Siempre he creído que el odio es malo, y que envenena mucho el alma.
Nunca había odiado a nadie la verdad.
Jamás.
Pero tú, Sebastián, te encargaste de que te llegara a odiar con cada fibra de mi cuerpo.
Sí, así tal cual como lo lees.
Te odié con todas mis fuerzas.
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Sebastián: Side B
Short StoryNo sé en que mensaje dejé todo mi amor. Ni en que respuesta perdí toda mi dignidad.