Enero 2016

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Empezamos el año con una tremenda resaca y con algunos finales que preparar.

-Bárbara, son las diez. Llegarás tarde a rendir. –Susurró Facundo en mi oído.

-¿¡Qué!? ¿Por qué no me despertaste más temprano Facundo? –Le reproché

saltando de la cama con prisa.- Si no rindo deberé cursarla de nuevo.

-Jajaja, ¿Me creíste que eran las diez? –Dijo riendo como si hubiera hecho la

mejor broma de su vida.

-Eres un idiota. Son las ocho de la mañana y es domingo. Te detesto.

Salí de casa totalmente enojada por la broma de mal gusto, quise tomar un poco

de aire y vi a Estefanía caminar hacia mí con cara de pocos amigos; decidí ignorarla y

continuar mi camino, me puse los audífonos para escuchar música pero mi celular sonaba

insistentemente. Facundo estaba empecinado en convencerme de regresar a casa pero

yo estaba demasiado molesta para complacerlo.

Pasadas algunas semanas los exámenes finales se habían convertido en nuestra

única preocupación. Apenas y con cuentagotas compartíamos el almuerzo y siempre con

un libro sobre la mesa, la comunicación era prácticamente nula y empezábamos a

sentirnos distantes.

Era tiempo de tomarnos un respiro y pasar un momento juntos, así que Facundo

me dejo una nota sobre la mesa de la cocina:

"PREPARA LA MALETA.

NOS VEREMOS EN LA UNIVERSIDAD

LUEGO DE TU EXÁMEN.

TE AMO."

A pesar de la incertidumbre y la curiosidad que me despertaba el mensaje, sabía

que Facundo tenía experiencia en escapadas románticas; así que por esa vez me dejé

llevar.

La escarcha aún cubría el ventanal cuando salí para rendir el último examen en la

universidad.

-Tomaremos la carretera sur, iremos a mi ciudad. Te quiero presentar a mis padres.

-¿No crees que es demasiado pronto para conocer a tus padres?

Facundo se quedó en silencio, pensativo. Creo que notó que me asustaba su

propuesta:

-Venga, toma la carretera sur, iremos a mi ciudad pero no a casa de mis padres.

Entiendo tu temor...

El viaje duró un par de horas y durante las tres semanas que nos quedamos

recorriendo la ciudad pusimos a prueba nuestro amor.

Saró SinceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora