Capítulo 36: "¿Llegamos?".

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Conduje unos metros más allá y debajo de unos árboles logré aparcar el auto, no estaba tan lejos de la cabaña debido a que ya estaba cayendo la noche y no conocía el lugar.

*Narra ______:*

Nos habíamos detenido, creo que ya habíamos llegado debido a que sentí que cerraron la puerta del piloto.
No sentía pasos ni voces así que me hice la dormida sino de seguro me llevaría otra ronda de golpes por parte de Zac.

Isabel por otra parte aún no despertaban y eso me tenía bastante asustada, no sabía que le había pasado por mi parte no escuché ningún golpe ni mucho menos algún grito por parte de ella o de Zac cuando estuvimos en la casa.
Que terrible pensar como cambiaron las cosas de un día a otro, nosé que se me pasaba por la cabeza en el momento que decidí escaparme con Zac, ¡que estúpida!, de haber sabido que todos terminarían volviendose locos jamás hubiera puesto un pie en esa maldita casa.

*Narra James:*

Estuve caminando lentamente debido a que no sabía que hacer al momento de llegar a la cabaña, ¿que podía hacer?, no sabía que estaba ocurriendo, ni por que tenían a Austin. ¿Para que lo querrían?.

Seguía caminando y al supuse que ya estaba por llegar, ya que se me hacían bastante conocidos los arbustos que acababa de pasar, y sí, avancé aún mas y logré ver aquella calle por la cual pasé hace unos minutos atrás.

Al momento de llegar a aquella curva logré ver de inmediato un gran camión y el auto que ya estaba aparcado anteriormente. Pero ¿que hacía ese camión aquí?, parecía de mudansa, aunque dudo rotundamente que ellos estén dejando aquella mansión por una simple cabaña en medio de la nada...
Escuché una puerta cerrarse y al instante me sobresalté y reaccioné escondiendome en uno de aquellos arbustos mencionados anteriormente.
Debido a que todo estaba oscuro estaba mas que seguro que nadie me vería así que de ahí observé todo lo que pasaba.

Bajó un hombre de aquel camión, que no logré identificar quien era debido a la oscuridad de aquel lugar. Lo siguiente que hizo fue rodear el camión hacia la parte trasera de este para luego abrir las grandes puertas que habían en el container.
Antes de disponerse a sacar algo o entrar a aquel lugar, sacó su celular y luego de teclear algo en el se lo llevó al oído.
Debido a la lejanía en la que estabamos no logré escuchar nada, pero al momento en que este cortó la llamada salieron dos hombres de la cabaña, uno de ellos era Sergio, al otro no lo había visto jamás.

Perdona Pero Creo Que Te Necesito (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora