Sirius volvió a abrir los ojos viendo de nuevo su reflejo en la ventana. ¿Qué había pasado todos esos años? Se preguntó.
Él se encontraba dentro de Grimmauld Place, por un momento pensó en encontrarse y ahí a Wilkes y poder por fin arremeter contra de él, pero no fue así.
Encontró por su parte todo evidentemente saqueado y abandonado y Wilkes.... no estaba ahí ¿Qué habría sucedido?.
Lo que le preocupaba al animago era el hecho de que el mortifago hubiera hecho cosas horribles en su nombre he imagen, debía tomar precauciones, estando en Grimmauld Place noto que ni siquiera Kreacher se encontraba, todo era verdaderamente extraño.
Aun en el lugar subió a la que fuera la habitación de sus padres y tomo un abrigo que ahí se encontraba, este le había pertenecido a su padre en algún momento.
En esa habitación había un cuadro, nada bonito, el animago lo quito dejando ver una caja fuerte detrás.
-Pensé que nunca la necesitaría....-
Se dijo para si, y de la bóveda saco una vieja varita de color negro de igual forma, propiedad del que fuera su padre.
Con ella a base de hechizos trato de cambiar su apariencia para parecerse menos a él de lo que ya lo hacía.
Afortunadamente antes de salir del departamento de Hermione había tomado su dinero muggle que podría cambiar por algunos galeones que le serian de ayuda, debía saber que había sucedido todos estos años....
Sin importar que fuera de noche salió del lugar y alzo la varita en medio de la calle.
Rápidamente apareció el autobús noctambulo y Sirius subió a este pidiendo ser llevado al caldero chorreante.
Mientras tanto Hermione despedía a Ron y a Harry.
-¿Estas segura que te quieres quedar sola?-
Pregunto Ron con desconfianza, mientras Harry miraba a Hermione apoyando la pregunta de su amigo.
-Estaré bien necesito descansar, no he dormido últimamente, además tengo mi varita no me pasará nada... presiento que tal vez no regresará-
Diciendo eso la joven bruja convención a sus amigos quienes, recordándole que cualquier cosa que sucediera los mantuviera al tanto, desaparecieron.
Sin mucho ánimo Hermione pensó que debería irse a dormir, pero no se sentía con las fuerzas suficientes para levantarse del sillón de la sala, desde ahí miro hacia la cocina donde horas antes se había besado con quien ella llamaba Sirius, y ahí pudo ver en un jarrón, las rosas que Sirius le había regalado y recordó cuando estaban comiendo en el restaurant donde él la invito.
"-Sirius los girasoles me gustan, pero en verdad creo que las Rosas serán mis flores favoritas, son hermosas....cuando las veas siempre me acordare de ti, siempre recordaré a mi querido Sirius en ellas.-
Dijo Hermione antes de beber una taza de té que acompañaba la comida, Sirius la miraba tiernamente.
-Yo te veo en todas partes Hermione incluso si sé que es imposible que estés ahí, siempre te veo creo que se debe a que siempre deseo que estés a mi lado.-"
Hermione sintió que una gran tristeza se apoderaba de ella y aparto la mirada al lado contrario, notando que enfrente de la chimenea a los pies de la pequeña mesita estaba una caja vacía, la caja que contenía todas las cartas que Sirius le había escrito, ante esa escena la joven bruja abrió los ojos y se incorporó para tratar de ver donde estaban las cartas, dándose cuenta de que hace poco la chimenea había tenido fuego el cual sirvió para quemar todas las cartas....solo habían pequeños restos de los sobres.
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Hermione Granger: Detrás Del Velo
FanficHan pasado tres años desde la derrota de Voldemort. La vida de Hermione ha transcurrido de manera normal hasta que un día recibe una llamada de su madre, su padre acaba de sufrir un terrible accidente. En el hospital termina entrando por error a una...