BOSS | Camren

Capítulo 29.

N/A: Un capítulo especialmente dedicado a quienes pensaron que había olvidado mi toque. Espero les guste, gracias por leer🙈. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, ES GRATIS😍😉 

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Lauren's POV

Hace días que Camila no pasaba la noche o siquiera el día entero conmigo y no sabía qué pensar, mi mente me jugaba una mala pasada, así que a penas divisé su cuerpo atravesando la puerta y cerrándola a sus espaldas, me acerqué con sumo cuidado y la pegué a mí antes de besar su cuello. —L-Lauren. —Susurró mientras mis labios se encargaban de demostrarle lo mucho que la necesitaba.

—Quédate esta noche. —Besé su cuello con sutileza. —Quédate la siguiente. —Mis labios comenzaron a succionar la piel mientras apretaba mi agarre a sus caderas, causando una exquisita fricción de su trasero con mi muslo cada vez que jadeaba. —Quédate para hacerte mía hasta el cansancio. —Llevé su cuerpo hasta dejarla acorralada contra la pared, sentía como su respiración y la mía se aceleraban con cada movimiento.

—Es-Está bien. —Su voz entrecortada no hacía más que delatar su nivel de calentura. Separé con mi rodilla sus piernas dejando que su centro se complaciera a su gusto mientras mis manos se deslizaban dentro de su blusa, sentía como su piel caliente se erizaba al contacto con mis manos heladas mientras sus labios soltaban pequeños suspiros de placer, necesitaba como nunca besarla.

—¿Qué dices? —Pregunté rozando su centro con mi muslo en sentido contrario a sus jadeos y un gemido casi inaudible se escapó de sus labios causando un mar de sensaciones en mi cuerpo. —Te hice una pregunta. —Aclaré y la giré encontrándome con su labio inferior atrapado entre sus dientes. Camila no tardó en tomarme del cuello y besarme desesperada como si la vida se le fuera en ello, tomé sus muslos cargándola en mis brazos mientras mi lengua se deslizaba por el contorno de sus labios y la castaña aprovechaba para succionarla con necesidad. Las dos gemimos entre besos.

—Vamos a la... Lauren... —Gimió mientras sentía que besaba la piel desnuda de su cuello y chupaba una pequeña parte que sabía la volvía loca. —Cama. —Dijo apresurada. —Vamos a la cama. —Una de mis manos apretó su trasero mientras caminaba por el pasillo con ella a cuestas entre besos y mordidas, con los pies empujé la puerta de mi habitación cuando llegué y dejé a Camila sobre la cama con deseo.

Su cabello cayó esparcido en la almohada mientras su mirada pícara se encontraba en sus ojos ardientes de deseo, abrió sus piernas con demasiada sensualidad y deslizó sus manos entre ellas hasta subir al botón de sus jeans. De un movimiento soltó aquel botón deshaciéndose de su ropa, dejándome perpleja y excitada frente a ella. Se levantó mientras movía sus caderas de una manera muy sexy y mordió mi labio tirando de él. No pude evitar suspirar.

—Quiero un castigo. —Dijo y sentí mis piernas temblar mientras deslizaba su lengua de manera sexy por mis labios, cuello y clavícula, ya me costaba respirar de tanto deseo. La giré e hice que se inclinara dejando las manos en el borde de la cama mientras seguía deleitándome con la vista de un hermoso trasero siendo contorneado de un lado a otro.

Deslicé mi dedo índice por la piel desnuda desviándome a rozar la humedad creciente en sus pequeñas bragas de encaje blanca, cada vez me hacía arder más, presioné con mi pulgar sobre su clítoris y ella gimió con dulzura. Continué con la tortura recorriendo con mi dedo toda su humedad, sus piernas hasta donde llegaba y sus nalgas hasta el comienzo de su espalda. Camila jadeaba por si sola hasta que elevé mi mano y la dejé caer con fuerza de una fuerte palmada. Un gemido ronco se escuchó venir de su parte.

Noté que intentó retirar las manos de cama, por lo que solté una segunda palmada con aún más fuerza. Escuché como maldijo por debajo y sonreí. Todo este tiempo esperé para decir las siguientes palabras. —Te voy a castigar muy fuerte. —Dije y me moví hasta un cajón al lado de la cama, tomé unas tiras de cuero y golpeé la cama haciendo sonar el golpe, Camila me miró asustada.