Todo iba perfecto, tal y como lo habíamos planeado. Estaba viendo la ropa que me pondría para la fiesta. Brooke me había llamado para decirme que ya tenía lo que se llevaría puesto, lo que me hace pensar que solamente me había estado poniendo pretextos para no ir.
Miraba atentamente la ropa que me pondría, estaba entre mis típicos jeans negros y una blusa con un poco de escote, holgada o un vestido negro algo pegado. Mire la hora y eran las 9:00, faltaba 1 hora para que la fiesta comenzara. Aunque yo no pretendía llegar temprano.
Tome el gancho que sostenía mi blusa y los jeans. Y lo deposite en mi cama.
- Este será.- Dije en voz alta. No es que tuviera algo en contra de los vestidos, sólo que son de bastante cuidado y no voy a estar toda la noche viendo desde que ángulo no se me vea de más. Entre al baño, me deshice de mi ropa y me tomé un buen baño. Mientras una lluvia de ideas pasaba por mi cabeza.
Termine de bañarme y cerré la llave de la regadera, enrede mi cabello en mi toalla para que se secara más rápido. Tome mi celular y ya había pasado media hora desde que me había metido a bañar.
Apagué la luz de mi habitación y me dispuse a vestirme, me acerqué a el espejo y me puse el collar que mi mamá me había regalado desde que cumplí 3 años, por lo que mi mamá me había contado el collar había estado pasando por generaciones. Era un Ámbar colgando de una apenas visible cadena. Me aseguré de que estuviera bien puesto.
En ese momento la pantalla de mi celular se alumbró y me estaba marcando mi terca amiga, Brooke.- ¿Me quieres decir por qué carajo tardas tanto?- Puedo asegurar que estaba frunciendo el ceño.
- ¿Por qué no eres una amiga normal y menos preocupada?- Respondí en seco.
- ¿Sabías que sólo las personas tontas responden una pregunta con otra pregunta?
- Cómo quieras, ya casi estoy lista. Bueno, ya estoy lista. - Dije mientras tomaba mi chaqueta y bajaba las escaleras para dirigirme a la puerta de mi casa.
En ese momento le corté la llamada, estaba a punto de hacer girar el picaporte cuándo una voz a mis espaldas me interrogó.
- ¿A donde y con quién se supone que vas?- No era necesario ver su rostro para saber de quién se trataba. Austin Anderson, mi hermano mayor. Él siempre tomaba el papel de una figura paterna y como mi hermano a la vez. Irónico, mi padre nos había dejado por su otra familia, a decir verdad. No me importa que sea de él.
- Hola hermanito, ¿que cuentan las francesas?- Puse una de mis mejores sonrisas falsas y él sólo puso los ojos en blanco. Él había estado de viaje por más de 3 meses, había llegado a pensar que se quedaría a vivir allá. No es que me llevara mal con Austin, sólo que puede llegar a ser muy entrometido.
- Nada qué no pueda manejar, ahora, tú, ¿por qué tan arreglada?- En ese momento llamaron a la puerta, no dude ni un segundo en ir a abrir. Me encontré con una versión de Brooke, enojada y mirándome con ojos de pocos amigos.
- Lo siento, hermanito. Pero aquí están las respuestas a tus preguntas, tengo que irme. Ni se te ocurra decirle a mamá sobre esto.- Lo miré amenazante, mientras jalaba a Brooke del brazo para irnos, a todo esto no tengo ni la menor idea de qué hora es. Me paré en seco y miré la hora en mi celular.
- Ahora llegaremos con un elegante retraso.- Masculló
- No te preocupes, tengo lo ideal para este momento,- La miré con una sonrisa satisfactoria y me dirigí al patio trasero de mi casa. Y ahí estaba, mi nueva moto honda CB 110, en negra.
Brooke abrió los ojos como plato.- Es..
- Perfecta.- Terminé su frase, mientras tomaba el casco y se lo daba a ella. Me subí a la moto, le hice una seña a Brooke para que copiara mis pasos. La moto había sido un detalle de mi madre por ir bien en mis estudios o eso creía ella. Aunque para mantenerla tendría que pasar las materias sin problemas.
Al momento que yo iba a avanzar, sentí la manos de Brooke tensarse en mi cintura. Esto era el comienzo de una gran noche.
Brooke era una de las personas en las qué confío hasta con los ojos cerrados. La conozco desde hace 15 años. Hemos estado juntas en todos los niveles académicos. Recuerdo que ella antes era mucho más alta que yo. Pero el tiempo pasa y las personas cambian. Actualmente ella mide 5 centímetros menos que yo, ahora yo soy la alta. Amo mi estatura y no me importa a quién le moleste. Diría que somos muy diferentes en gustos, pero no es así.
Ella es un poco de todo, no critica tus gustos y en cualquier mala situación ella te comprende. Y por cierto, ella está en proceso de volverse bisexual. Lo sé por que conoció a una chica en Tinder y se traen sus ondas entre ellas. Aunque ella aún no lo admita, mi instinto de amiga me lo dice.
Visualice la casa de Alyssa, juraba que podía ver como su casa retumbaba de tan fuerte que tenían la música ahí dentro. Aparque la moto en un lugar cerca donde sabría que estaría a salvo, lejos de esos adolescentes con la hormona loca. Brooke me regresó el casco y lo colgué en la moto.
- Bien, espero que salgamos conscientes de este lugar.- Encogió los hombros y me miró esperando mi respuesta.
- Esperemos eso, vamos.- Camine a aquella casa y la puerta estaba abierta.
En el momento que entramos el olor a tabaco y alcohol se comenzó a hacer presente. Habían parejas tragandose en los rincones con todo el descaro del mundo.
- Vamos por unos tragos.- Apuntó Brooke a la cocina, no me molesté en contestarle y sólo camine a ese lugar.
- La verdad es que creí que esto estaría mejor.- Solté sin importar quién podría escucharme.
- Tal vez es por qué estamos sobrias y acabamos de llegar.- Buen punto, pensé.
- Vamos al patio.- Al parecer la gente estaba allá por algo.
Íbamos directo al patio cuando unos tipos se nos acercaron y trataron de sacarnos a bailar, no me molesté en si quiera voltear.
Había una grande piscina y varias personas dentro de ella.
- Retiro lo dicho, esto va a estar muy divertido.
Unos meseros nos ofrecieron unas bebidas de colores y yo tomé una. Mire a Brooke y entonces pasó.
- 1...
- 2...
- 3...- Las dos bebimos todo el líquido directamente. Tenía un sabor a sandía, pero cuándo tragaba sabía bastante agrío.
Le di una última mirada al lugar y me encontré con Abigail y Amanda, rodeadas de más tipas locas. Pero había alguien en esa bola de personas. Me acerqué más a ellas y vi a un tipo siendo halagado por todas ellas. No había visto aún su rostro pero su cuerpo estaba muy bien formado. Me acerqué para ver de quién se trataba y entonces el chico clavó su mirada en mi. Estaba a una corta distancia de ellos, cuándo.
- Ella.- Él tipo me señaló y todas me voltearon a ver como si de un extraterrestre se tratara.
No sé si eso sea bueno o malo, ¿dónde estaba Brooke? gire mi vista y ya no estaba a mi lado. En donde se habrá metido.
No tenía idea de qué estaba pasando.
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Sin Memoria
VampirCada ángel nació para complementar un demonio. Cada demonio necesita un poco de bondad en sus vidas. Se llama destino.