa.

—No, te estás confundiendo —le contestó Rose—. La sala común de Slytherin está en las mazmorras, y sus ventanas dan al lago. No es como en la nuestra, que pueden entrar lechuzas.

—Ah, ya.

—Lo más raro no es quién la haya mandado —confesó Albus—. Lo raro es que no me pide nada. Quiero decir que no me está chantajeando. Y tampoco es una amenaza.

—Es una advertencia —se dio cuenta Scorpius, y Albus asintió como para decir «correcto»—. Entonces, ¿crees que es peligroso el sitio al que va tu hermano?

—¡Pone que a la próxima puede aparecer muerto! Debe ser peligroso —Albus resopló—. No sé qué hacer.

—Pero entonces hay alguien que sí sabe adónde va y qué hace —insistió Rose, y agitó la nota en el aire—. Y ese alguien quiere asustarte para manipularte y que sigas a James si se vuelve a ir.

—No es lo que pone —repitió Albus.

—Es cierto —corroboró Scorpius—. Sólo le pide que le cuide. Como ha dicho antes Albus, en la nota no le está pidiendo nada raro. Sólo que cuide de su hermano.

—A lo mejor pretende que tú le acompañes en su próxima aventura —siguió Rose.

—Rose —dijo Albus, que empezaba a ponerse nervioso ante la insistencia de su prima—, no es una conspiración. Creo que esta nota —le quitó la nota a Rose y la sostuvo en el aire— tiene buenas intenciones.

—¿De verdad? ¿Y se puede saber quién recurre al hermano menor para que cuide del mayor?

—No es tan raro —opinó Lizzie—. Alguien que les conozca a los dos y sepa que Albus es más maduro que James, por ejemplo. Yo tuve una amiga que era más responsable que su hermano mayor y su madre le decía que cuidase de él en vez de al revés.

—Creo... que nos estamos desviando del tema —opinó Scorpius en voz baja.

—Sí —retomó Albus—. La cosa es: ¿qué hago?

—Seguirle cuando vuelva a salir a escondidas.

—Rose...

—Quizás sólo es alguien que, al igual que tú, está preocupado por James —empezó a decir Scorpius—, y ha recurrido a ti para que intentes persuadirlo porque a esa persona no le hace caso.

—Pero entonces, ¿por qué hacerlo en secreto? —preguntó Lizzie—. No tiene mucho sentido, ¿no? Y en realidad Rose tiene razón: debe de haber sido alguien de Slytherin. ¿Y vosotros conocéis a alguien de Slytherin que quiera proteger a James? No sé, es todo muy raro.

—La nota la puede haber dado cualquiera a un alumno de Slytherin y pedirle que la dejase en la cama de Albus —teorizó Scorpius—. Pero no quiero volver al tema de quién ha sido. Lo que intento decir es que si, como yo digo (y es lo que en mi opinión es más lógico), ha sido alguien de confianza, lo que deberías hacer, Albus, es hablar con James para intentar convencerle de que no vuelva, o si vuelve que lo haga protegido.

—Haz caso al Ravenclaw —dijo Lizzie y rodeó a Scorpius con un brazo—, creo que es el que tiene más sentido común. Que por cierto: ¿sabéis lo que es el «sentido común»? Porque todo el mundo lo dice, pero ni idea de qué significa.

Albus Potter y el legado de MorganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora