Ya había pasado un año, que Aurora se había quedado en el santuario; como todos los días, ella salía a entrenar en las mañanas, pero lo único que no fue común, es que había amanecido lloviendo:
– Vaya, está lloviendo, pero eso no impedirá mi entrenamiento – dijo Aurora, se dirigió al coliseo para entrenar, se sorprendió que no haya nadie – veo que todos tienen miedo a la lluvia – dijo Aurora y ella como entrenamiento, daba golpes al aire, ella se había cansado, no tenía donde descansar, ya que todo estaba mojado al igual que su ropa, cuando ella se dirigía a su templo empezó a estornudar y pensó – no puede ser, acaso me resfrié, ¡Achuu...! - estornudo Aurora – será mejor que vaya a la cámara del patriarca – dijo Aurora y se dirigió al mencionado lugar
Cuando estaba pasando por Acuario, ella se sintió mal, empezó a ver borroso y se desmayó en el mismo templo, Damián estaba queriendo ir a Escorpio, pero al ver a Aurora en el piso, rápidamente fue a ver qué le pasaba a Aurora, al notar que ella estaba inconsciente, la lleva a su cuarto... paso unas dos horas, y Aurora recién recupero la conciencia, ella había notado que no estaba en su templo, se levanta y empieza a salir del cuarto, en ese entonces aparece Damián:
– A donde crees que vas – dijo Damián
– Pues a mí tem... ¡Achuu...! – estornudo Aurora
– No me digas que saliste a entrenar en esta lluvia - dijo Damián
– Como adivi... ¡Achuu...! A...a...a... ¡Achuu...! – siguió estornudando Aurora
– Por qué te resfriaste, alavés tu ropa esta mojada – dijo Damián y le alcanzo ropa – toma cámbiate,
– De donde... ¡Achuu...! – siguió estornudando Aurora
– Fui a tu templo y saque de ahí un poco de tu ropa, ya vamos, cámbiate, sino te dará pulmonía – dijo Damián
– No, te preocupes, soy un caba... ¡Achuu...! – siguió estornudando Aurora
– Aurora, ahorita no metas tu posición con el que estas en el santuario, también los caballeros se resfrían, vete a cambiar – dijo Damián a Aurora metiéndola al cuarto
Después de un rato Aurora se cambió:
– Damián, debo irme a mi templo, gracias por cuida... ¡Achuu...! –siguió estornudando Aurora
– Tu no iras a ningún lado, mientras está lloviendo, sobre todo en el estado en el que te encuentras – dijo Damián muy molesto
– Yo estoy bi... ¡Achuu...! – siguió estornudando Aurora
– Ves, - dijo Damián y cargo a Aurora
– Damián, que ha... ¡Achuu...! - siguió estornudando Aurora
– Vas a ir a descansar a mi cuarto – dijo Damián, metió a Aurora a su cuarto, y la recostó bajo las camas
– Damián, no hace falta que... ¡Achuu...! - siguió estornudando Aurora
– No digas nada y duérmete – dijo Damián
– No, esta bi... ¡Achuu...! - siguió estornudando Aurora, Damián salió del cuarto, después de un rato le dio a Aurora un te
– Tómalo, te hará bien – dijo Damián
– Gracias, perdón por ser una molesti... ¡Achuu...! - siguió estornudando Aurora
– No eres una molestia – dijo Damián colocando él te en la mesa que estaba ahí cerca, se sentó al lado de Aurora y acarició su cabello rizado. – nunca serás una molestia para mi Aurora – dijo Damián y la beso, Aurora se dejó llevar por el beso, pero reacciono alejándose de Damián
– Damián, no te me acerques, te voy a contagiar – dijo Aurora
– No me importa – dijo Damián abrazándola, así siguieron un rato, abrazados y Damián sintió que Aurora se había dormido en sus brazos, entonces la acomoda en la cama acarició su cabello rizado, - descansa – dijo Damián, depositando un tierno beso en la frente de Aurora
A la mañana siguiente, Aurora despertó un poco mejor, pero el clima no había cambiado, seguía lloviendo, trato de levantarse, entonces Damián entra con una bandeja en la cual estaba el desayuno:
– Buenos días Aurora – dijo Damián
– Buenos días Damián, oye ¿tanto vas a comer? – dijo Aurora
– No es para mí este desayuno, es para ti – dijo Damián
– Gracias, - dijo Aurora – perdón por la molestia
– Ya te dije que no eres una molestia – dijo Damián – vamos come
Aurora desayuno, luego trato de pararse:
– ¿Aurora, necesitas algo? – pregunto Damián
– Sí, es que me siento aburrida, no sé si es molestia, pero me podrías prestar un libro – dijo Aurora
– Ya te dije que no es molestia, y ¿qué libro quieres? – dijo Damián
– No sé, me podrías traer cualquiera – dijo Aurora
– Está bien – dijo Damián y trajo un libro, el cual justo era de poesía
– Adivinaste mi mente – dijo Aurora
– ¿te gusta la poesía? – pregunto Damián
– Si – dijo Aurora
– Igual a mí – dijo Damián
– Ya veo – dijo Aurora – oye ¿a qué hora salimos a entrenar?
– Aurora, ¡no ves que estás enferma! – dijo Damián
– Sí, pero eso no impedirá que yo cumpla con mi deber – dijo Aurora
– Pues yo te lo impediré – dijo Damián y Abrazo a Aurora
– Damián no juegues – dijo Aurora riendo
Mientras que en la casa de cáncer, Evan pensaba:
– Será cierto, Aurora entonces no murió, si es así, mi deber como caballero es protegerla, pero, como lo hare, si todos nosotros, hasta ella, estamos a merced del patriarca, debo hacer algo para liberar a este santuario de las garras de la maldad, pero no podre solo, Agatha, Leónidas, Izuo y Damián son los únicos que saben que Aurora es Athena, si solo el maestro Milo y el maestros Camus hubieran sobrevivido, esto no estaría pasando, - pensó Evan – lo único que ahora puedo hacer al igual que los otros es callar y esperar el momento adecuado
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Los Caballeros del Zodiaco Saga: El Comienzo (reeditada)
FanfictieCuando el mal aparece en la tierra, siempre reaparecerán los guerreros de la esperanza, los nombrados caballeros de Athena, quienes son los encargados de que el mal desaparezca de la tierra, estos guerreros siempre pelearan por proteger a la humanid...