Enero 2017

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Luego del nacimiento de la pequeña Alice, las cosas con Facundo no iban bien.

Las discusiones y los celos estaban siempre a la orden del día.

Durante la semana que Facundo estuvo en casa de sus padres, llamaba a diario

para saber cómo estábamos... a excepción de aquel día:

WhatsApp recibido: "Te espero en el hotel cerca de la playa para el almuerzo."

WhatsApp enviado: "Allí estaremos. Te mando un beso."

Al llegar al hotel no me esperaba que estuvieran Maddy y Tim, en una mesa con

un clima fresco y un sol radiante. Alice pasaba de brazos en brazos mientras que hablaba

con Maddy de artículos para bebe.

Durante el postre Facundo me miro y me pregunto:

-¿Sigues enfadada? -Mientras que yo lo ignoraba como venía haciendo desde días

atras

Se acercó a mi oído y me dijo:

- Sé que soy irresistible para ti. -Para luego concluir. - ¿Me perdonas?

Tim y Maddy nos miraban y Facundo, para no perder la costumbre hizo lo que

hacía siempre, reír inoportunamente:

-Mi amor, yo sé que soy un tonto. Y tengo dos testigos de ello. -Dijo a modo de

chiste.

Con un poco más de seriedad prometió ser mejor para ambas. Sentíque debía

creerle y que él se tomaría muy en serio ser mejor padre para Alice.

Me enjugué una lágrima y entrelacé mis brazos en su cuello y lo besé dulcemente;

él lograba sacar lo peor y lo mejor de mí, era a quien elegía aún sabiendo que yo no era la

única persona en su vida.

Maddy y Tim se llevaron a Alice, su ahijada y nosotros nos tomamos unas horas

para recomponer lo nuestro y recordar el amor que nos unía.

El día del partido de rugby al que habíamos sido invitados fue frío y lluvioso. Y para

empeorar la situación durante la recepción previa, tuve la desgracia de cruzarme con uno

de los individuos más indeseados de mi vida. Lucio se acercó con aires de grandeza:

-Vaya Bárbara, hola. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Veo que cambiaste bastante y te

conseguiste un idiota acorde a ti. -Dijo con sarcasmo.

Vi la intención de Facundo de inmediato, pero nada más abrir la boca, guardó

silencio ante la provocación evitando caer en la discusión vulgar.

-Hola Lucio. ¿Has visto? Ahora estoy con alguien mejor y menos superficial que tu.

-Encima tienen una bebe. Es bellísima, no se parece a ustedes...

La bronca me desbordó, le tire la copa de espumante a la cara y nos fuimos a

ubicar en la cancha hasta el comienzo del partido.

Tim llamó durante la noche, había nacido la pequeña Fiamma, nuestra sobrina. Así

que Facundo fue a conocerla al día siguiente, preocupado porque no había respondido a

su hermano.

Varios días después de intentar cambiar mi sueño y acomodarlo a los horarios de

Alice, revisé mi teléfono y encontré dos llamadas perdidas y mensajes de felicitaciones

por el nacimiento a Alice.

WhatsApp recibido: "Felicidades por tu nueva hija. Aixa quiere conocerla, la

llevaré pronto, y a decir verdad yo también quiero verte. No puedo creer que estés con

otro Barbi."

WhatsApp enviado: "Empezaba a olvidar que eres un idiota Ramiro. No puedo

creer que después de tanto tiempo tengas ganas de molestar. No iba a esperarte toda la

vida. Tu provocaste nuestro final. Así que... adiós."

Alice dormía prácticamente todo el día, lo que era una gran ventaja a la hora de

estudiar y pasar tiempo con Facundo.

Aunque él cuidaba de nuestra hija por las noches, consiguió un trabajo de medio

tiempo para que ambos pudiéramos tener el tiempo necesario para no necesitar una

niñera.

Pasaron unos meses desde que supe de su relación con Estefanía, y trataba de

controlar mis reproches y celos, para no perder lo que en mucho tiempo habíamos

construido.

Saró SinceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora