Capítulo 24 Los sentimientos del santo dorado de acuario

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En la pelea de Aurora contra Evan...:

– ahora – dijo Aurora y golpeo a Evan entre la nuca y se desmayó y Aurora se desmayó y su alma retorno a su cuerpo, despertó y vio que Evan seguía inconsciente y huyo del lugar

Cuando Aurora va a buscar a Aioria no lo encuentra, de repente alguien le lanza un golpe, Aurora se percata y lo esquiva:

– ¿Quién está ahí? – pregunto Aurora y apareció alguien

– No pensé volverte a ver, Aurora – dijo la persona

– Leo...nidas – Dijo Aurora – ¿tú también trataras de matarme? – dijo Aurora emanado su cosmos.

– No, porque mi maestro, Aioria de Leo me conto la verdad antes de que... - dijo Leónidas

– Antes de que... - dijo Aurora

– Antes de que el encontrara la muerte – dijo Leónidas y Aurora se sorprendió

– Que estás diciendo, acaso Aioria murió – dijo Aurora

– Así es, el patriarca lo mato – dijo Leónidas con tristeza

– No... no puede ser cierto – dijo Aurora, empezó a llorar y pensó – por mi culpa, el murió por que fue a desafiar al patriarca, todo por mi culpa

– Aurora – pensó Leónidas

– Ya estoy harta de esta situación – dijo Aurora y empezó a caminar rumbo a la cámara del patriarca

– ¿A dónde vas? – pregunto Leónidas

– Iré a terminar esta guerra contra el santuario – dijo Aurora entonces Leónidas agarro a Aurora – ¡que es lo que haces! ¡SUELTAME! – exclamo Aurora y Leónidas le dio un golpe en el pecho haciendo que ella se desmayara

– Perdóname, pero prometí a Miguel que iba a protegerte – dijo Leónidas y pensó – creo que debería llevarla junto con Damián y los otros – y Leónidas llevo a Aurora a Francia

Cuando llego a Francia, vio que Damián estaba buscando a Aurora:

– Como lo supuse, ella quiso seguir entrenando para hacerse más fuerte para que Damián, Miguel y los otros no se arriesguen, - Pensó Leónidas – Athena, como siempre, te sacrificas por nosotros aun a costa de tu propia vida

Damián vio a Leónidas cargando a Aurora:

– Aurora – pensó Damián y se dirigió a Leónidas – que paso, porque Aurora esta inconsciente

– Solo tuvo una pelea contra Evan– dijo Leónidas

– ¡que!... ¿dijiste Evan? – pregunto Damián

– Si – dijo Leónidas y Damián se preocupó y pensó – si Evan está vivo no hay duda que acabara con todos nosotros, el siendo uno de los caballeros dorados más poderosos, no pelea por la justicia

Cuando Aurora despertó, Damián estaba con ella y Miguel estaba espiándolos:

– Damián – dijo Aurora

– Por qué no me hiciste caso – dijo Damián

– Entiéndeme, no puedo quedarme de brazos cruzados, no puedo hacer nada, me siento una inútil, después de haber estado dos semanas en el hospital, alavés fui una molestia para todos, sobre todo para ti Damián – dijo Aurora y Damián la agarro

– No digas tonterías, jamás serás una molestia para mi Aurora – dijo Damián y abrazo a Aurora y Miguel renegó

– Damián – pensó Aurora

– Tú también compréndeme no quiero perderte otra vez, sabes muy bien que durante esos 7 años tuno recordabas nada, para mí, esos,7 años, en los cuales, estuve tan triste, yo pensaba que te había perdido para siempre, no tenía una razón de vivir, hasta que apareciste y yo no pensaba que eras la misma persona, cuando descubrí la verdad, yo le prometí a mi maestro Camus que te protegería a costa de mi propia vida, no solamente por obligación, tú ya sabes que otra razón tengo para protegerte – dijo Damián (Aurora recordó lo de hace 11 años Damián le confeso sus sentimientos alavés lo que le beso)

– No sé a qué te refieres – dijo Aurora nerviosa

– A esto – dijo Damián y beso a Aurora con pasión y Miguel renegó por la forma que lo hizo

– Damián – pensó Aurora mientras Damián la besaba con una pasión que no se quebraba, ninguno de los dos quería terminar, para ellos dos el tiempo se había detenido, pero se tuvieron que separar por la falta de aire

– Perdón si te volví a faltar el respeto, pero no puedo ocultar este sentimiento que te tengo – dijo Damián abrazando a Aurora – no me importa si eres una diosa, si es un pecado amarte, me declaro culpable – Aurora se sorprendió y lo miro con tristeza y empezó a llorar, Damián limpio sus lágrimas – por favor, no llores, no quiero que ese hermoso rostro, como el tuyo se arruine con esas lágrimas, siempre sonríe,– y la abrazo - hazlo por mi

– Damián – pensó Aurora

Los Caballeros del Zodiaco Saga: El Comienzo (reeditada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora