KO

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Cuando terminé de colocarme las botas corrí hacia la entrada, donde Tommy me esperaba, llevaba un chándal gris, que le quedaba como un guante, y una enorme bolsa de deporte.
-¿Lista?-Dijo y asentí, Tommy abrió la puerta y salió, después fui yo y cerré esta con llave. Bajamos en el ascensor en silencio y caminamos hacia el coche de la misma manera, me senté en el asiento del piloto y lo miré.
-Tommy por en el GPS la dirección por favor-Dije mirándome con disimulo en el espejo retrovisor comprobando que no estuviera más fea de lo que esperaba. Mi compañero me hizo caso y pusimos rumbo al local donde Tommy iba a partirle la cara a mi hermano.
-¿Estás nervioso?-Pregunté trantando de romper el hielo.
-No-Sentenció, noté como me miró fijamente-Tu sí
-Pues sí-Dije tratando de no mirarlo y poniendo mi atención en la carretera.
-Si quieres puedes llevarme y luego irte, no quiero que lo pases mal.
-Quiero estar contigo-Dije incosciente-No me importa pero tengo miedo de que mi hermano te haga algo gordo.
-María voy a soltarle tal hostia que lo voy a dejar KO-Dijo mirando su móvil con indiferencia-Mi padre ya está allí.
Miré a Tommy durante un momento.
-Ya casi llegamos-Susurré mirando a la carretera.
El resto del trayecto fue en silencio hasta que llegamos a la parte de atrás del local, donde un hombre, de edad avanzada y boina nos esperaba.
-Tommy-Dijo saludando a su hijo y me miró como si fuera verde-¿Y tu eres?
Fui a responder pero Tommy me cortó.
-Ella es María-Dijo y su padre me dedicó una sonrisa que me recordó a la de Tommy-Viene con nosotros.
-Encantada-Dije estrechando la mano del señor.
-Igualmente guapa, vamos para los vestuarios, tengo que ponerte los guantes-Dijo pero Tommy ya estaba caminando, lo seguí y su padre hizo lo mismo.
Llegamos a los vestuarios, el ambiente estaba muy cargado y los vitoreos del público se oían desde el interior, había una luz muy tenue, una atmósfera algo cargada y una sensación de agobio enorme. Tommy se quitó el chándal, quedando sólo en un pantalones de boxeo color rojo. Se sentó frente a su padre y este le colocó las vendas y los guantes. Los observé, la expresión del padre de Tommy era neutra y a la vez concentrada y la de Tommy era iracunda, sus labios estaban apretados en un mohin, su ceño estaba fruncido y los músculos de su espalda estaban más tensos que la cuerda de una guitarra, me removí en mi sitio, los nervios comenzaban a subir por mi cuerpo y mi barriga comenzó a doler.
Tommy se levantó de la silla en la que estaba y se dirigió hacia mi posición, su cuerpo, pese a no ser muy alto se impuso enorme ante mí, me miró fijamente, escrutando mis facciones.
-¿Estás bien?-Dijo y asentí, tratando de sonar segura de mi misma.
-¿Y tú?-Dije y sonrió de medio lado.
-No son mis pantalones favoritos pero eran los que estaban limpios-Dijo y me hizo reír.
-Vamos Tommy-Dijo su padre y este lo miró, luego volvió a mirarme.
-Mucha suerte-Musité frotando su brazo y tratando de sonreír de manera natural. Asintió y su mano viajó al hueco de mi cogote y me acercó a él, a una velocidad que mi cuerpo no pudo entender, besó mi frente, una y dos veces, dejó sus labios ahí reposando sobre mi piel unos segundos, mi corazón se desbocaba.
-Gracias-Susurró-Tú al lado de mi padre todo el rato y cuando acabe vienes aquí otra vez ¿Vale?-Dijo rápido y serio, asentí insegura ante la cercanía de su cuerpo-Ten cuidado, eres un caramelo en sitios como estos.
-Me se defender sola-Dije tratando de restarle importancia al asunto.
-Ya, pero no es lo que te puedan hacer sino lo que les hago yo si te tocan-Dijo muy serio y un suspiro se escapó de mis labios-Vamos.
Dijo y se separó de mí, se giró y caminó hacia su padre, el cual me miraba como si fuera un extraterrestre, y lo adelantó, caminando hacia la jaula, corrí hacía él y me puse a la misma altura que su padre, comenzamos a andar y las voces de la gente eran brutales, según salimos, una luz cegadora se impuso en mi vista, las voces de las personas me dejaban sorda, pero avancé casi a ciegas. Al cabo de los segundos mi pupila se acostumbró a la nueva luz y pude ver a mi hermano mayor sobre la jaula, pavoneandose, en ese sitio parecía aún más enorme de lo habitual, tragué saliva.
-Con todos ustedes Tommy Conlon-Gritó el presentador y el público enloqueció, Tommy me dedicó una última mirada que yo correspondí con una sonrisa, después de eso subió a la jaula, yo me coloqué junto al padre de Tommy.
Miré atenta cómo ambos se ponían los protectores dentales y se iban cada uno a una esquina.
-Tommy al tórax-Le dije recordando que días antes yo misma le había asestado una patada allí, me miró y me guiñó un ojo.
-¿Qué?-Dijo su padre y lo miré.
-Mad Dog es mi hermano, se sus puntos débiles
-¿Qué?-Repitió muy extrañado.
-Tommy me salvó de él, es un loco maltratador, ahora vivo con Tommy, y bueno el otro día vino a buscar gresca y se la llevó-Su padre me miró fijamente y cogió una de mi manos, la frotó.
-Chica, no sé qué habrá visto en ti, pero algo ha visto-Dijo frotando mis nudillos-Cuidalo mucho-Dijo y asentí ante la mirada suplicante de su padre, luego volví a la jaula, me concentré en Tommy, sus músculos estaban tensos, su expresión era depredadora y su posición de ataque.
-Jueguen limpio y siempre sigan mis órdenes-Gritó el árbitro-Saludense-Dijo y ambos movieron la cabeza-Cada uno a su puesto-Ambos retrocedieron varios pasos, los nervios se agolpaban en mi estómago.
-¡A luchar!-Gritó el hombre y mis alarmas se activaron, Tommy se protegió y mi hermano no dudó en correr hacia él, trató de golpear a Tommy pero lo esquivó y le asestó un puñetazo en la cara. Mi hermano retrocedió y golpeó a Tommy con una patada, mi pulso se aceleró. Pero en el último momento Tommy cogió la pierna de mi hermano y tiró hacia él, preparó un puño y cuando mi hermano estuvo cerca Tommy le asestó un puñetazo en mitad de la cara y mi hermano cayó al suelo.
-Joder-Susurré y noté como su padre se reía. Tommy se tiró al suelo, sobre mi hermano y comenzó a pegarle puñetazos en la cara, uno tras otro, sin parar, hasta que mi hermano cayó KO, el árbitro los separó y mi hermano reaccionó un poco, miró a Tommy y trató de levantarse, fue a pegarle un puñetazo a Tommy, con dificultad, pero este lo paró y lo agarró del cuello para estamparlo contra el suelo ¿Cómo podía levantar en el aire a un tío de casi dos metros? Mi hermano cayó al suelo y Tommy volvió a agacharse, agarró a mi hermano, derrotado, de la ridícula cresta verde que llevaba y levantó su cabeza en mi dirección, mi hermano miró y cuando me localizó sus ojos negros me acribillaron, se me cortó la respiración durante varios segundo, Tommy le susurró algo en el oído mientras que me miraba. Tommy levantó a mi hermano del pelo y le pegó un puñetazo que le hizo caer, ahora sí, KO a sus pies.
El árbitro corrió a la escena, para gritar.
-¡El ganador es Tommy Conlon!-Gritó, Tommy asintió y salió de la jaula como una bestia, lo seguí con la mirada, creyendo que iba a ir al vestuario, pero se giró hacia mí, me dio miedo, su mirada fija, su expresión de ira, sus músculos enormes por el ejercicio; me dejó paralizada, Tommy quedó frente a mí, agarró mi muñeca y noté como todo el mundo me miraba fijamente, tiró de ella, llevándose todo mi peso hacía él y comenzó a andar hacia los vestuarios, me obligué a andar a su paso, la presión en mi muñeca era notable.
-Tommy-Le dije pero no me escuchó, tomé aire-Tommy me haces daño-Dije un poco más fuerte, pero siguió caminando hasta que llegamos al vestuario, soltó mi mano y se giró, no me miraba.
Su pecho subía y bajaba rápidamente, sus labios estaban fruncidos, su pelo húmedo por el sudor parecía un poco más oscuro, se quitó los guantes de un tirón y dejó ver las vendas un poco ensangrentadas, mi cuerpo me pidió ayudarlo y eso hice. Cogí su mano derecha entre las mías.
-Puedo hacerlo yo-Dijo y negué con la cabeza, comencé a quitarle la venda poco a poco, con cuidado de no dañarlo, él, miraba a un punto fijo detrás de mi.
-Enhorabuena Tommy-Dije cogiendo su otra mano y repitiendo mis acciones, sus manos eran enormes.
-Gracias-Dijo en un tono gutural-Voy a la ducha, espérame fuera-Asentí y se giró para desaparecer en las duchas.
Caminé fuera del recinto donde me encontré con su padre, al verlo me acerqué a él.
-Hola-Dije y el hombre me miró para luego sonreír de lado.
-Ha dejado a tu hermano para el arrastre-Dijo riendo y reí bajo.
-La verdad es que sí-Dije-Se merece cosas peores-Dije y el padre de Tommy asintió.
-¿Y desde cuando vives con él?
-Desde hace un mes-Dije jugueteando con mi pelo.
-Será igual que vivir con un gato-Dijo y recordé la comparación que hizo Anna tiempo atrás, reí.
-Para nada, Tommy es muy agradable.
-¿Tommy?-Dijo su padre extrañado.
-Si-Dije sonriendo-Yo me llevo genial con él-Dije y su padre suspiró.
-Mira chica-Dijo bajito-No sé que ha visto en ti o qué le has visto tú-Dijo riendo-Porque los tienes que tener muy bien puestos para vivir con Tommy-Reí-Pero por favor no lo abandones-Dijo y asentí.
-No tengo intención de eso la verdad
-¿Sabes? Parece un tío duro y lo es, ha estado en la guerra y ha vuelto ileso pero María-Dijo colocándose bien la gorra-Es un niño, en el fondo, y  necesita mucho cariño y mucha paciencia-Dijo y sonreí.
-Lo tendré en cuenta-Musité.
La puerta del local se abrió y de ella salió Tommy, volvía a llevar su chándal gris y un gorro negro cubría su cabeza ¿Cómo se podía ser tan asquerosamente guapo?
-¿Vamos?-Dijo Tommy mirándome.
-Espero verte otra vez niña-Dijo su padre y sonreí.

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