Julio 2016

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 "Recién dos meses de embarazo y mi estado de ánimo es un asco" pensaba

mientras encendía el aire acondicionado y mi celular sonaba sin parar.

WhatsApp recibido: "¿Cena en mi departamento? Esto es lo que me gusta de

que Facu no esté.

WhatsApp enviado: "Jaja. No seas así. Es bueno... pesado; pero bueno. Vale en

la noche voy."

Extrañaba a Facundo pero era necesario separarnos por un tiempo y que el

disfrutara de su hermano, Tomé un baño de inmersión y sabia que me estaba olvidando

de algo pero por más que me esforzaba no podía recordar qué.

Trini preparó una de mis comidas favoritas y compró gominolas para ver una

película juntas.

-Barbi. ¿Recordaste de llamar a Facu? -Dijo preparando la sala para ver la peli.

-¿Porque debía llamarlo? -Pregunté mientras me quitaba los zapatos.

-Es su cumpleaños idiota...

-¿Estás segura? Hoy no es su cumpleaños.

Definitivamente con las fechas era un desastre. "en verdad era su cumpleaños" y

yo lo había olvidado a consecuencia de la diferencia horaria que al fin de cuentas fueron

una salvación pero me sentí patética, sentía que me había equivocado y que era

imperdonable.

Llamada recibida

-Hola amor. ¿Cómo están? No sé nada desde que me fui.

-Hola amor, estamos bien. El calor aquí esta de pesadilla, pero bien...

-Se que te olvidaste mi cumpleaños... ya me lo esperaba. -Dijo riendo.

-¿Lo esperabas?

-No estás muy acostumbrada a estos acontecimientos, por eso sé que te lo

puedes olvidar.

-Supongamos, tengo una pésima memoria en lo que a fechas respecta.

-Amor, te llamo luego. Te amo.

-Vale. Yo también.

Al cortar supe de inmediato que tendría que hacer algo especial cuando regresara

para compensarlo.

Trini. Tenemos que pensar en qué hacer cuando regrese Facu. Soy una estúpida.

-¿Tenemos? Por fin te has dado cuenta que eres estúpida... pero aun así te

quiero. -Dijo abrazándome.

-Muy graciosa. Mejor que pensemos en algo y celebremos a lo grande.

-¿Qué te parece si primero tomamos un día de spa y luego pensamos?

-Trini... solo porque te adoro te diré que sí, pero tampoco te abuses.

Un momento de relajación me sirvió para pensar que hacer y la mejor idea era una

fiesta sorpresa y alguna cosilla más.

Pasaron quince días y esa tarde-noche Facu regresaba de ver a Tim, preparamos

la fiesta en mi viejo departamento para que él no sospechara.

Me senté en medio de la sala a la hora con un pequeño pastel en mis manos y las

luces apagadas, la llave giró y la puerta se abrió. Me sentí inmensamente feliz de volver a

verlo. Cerró la puerta con el pie; caminó hacia donde estaba se arrodilló ante mí con los

ojos se ponían vidriosos.

-Feliz cumpleaños amor de mi vida. -Dije mientras le acercaba el pastel.

-Gracias amor. No sabes cuan feliz me haces.

-Seguramente tan feliz como tú a mí. Pide tres deseos que esto aun no termina.

Facundo sopló la vela y tomó un poco de crema para ensuciarme la nariz y me

tomo en brazos para dirigirnos a la habitación.

-Aun vas a tener que esperar para eso. -Dije riéndome.

-Pero... ¿Qué más harás?

-Algo... No más preguntas.

Tomé una corbata y le vendé los ojos, lo saque de casa y lo dirigí al ascensor, y

rogaba que Trini tuviera todo completamente listo. Le quité la venda al entrar pero todo

estaba a oscuras.

-¿Dónde estamos Barbi? –Preguntó.

-Solo mira. –Respondí.

Una a una se comenzaron a encender las luces y todos sus amigos lo cargaron en

hombros mientras yo saludaba a sus respectivas novias y a Trini, quien se merecía un

gran regalo por tener todo resuelto. Con las primeras luces de la mañana y Facundo un

poco pasado de copas me cargó a la habitación donde las risas por la rotura del pantalón

duraron hasta que logramos dormirnos.

Saró SinceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora