Capítulo 24.

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N/A: ¡Capítulo 1 de 2! Aquí está el maratón que querían♥ Lo subo ahora porque el sábado me tomaré el día libre por mi cumpleaños, las quiero y muchas gracias por leerme. Les pido que se pasen por mi nueva novela "Guilty", disponible en mi perfil. Espero les guste.  NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR.

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Lauren's POV

Colgué el teléfono con rapidez mientras sentía mis piernas temblar, Camila tomaba mi muslos con fuerza mientras hacía movimientos circulares con la lengua y presionaba, el escalofrío en mi vientre se hacía más presente a medida que aceleraba sus lamidas. La separé un segundo lo suficientemente largo como para moverme al borde de la silla y elevar más mi falda. Ella no dudó ni un segundo en volverse a acercar a mí con una sonrisa maliciosa y succionar mi clítoris. Gemí sin control.

—¡Camila! —Trataba de recuperar el control pero era en vano, Camila lamía como una experta causando reacciones de mi cuerpo que nadie más había logrado. —Es—Estamos en la oficina. —Tartamudeé, ella introdujo su lengua en mí haciéndome delirar y toda barrera de fuerza se hizo pedazos. —¡Oh! —Chillé y tomé su cabello acercándola a mí, el gesto pareció gustarle y más cuando mordí mi labio con fuerza mientras tiraba de su cabello para que me mirara directo a los ojos. Sonrió pícara y se empujó más adentro.

—Mm... —Disfrutaba el verme así y lo sabía, incliné la cabeza hacia atrás gimiendo mientras sentía mi cuerpo desfallecer de placer, no aguantaría más tiempo y tenía que correrme. —No te corras aún, Jauregui. —Me aclaró y gruñí luchando por evitar alcanzar ese placentero orgasmo. La castaña comenzó a lamer de arriba a abajo mientras sus dedos se hacían un camino lento hasta mi entrada y sin preguntar, se empujaron con fuerza dentro de mí.

—¡Camila, me voy a correr! —Dije sin fuerzas y escuché una risita de su parte antes de acelerar todos sus movimientos y darme un boleto gratis al cielo. Gemí sosteniendo con fuerza el borde de la silla con una mano y enredando la otra en su cabello para sentirla más. —¡Camz! —El orgasmo llegó a mí con un golpe de placer directo a mi vientre, Camila comenzó a lamer con hambre retirando todo rastro de un orgasmo de mi entrepierna.

Escuché un rechinar de la puerta abrirse y ambas nos giramos para escuchar a Normani gritar. —¡Dios mío! —Se giró dándonos la espalda, por suerte el escritorio no dejaba ver más que las piernas de Camz. Camila se levantó con rapidez y todo relajo de mi cuerpo desapareció. —¡No puedo creer que lo hagan aquí! ¡No vi nada! —Salió de la oficina y me sonrojé como un tomate. Camila soltó una risita y tomó mis bragas lamiendo sus dedos mojados.

—Estas me las quedo yo. —Se movió hasta la puerta y me guiñó el ojo haciéndome quedar impactada por unos segundos. Reaccioné y me levanté acomodándome la ropa, aunque ahora mis bragas estuvieran en el bolsillo trasero de los jeans de Camila. Ella había salido y ahora era yo quien caminaba para encontrarme a Normani sonrojada por la mirada de la castaña, creo que debería de ser al revés pero no había ni un gramo de arrepentimiento en su sonrisa.

—Normani. —Dije finalmente y aclaré mi garganta. —Creo que viniste en un momento inoportuno.

—No tenía idea de que la oficina era tu cuarto rojo de placer, Jauregui. —Dijo riendo y miró a Camila antes de devolverme la mirada. —Tampoco imaginé que ella tomara el control. ¿Quién lo diría? —Ahora la castaña reía con ella y yo bufé.

—De vez en cuando, hay que castigarla. —Camila me miró pícara y se levantó de su asiento. —Iré por un café, ¿quieren algo? —Me sonrojé de nuevo y negué mientras Normani soltaba una gran carcajada. Camila subió al ascensor y la morena me miraba sonriente.

BOSS | Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora