Capítulo 2: "Emergencia".

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Ya había amanecido y tenía a Austin pegada a mi, James no estaba en la cama así que me preocupé, él nunca salía sin avisar. Quizás una urgencia, quien sabe.

- Buenos Días amor.-Apareció James de pronto con una bandeja en sus brazos.

- Amor, que lindo.-Me senté suavemente en la cama para no despertar a Austin, pero creo que fue innecesario ya que se despertó igual.

- ¿Como despertaron mis dos amores?.-Nos preguntó James de forma tierna acercándose a la cama para entragarme la bandeja.

- ¡Muy bien!.-Sonreí animada.-Bebé, respondele a papá, ¿como amaneciste?.-Le hablé a Austin haciéndole cosquillas en su pancita.

- Ven con papá.-Le estiró los brazos a Austin y este comenzó a reír haciéndole gestos extraños pero cuando James comenzó a acercarse para tomar a nuestro hijo, su celular, el cual estaba en su velador comenzó a sonar.

- ¿Quien es?.-Dije viendo la pantalla de su celular. Era un numero desconocido.

- No lo sé amor, ¿Me lo pasas?.

Tenía un mal presentimiento, James tenía una cara de aterrado que no lograba explicarme.
No sé porque estoy tan segura de que James sabe quien lo estaba llamando.

- Voy a contest...

- Mhm.-Lo Interrumpí, mirando a Austin. Hasta que James salió de la habitación.

No sé si serían los nervios pero el apetito había desaparecido, Dejé cuidadosamente la bandeja a un lado y le presté toda la atención a Austin.

- ¿Por que tu papá actua tan raro?.
Dije sonriendole de manera tierna.
Claramente no me entendía, pero necesitaba hablar con alguien.

- Amor, me surgió un problema en la oficina, tendré que ir ahora.-Dijo entrando de golpe a la habitación, luego rodeó la cama y sacó algunos papeles de su mesa de noche.

- ¿Que pasó?, pero ¿como tienes que ir ahora?, si estás de vacaciones aún.-No entendía nada, James ha estado actuando bastante raro y no es solo hoy.

- Amor eso no importa ahora, yo aún pertenesco a la empresa y tengo que hacerme cargo de esto.-No me miraba el solo estaba pendiente de sus papeles.-Adios.

- ¿Así te despides?.-Levanté ambas cejas.

- ¡Ah sí!, lo siento.-Se devolvió de donde estaba y llegó a mi lado para depositar un beso en mi frente y luego en la de Austin.-Adios.-Ahora sí, salió de la habitación y lo último que sentí fue el sonido de la puerta principal.

Suspiré y luego me levanté, tendría que seguir con los deberes de la casa sola, no quedaba de otra, James ni siquiera me dijo a que hora llegaría.

Perdona Pero Creo Que Te Necesito (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora