Capítulo 31: "Colapso".

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¡NOOOOO!.-Grité desesperadamente creando un eco en la habitación, fue solo un mal sueño.- me dije a mi mismo tratando de calmar las lágrimas que seguían cayendo sin parar por mis mejillas.
Me dí vuelta en la cama y decidí levantarme, miré la pantalla de mi celular... Sábado, 10:43 am. Justo a tiempo para tomar desayuno y dirigirme a la junta que teníamos con los chicos en el bar de siempre.

*Narra _______*

Mi único plan del día de ayer era escapar, tenía todo preparado, el plan era perfecto, Zac y Kelly habían salido con Sergio por motivos de trabajo, unos problemas en la empresa, que sé yo... Ethan no llegaba de la semana pasada a la casa, e Isabel estaba aún de viaje, pero según lo que comentaban llegaría dentro de unos días. En fin, tenía todo listo, bolsos y lo más importante, mi hijo conmigo; caminamos hasta la entrada pero al momento de girar la manilla de la puerta pude notar que estaba cerrada, fui hasta la puerta de atrás y... cerrada. Revisé las ventanas, cerradas.  No tuve escapatoria, definitivamente algo andaba mal.

Estaba tratando de abrir los ojos pero me pesaban demasiado los párpados, me giré en la cama reiteradas veces hasta lograr despertar completamente bien, y lo primero que hice fue mirar el móvil que se encontraba en la mesita de noche que estaba a un lado de la cama. ¡No puede ser! eran las 14:36pm. ¿¡Qué mierda había pasado!?. 

Salté de la cama y la rodeé rápidamente hasta llegar a la cuna de Austin, que para mi sorpresa estaba vacía, al instante quedé inmóvil sin saber que hacer, comencé a mirar cada rincón de la habitación que no era tan grande por lo que no se me hizo difícil. ¡No estaba!, la desesperación se adueñó por completo de todo mi cuerpo, me temblaba todo, estaba completamente en shock, no sabía a quien recurrir, ¿Como un niño puede desaparecer de la nada?, no lo entendía.

Tomé el celular y marqué el número de mi madre, era la única que siempre tenía una solución para todo, pensé.   

Sonaba una y otra vez hasta que aparecía el buzón de voz. Probé una vez más y lo mismo, intenté mas de 3 veces pero volvía a sonar el buzón. Con mi padre era lo mismo, incluso con mi hermano, ninguno contestaba la llamada. Eso ya era bastante raro y me estaba colapsando toda esta situación, parecía una pesadilla de la cual no podía despertar. 

Perdona Pero Creo Que Te Necesito (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora