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Cuando se decidió a contarle a su madre fue diez veces peor que cuando le contó a Saebom. Las manos le sudaban tanto que a penas podia afirmarse de la mesa y su mamá llevaba casi diez minutos completos preguntándole que era lo que iba a decir. Seungcheol estaba aterrado.
Había acordado con Saebom que antes de decirle a Jeonghan, tenia que decirle a su madre, y la chica lo había visto tan pálido y preocupado que había accedido.

—Cheol, llevas media hora parado ahi, ¿está todo bien? —la señora Choi dio la vuelta para verle la cara a su hijo—. Puedes hablarme de lo que quieras, ¿lo sabes?
Él asintió un poco, inseguro si su madre pensaría lo mismo después de lo que le diría. Tenía que decirle.
—Puedes... Uhm, ¿ayudarme? —pidió.
—Okay... ¿es algo importante?
—Lo es para mi.
La señora le dio una sonrisa mientras se fregaba las manos en los muslos, pensando de que podia ir la idea en la cabecita de su hijo.
—¿Tiene que ver con la escuela?
Cheol asintió.
—Bueno... ¿hay alguna chica que te guste?
Seungcheol bajó la mirada hacia sus manos. Sus pensamientos estaban llenos de "no debería decirle" y es que su mamá se veía tan contenta con la idea de que le gustara una niña. Y era lo normal, a los quince años, los chicos deben estar enamorados de alguna niñita.
—E-es un a-angel —balbuceó.
—¡Ah! ¿así de hermosa? cuéntame, ¿cual es su nombre?
—Uhm... No.
—¿No me dirás? —rió, mirando a su hijo enternecida—, soy tu madre, tienes que decirme Cheolie...
—Mamá... Es un ángel, pero... Un ángel niño... C-como yo.
La señora Choi borró la sonrisa de su rostro de inmediato, no lo pudo evitar.
Seungcheol, por entre sus pestañas y lagrimas formadas de puro nerviosismo la miró, rogándole a los ángeles (a los reales) que su madre tuviera un poco de piedad con él.
Entonces su celular sonó.
La mujer suspiró antes de pararse para contestar la llamada.
Los tacones de su madre avanzaban cada vez más lejos de él y seungcheol se sentía mas arrepentido con cada paso. Se dio la vuelta y corrió a su habitación, esperando que nadie lo despertara y que solo lo dejaran llorar.

angel; jeongcheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora