Esta historia no está siendo revisada por ningún beta, pido disculpas por cualquier error de ortografía.
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Despertó en su cama sintiendo el cuerpo adolorido pero podía tolerarlo, después de todo un simple dolor muscular ya no podía ser motivo de preocupación. Miró hacia la gran ventana, ya estaba oscureciendo, había dormido desde el medio día sin darse cuenta.
Se puso de pie, no quería que su madre tuviera que llegar hasta la habitación para sacarla de ahí y sobre todo tampoco quería preocuparle.
La princesa de DumBroch era consiente del daño que le causaba a su madre con la "enfermedad" que padecía y el hecho de haber arriesgado su vida en un combate era una cosa mas que añadir a la lista.
—Si tan sólo no fueras tan orgullosa —se dirigió con la mirada decepcionada a su reflejo en el espejo—. ¿No pudiste negarte y ya?... Y morirte en casa.
Sabía que ya no tenía opciones fuera de Corona, se mordió los labios que le temblaban, sentía que las lágrimas estaban apunto de brotar y recorrer sus mejillas, el pecho le ardía y el corazón dolía... Debía dejar de ser una niña impulsiva.
Todos sus actos guiados por la imprudencia ahora le estaban haciendo cuentas y desafortunadamente el precio iba muy caro.
—Una bruja Merida ¿Qué estabas pensado? Demonios —musitó mientras aplastaba sus mejillas fuertemente con las palmas de sus manos provocando que se le enrojeciera el rostro.
Se miró detenidamente en el espejo, su aspecto estaba deshecho, la inanición había reducido su figura y sus ojos estaban resguardados por unos párpados verdaderamente cansados víctimas de las constantes noches en las que se obligaba a no dormir por miedo.
Su estabilidad emocional estaba deteriorándose día con día, estaba hecha pedazos, aunque sorprendentemente aun podía mostrarse fuerte sin siquiera saber de donde venían tales fortalezas.
Cerró los ojos tratando de contener las lágrimas pero terribles imágenes la asaltaron de inmediato.
Dos grandes osos peleaban ferozmente frente a ella.
Uno de ellos la miró y la persiguió a través de el gran bosque; cayó sobre el suelo y la bestia amenazó con un rugido sobre su cabeza.
El terror le inundaba todo el cuerpo...
De repente. Una risa rompió el silencio y el cielo oscuro, los relámpagos se hicieron visibles entre las grandes nubes, Merida buscó por todos lados y de pronto estaba en el gran círculo de rocas, no sabía cómo había llegado ahí. La anciana sonreía complacida con su trágico destino al tiempo que comenzaba a cambiar su aspecto, de un instante a otro los blancos cabellos se tornaron rojos y su rostro volvía a la juventud, Merida cerró los ojos no queriendo verse a sí misma...
De nuevo el silencio sepulcral se apoderó del lugar, esta vez ni el sonido de sus latidos podía confirmarle si seguía viva.
Sintió un aliento sobre su rostro, la estaba oliendo... Podía sentirlo tan cerca. Sus piernas temblaban y su corazón parecía querer abandonar su pecho.
Cuando abrió los ojos y ahí estaba...
Gimió aterrada y en un abrir y cerrar de ojos estaba de nuevo en Corona.
Se miró al espejo para comprobar que seguía siendo la misma, el aire era escaso en sus pulmones, el sudor le bañaba el rostro.
Puso sus manos frente a ella, temblaban sin poder evitarlo, cerró los puños y tragó saliva. Presionó sus manos contra su pecho intentando aliviarse. No quería seguir así.
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El oso y El sol [Meripunzel] #Editando
Fanfiction[Disney Crossover:Tangled & Brave] Sinopsis: El Rey de Corona viaja a las tierras altas para pedir ayuda a los regentes mientras la princesa Merida está siendo afectada por la magia que usó en el pasado, de ahí surge la solución para ambos reinos. ...