Te enteraste.
No dudaste en hablarme.
Me felicitaste.
Y no dudaste en decirme que podríamos tener una nueva oportunidad.
Me reí.
No sabía si era parte de tus miles de bromas, o parte de tu juego.
Hice caso omiso, y hasta ahí quedo nuestra conversación.
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Sebastián: Side B
Short StoryNo sé en que mensaje dejé todo mi amor. Ni en que respuesta perdí toda mi dignidad.