Donde habita el Olvido

Turbio

           

Al día siguiente, Alice despertó, se quedó sentada un buen rato mirando a la nada ¿Qué había hecho? Ella intento darle una buena bienvenida, quizás solo fue muy efusiva, era domingo ya, gracias al depósito por el uso de sus cosas y la ayuda con la renta, pudo liberarse de unas horas en la preparatoria por otro lado Antoni para ayudarla la dejaba trabajar el sábado en casa , de este modo la joven ya comenzaba a tener más tiempo para ella , salió de la habitación, nunca pensó que sería un mal comienzo con Evan , ya lo había pensado en algunas ocasiones pero pareciera como si la odiase , al punto de hablar de no enamorarse aunque ¿de cuando acá alguien decide de quién enamorarse? , la puerta comenzó a sonar y decidió pararse para abrir, para su fortuna solo era Amy , que sin preguntar decidió pasar .

- Bueno no es un amorío - pensó en voz alta la castaña .

- ¿como?-

- Nada , nada ¿quieres algo de tomar? - cuál fue su sorpresa al notar las cervezas en una de las bolsas que llevaba- sí que vienes preparada -

-mujer prevenida vale por dos, y bien como es el inquilino ¿está? ¿Es guapo? , vamos detalles -
-mmm , es malhumorado , supongo que debe estar en la universidad o murió, por qué no ha hecho ruido y si supongo es guapo -

- ¿malhumorado? ¿Eso es lo primero que se te ocurre al pensar en el? -

- es que veras - Alice puso al tanto a su amiga para contarle lo de un día anterior.

- pero que patan, se que me burlo cuando alguien dice el hombre te toca suele ser del mismo tipo, pero en serio hasta tu inquilino es un tonto , mejor bebamos que tengo tanto que contarte -

La tarde transcurrió de lo más tranquila, tenía tiempo que Alice no pasaba un buen rato bebiendo en su casa , su querida era ocurrente , esa palabra es lo único que puede definirla a la perfección , cuando el alcohol se termino, decidieron dar por terminada la sesión de cotorreo, así simplemente Amy se despidió para toparse con ese rubio mal humorado, que vaya que estaba guapo, provocando que casi cayera por las escaleras, a las espaldas del muchacho solo pudo alzar el pulgar en señal de aceptación, Alice solo movió rotundamente la cara de un lado al otro , Evan entró sin prestarle atención a las chicas, cuando Alice entró y cerró la puerta, sin mirarlo solo le hablo y señalo a la cocina.

-   Hay comida dentro del refrigerador , puedes calentarla solo, ya que no soy tu madre- la joven se dirigia a levantar las latas de cerveza vacía, sus mejillas tenían un tenue color rosado - no era un amorío, supongo que los amigos están permitidos -

- lamentó haber sido rudo, solo quise aclararlo -

- Que bueno que lo hagas, no te preocupes no tengo intenciones de salir con alguien en estos momentos, sobre todo con alguien menor , gracias por lavar los trastos- la castaña seguía recogiendo las latas.

- Es bueno que no lo olvides , sin embargo la cena - el joven fue interrumpido por el celular de Alice, esta vez la castaña solo hizo señas de disculpa mientras contestaba .

- Si..¿como rayos conseguiste el nuevo número? , no , no , no necesito de tu compasión , no soy una princesita ,no, Lían - el rubio se sorprendio por el nombre pero no le tomó importancia y siguió sacando la comida del refrigerador- no , no puedes venir a mi casa ¿que? , bien , en diez minutos bajo- la castaña se metió a su cuarto a cambiarse, mientras el joven solo miraba de reojo y daba vueltas buscando sus llaves y su suéter , en menos de diez minutos la chica estaba cambiada , unos jeans, una playera de los doors , tenis ,un poco  de labial y rubor, él seguía comiendo - regreso más tarde ,provecho- el chico solo asintió , pensaba decirle algo pero ahora el celular del rubio los interrumpía.

- ¿que quieres? - la joven salió del departamento , no quería ver a lían pero tampoco lo quería afuera de la casa , cuando salió del edificio ,lo encontró al teléfono.

- Solo te digo lo que mamá quiere, no , deja esa actitud de niño resentido - al mirar a Alice le sonrió - en fin, luego te hablo - colgó y se acercó a la castaña - que linda estas , vamos -

El rubio le abrió la puerta del vehículo , accedió a entrar a duras penas, en el departamento Evan después de cortar la llamada se encontraba alterado.

-          Qué demonios... pfff – se sentó en el sofá, con un platón de espagueti – esto no sabe nada mal – solo miro el platón y los recuerdos volvieron a él.

Un pequeño niño rubio, delgado ,  se encontraba en la esquina de una habitación, sollozando mientras miraba a sus padres discutir, sin importarle siquiera que él estuviera en ese lugar,

-          ¿Cómo pudiste hacerme eso? ¿quieres dejarme en bancarrota? – un hombre de aproximadamente 50 años se encontraba frente al escritorio, su cabellera comenzaba a teñirse de blanco.

-          Los papeles los mandare mañana, podrías apelar , pero es el pago justo por dar a luz a uno de tus hijos - la mujer solo sonreía , su mirada fría y un ademan indicándole que ya se fuera.

-          ¿Qué? ¿acaso eso es mi hijo para ti? ¿por eso te embarazaste?-

-          Si quieres quedártelo, puedes.

-          Eres Satan -

-          ¿no te lo llevaras? O claro, interferiría en tu nueva vida con esa mujer, no te preocupes , lo cuidare. ¿deseas algo más? -

-          Me largo de esta casa del demonio, no quiero saber nada mas de ustedes  - El pequeño solo seguía sollozando, La señora se paró frente al niño, con esa postura fría, solo le dio un pañuelo

-          Se perdona que llores , solo ahora , pero te diré una cosa ,nadie debe verte derramar una sola lagrima, tus sentimientos son solo tuyos y nadie tiene derecho a modificarlos, así te aseguras que nadie te lastimara nunca más , los demás son solo piezas, eso no lo olvides –

A la edad de 7 años recibió una lección desgarradora para un niño, quizás por eso en cuanto pudo solo se fue de esa casa con el pretexto de estudiar fuera, quizás sus hermanos hicieron lo mismo , por esa razón, por que su madre solo podía tener como nombre el señora, el pequeño solo se fue a su habitación aturdido y sin decir nada solo se mantuvo encerrado, sin comer nada, un día en la preocupación de la nana , su hermano mayor fue quien le llevo un platón grande de espaguetis, pese que el tono de sus cabellos rubios como su madre, diferenciaba las tonalidades y sus ojos, ese platillo se convirtió en su comida favorita , era lo único que lo unía a ese hermano, los demás era una disputa por una futura herencia.

Al final esa si era la  casa del diablo, su madre seria satanás, el quizás un demonio, eso tendría mucho sentido, pese que su padre se fue después de gritarse toda sarta de tonterías sobre cómo le quitaron el dinero y acciones , no volvería a verlo, no recuerda ni su cara ya, solo lo une el apellido, Ivanovna.