angel; jeongcheol

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Seungcheol se pasó lo que restaba del año en dos cosas; en convencerse de que Jeonghan era un niño, y en planear un método suave de decirlo o tan solo comentarle a su madre que le gustaba uno en demasía. Había veces que rogaba por que Jeonghan fuera hacia él y le dijera que en verdad si era un ángel, entonces su mamá no se cuestionaría la vida, porque a los niños solo les gustan las niñas y los ángeles.
Se le ocurrió durante el almuerzo, pedirle ayuda a su mejor amigo. Joshua a veces podia parecerle muy ingenuo en la mayoría de las cosas, pero cada que seungcheol le preguntaba las cosas en serio, este siempre era muy maduro con sus respuestas, incluso teniendo solo doce años.
—Quiero decirle a mamá sobre Jeonghan... —dijo.
El comedor estaba totalmente lleno de gente, y aunque el ruido de pasos, bandejas, risas y gritos inundaba los jóvenes oídos de ambos, los de Joshua solo habían entendido lo que Seungcheol acababa de decir.
—¿Decirle? Seungcheol, ¿estás loco?
—¿Por qué?
—Pues... —se acercó un poco más a su amigo, esperando que nadie les fuera a oír—. Las madres son diferentes a los amigos, Cheol. Y si se enoja contigo, ya no tendrá compasión ni habrá vuelta otras... Las madres no son como los amigos, por eso es que no las tratamos como uno. Tenemos muchos amigos, por eso les decimos las cosas sin temor, ya sabes, si pierdes a uno, tienes al otro, pero a las mades no, Seungcheol.
—No entiendo por que tendría que enfadarse conmigo si ella me dijo que podia gustarme un angel.
—¡Porque los ángeles no existen! Y si lo hacen, Jeonghan definitivamente no es uno de ellos.
—¿Y tu que sabes sobre ángeles?
—Seungcheol... Tenemos doce...-
Joshua estaba por continuar cuando un par de bandejas azotaron suavemente contra su mesa justo al frente de ambos. Eran los mellizos Yoon.
—¿Podemos sentarnos aquí? —fue Jeonghan el que preguntó.
Joshua asintió de inmediato y Seungcheol bajó la mirada, porque no había hablado con jeonghan desde la tarde de limpiar el salon.
Cuando el almuerzo comenzó y sus platos comenzaron a vaciase, Saebom y Joshua ya sabían prácticamente todo sobre el otro. Jeonghan a veces reía con ellos y Seungcheol solo podia observarlos un poco molestos. Aunque ya se acostumbraría a compartir a su mejor amigo.