Visceral

Tacones.

Mi móvil sonó dentro de mi bolsillo, lo que hizo que me despertara, sentí la calidez del cuerpo de Tommy a un lado, saqué el móvil del bolsillo y leí en la pantalla "Anna"

-¿Si?

-María a ver si dejas esa puta manía de largarte de los sitios sin avisar porque Helen está preocupada y me ha llamado.

-Estoy en el hospital Anna

-¿QUÉ? ¿Qué te ha pasado?

-A mi nada, a Tommy.

Salí de la habitación para no despertar a Tommy y cerré detrás de mi.

-¿Qué le ha pasado?

-Mi hermano le ha dado una puñalada.

-¿Qué?

-Que lo ha apuñalado Anna, salió hace un rato de quirófano y ahora está dormido.

-¿Estás con él?

-Te he dicho que estoy en el hospital por el amor de Dios.

-¿Hablaste con él?

-Si, hemos arreglado las cosas

-¿Ya vuelve a ser candidato a hombre de tu vida?

-Anna de verdad, eres imposible.

Vi caminar por el pasillo a alguien, una figura alta y grande, que me sonaba mucho, claro que me sonaba, era mi puto hermano.

-Anna mañana te cuento, buenas noches

-Recuerda que mañana es la presentación de la portada, ponte guapa, dale un beso a Tommy de mi parte.

-Si si, buenas noches.

Colgué el teléfono y lo guardé en mi bolsillo.

La sangre se me caldeó como en la vida, tomé aire y caminé a paso rápido hacia él. Me miró con sorpresa.

-¿Qué haces aquí?-Dijo y tomé aire.

-¿Y tú?-Dije escupiendo las palabras.

-Dando un paseo por el hospital-Dijo con una sonrisa cínica.

-Eres subnormal-Dije con asco.

-Y tu Tom un queso gruller-Dijo riendo y juro que algo por dentro de mí se desató.

Me acerqué aún más a él, lo miré a los ojos y la respiración se me aceleró.

-Mira-Dije en un tono de voz que me sorprendió-Pedazo de imbécil, reza todo lo que sepas para que Tommy salga de esta o te juro por nuestra madre que está muerta que te mataré con mis propias manos-Dijo muy cerca de su rostro, tanto que sentía su respiración en mi frente, su mirada cambió de jocosa a tensa, asustada y anonadada.