Capítulo 15: "Camisa".

172 9 5
                                    

La madre de Zac había entrado y yo estaba por seguirla pero Zac me detuvo.

- ¿Que pasa ahora?.-Me detuve en seco.

- Creí que no querías meter a tu hijo en esto.-Me miró confundido.

- Me equivoqué Zac, tengo un mal presentimiento con todo esto y no quiero que mi hijo salga perjudicado.-Le advertí.

- Tranquila, solo confía en mi. Te prometo que haré lo posible para que esto salga bien.-Me sonrió mientras acariciaba mi brazo.

- Nosé como lo harás, pero bueno...-Suspiré.

- ¿Entremos?.

Yo solo asentí y luego entré a la casa. No lo podía creer era demasiado elegante.

- Es bastante tarde, deberían dormir un poco.-Dijo la madre de Zac apareciendo de pronto.

- Si, estamos bastante cansados.-Bostezó Zac.

- Debe haber sido un viaje largo.-Nos dedicó una sonrisa comprensiva.-Hijo, mañana le muestras todas las habitaciones y el patio a tu novia.

- Si, está bien, mañana seguimos conversando.-Se despidió y luego me ayudó a subir a Austin por la gran escalera que daba al segundo piso.

Cuando ya estuvimos arriba, Zac nos condujo hasta la habitación. Entramos y para mi mala suerte solo había una cama.

- ¿Tendremos que dormir juntos?.-Hice una mueca.

- Si, pero no te preocupes, no haré nada que tu no quieras, además tengo sueño y solo quiero dormir unas horas.-Me costaba confiar en él, pero su mirada era bastante sincera, a pesar de que él no lo fuera.

- Está bien acostémonos.

- El baño esta allí.-Apuntó en dirección a una puerta que estaba en el rincón de la habitación, pero había olvidado que tenía mi ropa en la maleta la cual estaba en el auto.

- No bajamos la maleta.-Le contesté de pronto.

- Iré a buscarla.-Se levantó de la cama.

- No, no te preocupes. Tendré que dormir así.-La verdad es que me daba absolutamente lo mismo, ya que pronto tendría que levantarme.

- Si quieres te puedo prestar una camisa.

- No, Zac. Gracias pero dormiré con esto.-Apunté la ropa que llevaba puesta.

- Estoy seguro que dormirás mucho más cómoda con mi camisa.-Trató de convencerme.

- Está bien.-En fin, tenía razón, estaría mucho más cómoda que dormir con toda esta ropa.

Perdona Pero Creo Que Te Necesito (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora